Solemnidad de Corpus Christi, Solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo B: Catequesis para Niños - Preparemos con ellos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la Celebración Eucarística
Recursos adicionales para la preparación
Falta un dedo: Celebrarla
Las Lecturas del Domingo
Pasaje del día:
Marcos 14, 12-16. 22-26: Tomen y coman.
CATEQUESIS
Casi mueren casi de sed.
Cerca de Beleón do Porto, puerto del Atlántico brasileño, una familia subía a su bote para cruzar hacia otro lado de la bahía a varios kilómetros de distancia. Después de haber navegado dos horas, se les malogró el motor y se quedaron a la deriva. No habían traído nada: ni remos, ni alimentos, ni agua. El calor era tan fuerte que pensaron que pronto iban a morir de sed. Ya les embargaba la desesperación cuando veían como se acercaba un buque grande. Cuando pasaba cerca gritaban al capitán que estaba apoyado en la baranda: "Agua, agua". Por única respuesta el capitán les dijo: "¡Beban, beban!". Y el buque seguía de largo y desapareció en la lejanía. Grande era la desesperación hasta que al final uno de la familia osó coger un poco de agua del mar y la probó. Era agua dulce. Es que estaban cruzando por la desembocadura del río Amazonas.
Así nosotros a veces parecemos morir abandonados cuando estamos rodeados de la ayuda de Dios.
La cercanía de Dios.
Hay personas que no se dan cuenta que Dios está cerca. Todo el día piensan en muchas cosas: cómo hacer su trabajo, qué comer, cómo dormir, cómo jugar, cómo descansar, etcétera., y todo el día su cabeza está llena de pensamientos respecto a estas cosas. De repente se presenta un problema y entonces piensan de Dios ¿Y saben lo que pasa? No lo encuentran porque no tienen costumbre de pensar en Dios. Por ejemplo, si uno lee algo en el periódico y después ya no piensa en lo que ha leído, ¿uno lo va a recordar acaso después de una semana?... (No). ¿Quien ha leído el período dedicó de la semana pasada? ¿Qué estaba escrito hay? ¿Quien ha leído el periódico del mes pasado? ¿Y que dijo? Nadie se acuerda ya. Lo mismo podemos decir respecto a lo que han hablado con sus padres. Lo de ayer ¿lo recuerdan todavía ¿y lo de la semana pasada? Es difícil recordar porque uno ha prestado atención una vez y después ya no. Lo mismo pasa en nuestra relación con Dios. Cuando uno no piensa en Él, poco a poco uno se olvida de que está muy cerca. ¿Ustedes saben dónde está Dios?... (En el cielo, en la tierra y en todo lugar). Así es. Y Él está siempre con nosotros, muy cerca porque nos ama. Lo triste es que no le prestamos atención y pensamos más en cosas que no tienen realmente importancia.
Pensamos que Dios está lejos
A nosotros mismos nos sucede que pensamos que Dios está lejos, a veces. ¿Cómo debería sentirse uno pensando en Dios, triste o alegre?… (Alegre). Porque pensar en Dios significa estar conscientes que Dios nos ama mucho y en todo momento. Pero a veces estamos tan tristes como si Dios no estuviera presente. Cuando Dios está cerca ¿uno debería sentir paz o cólera?… (Paz). Porque Dios quiere que todos vivamos en paz. ¡Y cuantas veces estamos con cólera aunque Dios esté cerca! ¿Cuando uno piensa en Dios, debería estar con ganas de perdonar, de ayudar y de decir la verdad o con ganas de tener resentimiento, de ser flojo y de mentir?… (Perdonar, ayudar y decir la verdad). ¡Y cuantas veces nosotros estamos muy resentidos, no queremos ayudar y decimos mentiras! Es como si Dios no estuviera. El problema es que no pensamos en Dios. Pensamos en nosotros mismos o en las cosas. Somos como la familia que casi se muere de sed porque pensaba que toda el agua que los rodeaba era agua salada. Y en realidad era agua ¿?… (Dulce). Era como si no hubiese allí agua dulce.
Signos de su cercanía
Dios quiere ayudarnos. Él sabe que no lo podemos ver y que muchas veces dejamos de pensar en El. Para que no nos muramos de sed de Dios, Jesús ha dejado algo que sí se puede ver y que nos dará nueva fuerza. Vamos a escuchar ahora el Evangelio que nos habla de la maravillosa ayuda de Jesús.
Se lee el Evangelio
Signo de la presencia de Dios
¿Que es lo que Jesús nos ha dejado?… (Su cuerpo y sangre). Con este Sacramento podemos alimentarnos y nunca moriremos de hambre de Dios. Los que han hecho la primera comunión pueden siempre acercarse y recibirlo. Los demás debemos esperar un poco pero por mientras podemos hacer las cosas que nos recuerda que Dios está cerca:… (Perdonar, decir la verdad, etc.). Y de nuestra parte podemos hacer algo para ser muy conscientes de la presencia de Dios. Cuando hablas frecuentemente con una persona piensas también frecuentemente en ella. ¿Cómo podemos hablar con Dios para pensar también más en Él?… (Orando). Así es. Cuanto más hablamos con Dios tanto más somos conscientes que está cerca y entonces este maravilloso signo de la presencia de Dios que es el Cuerpo de Cristo, tiene un mayor fuerza porque estamos pensando frecuentemente en Él.
Con el Catecismo de la Iglesia Católica entender y vivir la Palabra