Domingo 3 de Pascua C - Iglesia del Hogar: en Familia, como Iglesia doméstica, preparamos la Acogida de la Palabra de Dios durante la celebración de la Misa dominical parroquial
Recursos adicionales para la preparación
Falta un dedo: Celebrarla
1. 1 Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 5,
27-32. 40-41
Nueva confrontación con las autoridades judías. La
nota dominante es la libertad y la valentía del testimonio apostólico
que surge de la fe en la resurrección. ¿En mi vida el hecho de la
resurrección es motivo de alegría y de valentía para dar testimonio?
1. 2 Segunda lectura: Apocalipsis 5, 11-14
El libro del Apocalipsis es, en cierto sentido, la
continuación de los Evangelios. Nos presenta al Cristo pospascual, es
como la "Vida de Jesús" después de su ascensión al cielo. Ha sido
descrita en la quizás única forma posible para expresar las realidades
transcendentes que se refieren a Nuestro Señor Jesucristo que está
sentado a la diestra del Padre, es el estilo de tradición apocalíptica
que habla en simbolismos. Como a través de una puerta (4, 1), San Juan
contempla los misterios del mundo divino: el cordero sacrificado recibe
la adoración de los poderes cósmicos. Las criaturas que se vuelven en
adoración hacia su creador entran en esa luz divina que es su salvación
y su felicidad. ¿Esto es posible solamente para los grandes santos y
místicos? Dios ama a todos los hombres y quiere que entren en intimidad
con él ¿Por qué no dejamos que San Juan nos enseñe a contemplar a Dios?
1. 3 Evangelio: Juan modo 21, 1-19
Este pasaje está lleno de simbolismos: La pesca
simboliza la captación de los hombres para el reino de Dios; el número
de los peces simboliza a la totalidad de las razas humanas; apacentar
las ovejas significa la elección de Pedro para que dirija a la Iglesia;
Jesús que reparte el pan simboliza la eucaristía, etcétera. En cuanto a
la elección de Pedro. Jesús hubiera podido escoger a Juan que le ha sido
siempre fiel en todo momento sin embargo escoge a Pedro que lo ha negado
tres veces. Esto simboliza una esperanza para nosotros, los pecadores,
porque a pesar de nuestros pecados Jesús nos elige con tal que le
manifestemos nuestro amor.
Para muchos cristianos la Iglesia en el caso
concreto de la parroquia representa una especie "estación de servicios
espirituales", algo semejante a una “gasolinera espiritual". Los
creyentes entran en comunicación con su parroquia cuando tienen
necesidad de algún servicio: bautismos, matrimonios, velorios,
entierros, etcétera. Hasta consideran la Santa Misa como un servicio
porque es para su salud o la salvación eterna de sus queridos difuntos.
No es de admirar que inviertan muy poco tiempo en su comunidad
parroquial o en la Iglesia en general. Su limosna les sirve como cuoartada
ante mayores exigencias. Han pagado los servicios y con eso han cumplido
con su deber. Es urgente de descubrir toda la riqueza y toda la herencia
de lo que es la Iglesia para cada uno de los bautizados. Para ello es
necesario que los cristianos, dando un vuelco de mentalidad, descubran
la comunidad como el lugar indispensable de la vivencia de la fe.
Ciertamente puede tener una ubicación geográfica pero es ante todo una
vivencia en comunidad de las realidades de la fe. Entonces se les abrirá
un panorama insospechado de lo que es la Iglesia: jerarquía y santidad;
comunicación de bienes (espirituales y materiales) y misión; celebración
y misterio. Y todo esto sucede alrededor del Señor resucitado que está
presente en la comunidad. El es el centro y la fuente de la vida
comunitaria, de la vida cristiana, de la vida eterna. Esta dimensión
comunitaria ayuda a salir de la estrechez que una comunicación
exclusivamente personal con Dios e involucra constantemente a los
hermanos en la fe para que sean una ayuda esencial e indispensable para
vivir la fe en todas sus dimensiones. La "Parroquia-Servicio" se
convierte así en "Parroquia-Familia" donde se aprende, se vive, y se
testimonia la fe en la presencia de Cristo resucitado. ¿No se dan cuenta
que su fe es tan enclenque como es enclenque su relación con la
comunidad de los creyentes?
Al asumir una parte, por más pequeña que sea, de su
rol dentro de la comunidad parroquial, usted descubrirá como es le
ensancha su fe, le da más vida y alegría. ¿Usted es un miembro útil de
su comunidad parroquial?
