Domingo 4 de Cuaresma A - Catequesis preparatoria para niños: preparemos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Recrusos adicionales para la preparación
Falta un dedo: Celebrarla
1. Pasaje del domingo
La Catequesis
Catequesis I: Ver con el Corazón
Meta
Muchas veces los adultos vemos solamente la superficie de la realidad pero
no nos percatamos de la realidad que está detrás de las cosas. Es que nos
agobian los problemas y el trabajo. Ayudemos a los niños a mantener y a
acrecentar la visión por lo que está escondido en todos los acontecimientos:
el amor de Dios y su invitación a darle una respuesta.
Preliminares
Los niños han traído el corazón de la semana pasada con el propósito correspondiente que se fijan para que sean visibles. El catequista comenta con los niños los propósitos, averigua las dificultades, resalta los éxitos y anima a los niños a tener siempre unos propósitos muy concretos y prácticos. Los anima a seguir en el esfuerzo de demostrar el amor a Dios y al prójimo durante la Cuaresma.
El ciego pregunta
Había una vez un ciego que preguntó: “¿Cómo es la leche?” Su amigo le contestó: “La leche es blanca como el papel”. “Ya entiendo, dijo el ciego, va a crujir como el papel cuando lo doblo”. “No, le contestó el amigo, la leche es blanca como es blanca la harina”. “Perfecto, así era la reacción del ciego, la leche es como polvo”. “No, es como la nieve”. Ajá, entonces es fría”, dijo el ciego. Hubieran podido hablar horas y horas. El amigo se despidió y se fue. ¿Por qué es tan difícil explicar el color de la leche a un ciego?… (No puede ver). El ciego vive como si estuviera siempre en un cuarto oscuro, sin luz, sin poder distinguir nada.
Nuestra ceguera
Nosotros podemos dar gracias a Dios porque vemos la luz del sol, los colores de las flores, las imágenes y el cielo. Pero a veces somos como ciegos. Por ejemplo, ¿quién puede ver a Dios?… (Nadie). Somos como ciegos al respecto. A veces vemos como uno llora y es como si no lo veríamos; a veces vemos a alguien que tiene hambre y nos hacemos los malentendidos. Somos como ciegos; no vemos la necesidad de los demás. Es como si nos faltara algo importante. Ahora les voy a contar otra historia que es como para enseñarnos a ver bien.
El principito
Había una vez pequeño príncipe que caminaba por el mundo para buscar a un amigo verdadero. Traba amistad con un zorro. Cuando llega la hora de despedirse, el zorro le dice: “Te voy a contar mi secreto. Es muy sencillo: se ve bien sólo con el corazón. Las cosas importantes son invisibles a la vista de los ojos”. Y el pequeño príncipe repite la frase para grabarla bien en su memoria: “Las cosas importantes son invisibles a la vista de los ojos. Se ve bien sólo con el corazón”.
Ahora ustedes saben y pueden decirme: ¿cómo veo que el otro necesita mi ayuda? ¿Lo veo con mis ojos?… (No, se ve sólo con el corazón). ¿Qué es lo que me ayuda para darme cuenta y no me haga el indiferente cuando alguien está triste?… (El corazón). ¿Qué otras cosas se ven sólo con el corazón?… (El amor, el hambre, el cariño, etc.). Ahora vamos a concentrarnos cada uno en lo que vamos a escribir en el corazón rojo que les voy a dar para que sea el propósito de esta semana. Lo traerán la semana que viene y lo juntaremos con el corazón de esta semana. A ver, si aprenden a mirar bien con el corazón.
Catequesis II: Decídete
Meta
Necesitamos continuamente ejercitarnos en las cosas pequeñas para poder realizar cosas grandes. Lo mismo vale por nuestro compromiso para con Cristo. Es preciso ser testigos del señor ante obstáculos pequeños para poder hacerlo también cuando nos exponemos a riesgos grandes.
Procedimiento
Este pasaje bíblico se ofrece para ser representado por
los niños. Procederemos de la siguiente manera: primero se proclama el
Evangelio. Luego se escoge los actores. Luego leemos nuevamente el Evangelio
y los actores realizan las diversas escenas y dicen las diversas fases.
Pensamos que insistimos que no es necesaria siempre en explicarlo todo.
Basta que los niños observen y puedan identificarse con los diversos
personajes del Evangelio. Luego conversamos con los niños acerca de lo que
nos hace amigo o enemigo de Cristo.
Vivencia
Catequesis I: Los niños reciben un corazón para apuntar en él su
propósito de la semana
Catequesis II: Los niños llevan a su casa una hoja que tiene dos columnas:
“Amigos de Cristo” y “Enemigos de Cristo”. Se les anima a que apunten hechos
concretos cuando se han hecho amigos de Cristo y cuando han sido enemigos de
Cristo. Lo anotado en la segunda columna se puede tachar cuando en la noche,
al hacer examen de conciencia, se ha pedido perdón por ello.
El Niño
El contar cuentos es algo serio porque permite a los niños vivir el trasfondo de las cosas. De esta manera más tarde se espera que tengan acceso a la poética y que conserven un sentido para la transcendencia de Dios. No les vamos a hablar de lo “serio de la vida” como si la visión superficial del esfuerzo y del trabajo sea lo único de valor en este mundo. Ayudemos a los niños a mantener esta visión del “más allá”.
Condición previa
Los que viven una vida gris, rutinaria tienen que achacarse la culpa de ello a sí mismos. Los que se aburren, los que se cansan de este mundo no tienen fe. No miran “con los ojos del corazón”. Necesitamos superar este condicionamiento no solamente para ser creativo en bien de los niños sino también, y ante todo, para crecer en la fe.
Queremos ayudar
a que los niños, por medio de la catequesis dominical, puedan
compenetrarse de la Palabra de Dios proclamada durante la Misa Dominical
Parroquial. De
ningún modo queremos dar
pie al terrible malentendido como si pretendiéremos colaborar en sustituir
la Misa Dominical de la Comunidad Parroquial con una Misa para Niños.
Tenemos una
seria acusación al
respecto.