Catequesis
Dominical para Niños
Domingo
3 de Cuaresma A
Dame de Beber
El príncipe mendigo
Cuentan que una vez un mendigo caminaba por la calle pidiendo limosna y pan para
comer cuando vio un carro lujoso se
estaba acercando. Se sorprendió cuando el carruaje paró a su lado y bajaba de él un señor elegantemente vestido. Era un príncipe que se acercaba al
mendigo. Este lo miró esperando que le iba a dar una limosna. Pero el príncipe
le preguntó: "¿Qué tienes para
regalarme?" El mendigo confundido buscó entre las cosas de su bolsa y
puesto que tenía mucha hambre sacó sólo
dos granos de trigo y se los regaló al príncipe. El príncipe le agradeció
cortésmente y, subiendo a su carruaje se fue. En la noche cuando el mendigo vaciaba
su costal para ver lo que le habían dado de limosna encontró dos granos de oro.
Se dio cuenta que si le hubiera dado al príncipe algo más grandes hubiera
recibido las mismas cosas en oro. Y le
dio mucha pena.
Jesús y la samaritana (Sugerencias
para el diálogo)
Algo muy similar pasó hoy en el
evangelio. Jesús está muy cansado, se sienta junto al pozo de Jacob y le pide a
la samaritana que le dé de beber. Pero Jesús tiene algo más valioso que dar.
¿Recuerdan lo que le dice a la mujer?... ("El que bebe del agua que yo
daré nunca más tendrá sed... es una agua que salta has la vida
eterna"). ¿La mujer sólo le podía
dar? (Agua para beber). Y Jesús ¿qué
puede que dar?... (agua de vida eterna)
Nosotros somos los mendigos
¿Alguien le puede dar a Jesús, o a
Dios algo que no tenga?... (nadie) Es que somos unos mendigos ante Dios. Pero
Jesús es cómo el príncipe del cuento. A pesar de nuestra pobreza, a pesar de
que no tenemos nada que le haga falta, él nos pide que le hagamos reglaos.
Vamos ver: ¿Qué regalos le podemos hacer a Jesús?... (oraciones, obrar bien,
ayudar en casa, no pelear, etc.). Son pocas cosas que le podemos regalar a
Jesús y él en cambio ¿qué nos regala?
(La vida eterna), Es como hacer oro de las cosas sin valor que
regalamos.
Preparar el
corazón
¿Recuerdan lo que le regaló el mendigo al
príncipe?... (dos granos
de trigo). Y estos ¿se convirtieron en?... (oro).
Si regalaba por ejemplo un pan grande al príncipe ¿qué hubiera
sucedido? (El pan se hubiera
convertido en oro). Cuando Jesús
convierte el pan lo convierte en algo mucho más valioso que oro. ¿Qué es? (En su cuerpo). Se convierte en pan de vida eterna. Sobre esto vamos a hablar el
próximo domingo.
Ahora bien
si le regalamos a Jesús cosas de poca monta Jesús no puede convertirlo en gran
cosa porque nuestro corazón es estrecho, mezquino, no está preparado. En cambio
cuando regalamos las cosas bien hechas entonces él puede regalarnos cosas grandes porque nuestro corazón está
preparado. Vamos a ver: si tienes 3 caramelos puedes regalárselo a tu amigo o
amiga o hermanos en esta proporción: 1 para el
otro y 2 para ti. Pero Jesús
¿cuáles va a convertir en oro de vida eterna?... (el caramelo regalado) Cuénteme otros
ejemplos para ver como Jesús puede cambiar poco o mucho...
Ahora
sabemos como preparar el corazón y seguramente ya habremos hecho nuestro
propósito.
(volver arriba)