Domingo 4 de Cuaresma A - Iglesia del Hogar: en Familia, como Iglesia doméstica, preparamos la Acogida de la Palabra de Dios proclamada durante la celebración de la Misa dominical
Recrusos adicionales para la preparación
1. -
Introducción a la Palabra de
Dios
2.2
Reflexionemos con los niños
6. - LEAMOS LA BIBLIA CON LA
IGLESIA
Falta un dedo: Celebrarla
1.
Introducción
a la Palabra de Dios
1.1.Primera Lectura Samuel 16,
lb.6-7.10-13a
¡Cuántas
veces en la vida las apariencias
nos
han engañado! A nuestra mirada todo parecía en orden, todo parecía indicar que
las cosas andaban bien y fuimos amargamente convencidos de lo contrario. ¿Cuál
será la consecuencia? ¿Procederemos como
los pesimistas que suponen siempre lo peor? Tiene la ventaja que
no te desilusionarás más. Tiene una gran desventaja
y esta es
decisiva: ya no será capaz
de apreciar las cosas buenas de la vida porque todo llevará su gota de
amargura, todo estará envenenado por la
suspicacia. Por eso los""buenos criollos" no podrán ser
felices jamás.
Tampoco
hay que ser cándido en el sentido de no ver la maldad y no tomarla en cuenta.
Deberíamos
aprender de Dios que se acerca a cada uno con amor. Lo ama tal como es, con
todas sus culpas y
basuras que lleva
adentro. ¿Que es difícil? ¿Quién dijo lo contrario? Todo lo puedo en El que me
da la fuerza.
Además hay otro aspecto que debemos tomar en cuenta. Dios es el dueño dela historia y él dirige todo para bien de los hombres.
Al
entrenarnos a mirar a los demás con los ojos de Dios aprenderemos, con la
gracia de Dios, a amarlos
aunque nos
hagan daño y sabremos que Dios utiliza hasta la maldad para lograr un bien para
todos los involucrados aunque sea sólo para darte un corazón misericordioso.
Al elegir
Dios a David, tiene previsto todo lo que hará para la humanidad por medio de
este muchachito. ¡Que esta lectura nos anime a pedirle a Dios de poder mirar
más allá de las apariencias!
1.2 Segunda Lectura Efesios 5,8-14
La
mentira, el vicio, el pecado hacen un daño terrible al ambiente aunque
los medios de comunicación se esfuercen de
justificarlos con los argumentos de que cada uno puede hacer lo que le dé la
gana, que hay que respetar las opiniones de todos. No hay duda, conforme que
avanza la "'civilización" nos quieren hacer creer que el aborto, la
homosexualidad, la coima, las influencias son
cosas de la vida y forman parte de ella. Tenemos que resignarnos
Los
cristianos seremos cada vez más una minoría dentro de una sociedad cada vez más
pagana. El cristiano
tiene en estas
circunstancias un papel
enormemente
importante: debe ser luz. Su ejemplo, su palabra debe "iluminar" las
tinieblas. Donde se proclama la verdad de Dios, donde se da vive
lo que Dios enseña, la realidad es iluminada. Poco importa si nos ridiculizan.
Hemos realizado nuestro cometido, nuestra misión. Los que perseveran, más que una
vez
observarán como Dios
liberará a los que viven en tinieblas y
lejanía Dios. Verán como
recobran la fe
y vuelven a Dios. ¿No vale la pena de ser minoría con tal que podemos ayudar a
los hermanos a ver la luz?
-Esta lectura
nos debe animar a ser luz de Cristo.
El evangelio nos relata la curación del ciego de nacimiento. Es impresionante cómo progresa en la fe, es decir, como el ciego alcanza cada vez más nítidamente la visión verdadera de la realidad que la es la realidad de Jesucristo. Primero dice: "El hombre al que llaman Jesús". Al ser acosado por los fariseos, que son los verdaderos ciegos, dice:" Es un profeta". Pero Jesús mismo tiene que revelarse a él diciendo:" ¿Crees en el Hijo del hombre?" Nosotros sabemos que "hijo del hombre" se refiere a la pasión del Hijo de Dios hecho hombre. Esta es la verdadera fe.
Al final
es el ciego que ve y los que creen que ven – los fariseos – son los verdaderos
ciegos.
No nos
dejemos
cegar por los cuidados de la
vida y sus problemas. Nos ciegan para
lo que es la realidad auténtica: la realdia de Dios. Después de haber
leído con tranquilidad el evangelio pidámosle al Señor que nos sane de esta
ceguera que no nos permita verlo presente
en todos los acontecimientos de la vida.
El
cristiano, que se introduce en el Cuerpo de Cristo por el Bautismo, se
convierte en hijo de la Luz y puede decir, junto con San Pablo:" Mi vida
es Cristo". Recibe el poder de hacer brillar la luz en un mundo de
tinieblas, de hacer surgir la vida allí donde la muerte tiene poder.
Participando de la suerte de los santos en la luz, viviendo de ahora
en adelante en Jesucristo, el cristiano es
llamado en la tierra para
el combate de
los últimos tiempos. San Pablo recomienda habitualmente: hay que revestirse de
las amras de luz y e rechazar las obras de las tineiblas. De la misma forma se
trata de participar en continuamente en la muerte de Cristo para poner de manifiesto
la vida. Todo lo que es mortal debe ser absorbido progresivamente por la vida.
