NATIVIDAD DEL SEÑOR C
MISA DE LA VIGILIA
«Resultó
que Ella esperaba un hijo, por obra del Espíritu Santo»
CONTENIDO
I.
LA PALABRA DE DIOS
A. Comentarios de Sabios y
Santos
B. Suplementos
II. LA FE DE LA IGLESIA
III. TESTIMONIO CRISTIANO
IV. SUGERENCIAS PARA EL ESTUDIO DE LA HOMILÍA
A. Apunte bíblico-litúrgico
B. Contenidos del Catecismo de
la Iglesia Católica
C. Otras sugerencias
Is 62, 1-5: «El Señor te prefiere a Tí»
Sal 88, 4-5.
16-17. 27. 29.: «Cantaré eternamente...»
Hch 13, 16-17.
22-25: «Pablo da testimonio de Cristo, Hijo de David»
Mt 1, 1-25: Genealogía de Jesucristo, Hijo de
David
«Desde las primeras formulaciones de la fe,
la Iglesia ha confesado que Jesús fue concebido en el seno de la Virgen María
únicamente por el poder del Espíritu Santo» (496).
«Los relatos evangélicos presentan la
concepción virginal como una obra divina que sobrepasa toda comprensión y toda
posibilidad humanas...» (497).
«María la siempre Virgen». La profundidad de
la fe en la maternidad virginal ha
llevado a la Iglesia a confesar la virginidad real y perpetua de María, incluso
en el parto del Hijo de Dios hecho hombre. En efecto, el nacimiento de Cristo
«lejos de disminuir, consagró la integridad virginal de su Madre». La liturgia
de la Iglesia celebra a María como la
«Aeiparthenos», la «siempre virgen» (499).
«El Príncipe de este mundo ignoró la
virginidad de María y su parto, así como la muerte del Señor: tres misterios resonantes
que se realizaron en el silencio de Dios» (S.
Ignacio de Antioquía, Smyrn, Ef 19, 1; cf 1 Co 2,8).
María «fue Virgen al concebir a su Hijo,
virgen durante el embarazo, virgen en el parto, virgen después del parto,
virgen siempre» (S. Agustín, serm. 186, 1) (510).
Celebración de la espera, la de hoy. De las
dos esperas. Las dos aparecen en los textos litúrgicos de la celebración: «Hoy»
y «Mañana». (Antífona de Entrada) «Concédenos que así como ahora acogemos gozosos a tu Hijo como
Redentor, lo recibamos también
confiados cuando venga como Juez». (Colecta).
Con lenguaje esponsal anuncia Isaías la
restauración de Israel, tipo y anuncio de la salvación de Jesucristo. De la de
«Hoy» y de la de «Mañana». (Primera lectura). A la primera venida se refieren
la segunda lectura y, sobre todo, el texto evangélico, que nos presenta a
Jesucristo ya en nuestra historia, engendrado según una línea genealógica y
concebido en las entrañas de la Virgen por obra del Espíritu Santo.
La fe:
La virginidad de María: 496-507.
La respuesta:
La promesa y la oración de la fe: 2570-2573.
La maternidad virginal de María es el signo
único de un Hijo único, compendio de la trascendencia de la salvación y prueba
de que Jesús eligió lo débil de este mundo para confundir a lo fuerte. Dios
salva al mundo no con la riqueza y el poder, sino con la pobreza y la debilidad.
Los creyentes en Jesús hemos de celebrar la
Navidad unidos a todos los hombres, con especial atención a los que no han
recibido todavía la alegre buena noticia. El camino del Hijo de Dios, al
encarnarse, fue el hombre, y por ello, el camino de la Iglesia y del creyente
ha de ser el hombre, todo hombre, todos los hombres, de los que Cristo se hizo
hermano. (Cf Juan Pablo II, Redemptor Hominis).
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