A Cristo resucitado que está sentado a la derecha
del Padre no lo podemos ver. Sin embargo, en nuestra vida ha dejado
tantas huellas, signos y maneras de entrar en contacto con él que pueden
llevarnos hacia él y fortalecer nuestra fe: La Iglesia (quien la
escucha, escucha de Cristo); los sacramentos (quien los recibe,
encuentra a Cristo y recibe la vida eterna); el amor a y de los demás
(reflejo de su amor); el ejemplo del otro (su esfuerzo me hace sentir la
necesidad de hacer lo mismo para llegar a Cristo); la Biblia (leyéndola
llegamos a conocerlo a Jesucristo más y más de cerca). Hay que saber
aprovechar todos estos signos para participar cada vez más en la
resurrección de Jesucristo.
Jesús dijo: "Vengan a comer". Nuestra fe nace de la
Pascua que es también comida y el robustecimiento. Eso es la eucaristía.
El llegar a conocer a Cristo cada vez más se realizará precisamente en
una cercanía cada vez más íntima y más participada.
Quizás sería bueno que los padres de familia
revisen un poco la manera como suelen hablar de la Iglesia, del Papa, de
los sacerdotes, etcétera. Comentarios despreciativos dejan profunda
huella en los niños. No son capaces aún de saber distinguir entre
persona y obra, entre el cargo que llevan y la realidad personal ¿Por
qué no entra más en contacto con su comunidad parroquial? ¿Cuando se ha
ofrecido por última vez a colaborar con la parroquia? A veces los
hermanos dicen que no pasa nada en esta parroquia. ¿Quién le impide a
que usted sugiera e inicie algo en beneficio de la comunidad?
"La Iglesia ha nacido con este fin: propagar el
reino de Cristo en toda la tierra para gloria de Dios Padre y hacer así
a todos los hombres partícipes de la redención salvadora de Cristo. Toda
la actividad del Cuerpo místico, dirigida a este fin, se llama
apostolado, el cual la Iglesia lo ejerce por obras de todos los
cristianos, aunque de diversas maneras. La vocación cristiana es, por su
naturaleza, vocación también al apostolado. Así como el conjunto de un
cuerpo vivo no tiene miembros que se comportan de manera meramente
pasiva, sino que todos participan en la actividad vital del cuerpo,
igual manera en el Cuerpo místico de Cristo, que es la Iglesia, todo
cuerpo crece según la operación propia de cada uno de sus miembros
(Efesios 4, 16), que el miembro que no contribuye según su propia
capacidad al aumento del cuerpo, debe reputarse como inútil para la
Iglesia y para sí mismo". (Concilió Vaticano Segundo, Laicos 2).
6. Leamos la Biblia con la Iglesia
Lunes: Hechos 6, 8-15; Juan 6, 22-29
Martes: Hechos 7, 51-58; Juan 6 30-35
Miércoles: Hechos 8, 1-8; Juan 6, 35-40
Jueves Hechos 8, 26-40; Juan 6, 44-51
Viernes: Hechos 9, 1-20; Juan 6, 52-59
Sábado: Hechos 9, 31-42; Juan 6, 60-69
Rey de la vida
Señor, alabamos por tu peregrinaje en este mundo y
bendecimos tu bondad para con los hombres. Tú pasaste por este mundo
haciendo el bien a todos. Tú eres la vida. Gracias te damos.
Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son
sanados, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les
anuncia la Buena Nueva. Tú eres la vida, a ti la gloria.
A todos los enfermos y poseídos los han llevado
aquí, toda la ciudad se reunió ante tu puerta y tú sanaste toda
enfermedad y dolencia del pueblo. Tú eres la vida, al di la duración.
Te acercaste al féretro del joven de Naím y le
dices: "Joven, levántate", y lo devuelves a su madre. Tú eres la vida,
aquí el honor.
Tomas de la mano a la niña muerta y le ordenas que
se levante. Se levanta y camina. Tú eres la vida, a ti la alabanza.
Ante el sepulcro de Lázaro lo llamas para que salga
y el que había estado ya cuatro días en el sepulcro, sale de él. Tú eres
la vida. A ti el honor.
Quebrantas la roca de tu tumba y glorioso resucitas
de los muertos. Tú eres la vida. A ti el poder.
Volverás para resucitar a todo mortal. Tú eres la
vida. A ti nuestro amor.