Los
cristianos continuamos la misión de Cristo que ha dicho:"Yo soy la luz del
mundo". Ya los antiguos
judíos
afirmaban que donde
había un creyente
allí se hacia presenta Dios. ¿Por qué se despierta tanta inquietud cuando ante
un grupo de disolutos un cristiano da testimonio de la verdad. Ahí la luz de
Dios ilumina a las tinieblas y las destruye.
Es, pues,
tarea del cristiano, de hacerse cada vez más diáfano a la presencia y acción de
Dios, superando el pecado y la muerte en al fuerza de Cristo Jesús. Así la sola
presencia de un cristiano hace estremecerse al enemigo porque la luz siempre
trae la vida y mata la muerte.
2.2
Reflexionemos
con los niños
Fácilmente
somos ciegos ante las necesidades de los demás porque nos preocupa más lo
nuestro. La vida familiar tiene mucho de rutinario. Sin embargo, hay diferencia
entre rutina y rutina. Existen rutinas "buenas" y rutinas
"malas". Las malas generalmente se producen cuando no se quiere
sufrir. Entones desarrollamos rutinas para que menos nos afecten los demás. Es
toda una aventura descubrir junto con los niños las rutinas "malas"
que son producto de una ceguera y las rutinas "buenas" que pueden iluminar la
convivencia familiar..
Para ser
luz del mundo hay que llegar a ser transparente a la luz de Cristo. Esto lo logramos cuando acudimos asiduamente a las fuentes de vida y de luz. La
Palabra de Dios, la renovación de la Alianza en la Sangre de Cristo nos llenan
de luz, borran las tinieblas de nuestros pecados y dirigen nuestra mirada hacia
la luz eterna.
Celebramos
un lucernario
antes de acostarnos.
SE han
apagado todas las luces. Se cierran las persianas para que la luz de afuera
tampoco entre en el cuarto. Estamos en oscuridad y el papá dice:" Los
hombres a solas estamos en tinieblas porque somos pecadores. Pero cuando
dejamos que Dios entra en nuestra vida, las
tinieblas se iluminan" Se enciende una vela. Dice la mamá:
"Recibimos
la luz de Cristo
cuando
dejemos que el Espíritu Santo
ilumine nuestra vida, nuestros pensamientos, nuestros trabajos y descansos,
nuestras alegrías y tristezas". Se enciende la vela delos padres.
Dicen los padres: " Todos los que
desean la luz de Cristo pueden recibirlo, porque Jesús quiere estar
con
cada uno". Los niños se acercan a los padres y encienden sus velitas. Los
niños se acuestan sin encender la luz eléctrica. A la luz de su vela hacen su oración de la noche. Los padres apagan
las velitas cuando los niños se han dormido.
Cristo
murió por todos, y la vocación suprema del hombre en realidad es una sola, es
decir, la divina. En consecuencia, debemos creer que el Espíritu Santo ofrece
e a todos la posibilidad de que, en la
forma de sólo Dios conocida, se asocien a este misterio pascual. Este es el
gran misterio del hombre que la Revelación cristiana, esclarece a los fieles.
Por Cristo y en Cristo se ilumina el enigma del dolor y de la muerte, que fuera del Evangelio nos envuelve en absoluta
oscuridad. Cristo resucitó; con su muerte destruyó la muerte y nos dio la vida para que, hijos en el Hijo, clamemos,
en el Espíritu:
" ¡Abba, Padre!"
(Vat. II, Gaudium et Spes no 22)
6. Leamos la Biblia con la Iglesia
Lunes:
Is
65,17-21
Jn
4,43-54
Martes:
Ez
47,1-9.12
Jn
5,1-3a.5-16
Miércoles: Is
49,8-145 Jn 5,17-30
Jueves: Ex
32,7-14
Jn
5,31-47
Viernes: Sab
2, 1a.12-22
Jn
7,1-2.10.25-30
Sábado: Jer
11,18-20
Jn 7,40-53
7.1 NO HAY
DICHA PARA MÍ FUERA DE TI
(salmo 15)
Y yo le
dije: ¡no hay dicha para mí fuera de ti!
Yo no
rindo culto a las estrellas de cine ni a los líderes políticos y no adoro
dictadores.
No estamos
suscritos a sus periódicos ni inscritos en sus partidos,
No
hablamos con slogans ni seguimos sus consignas.
No
escuchamos sus programas ni creemos sus anuncios.
No nos
vestimos con sus modas ni compramos sus productos.
No somos
socios de sus clubes ni comemos en sus restaurantes.
Yo no envidio
el menú de sus banquetes ni libaré yo sus sangrientas libaciones.
El Señor
es mi parcela de tierra en la Tierra prometida.
Me tocó en
suerte bella tierra en la repartición agracia de la Tierra prometida
Siempre
estás tú delante de mí y saltan de alegría todas mis glándulas.
Aun
mientras duermo y aun en el subconsciente te bendigo.'
(E.
Cardenal)