NATIVIDAD DEL SEÑOR C
MISA DEL DÍA
«La
Palabra se hizo Hombre»
CONTENIDO
I.
LA PALABRA DE DIOS
A. Comentarios de Sabios y
Santos
B. Suplementos
II. LA FE DE LA IGLESIA
III. TESTIMONIO CRISTIANO
IV. SUGERENCIAS PARA EL ESTUDIO DE LA HOMILÍA
A. Apunte bíblico-litúrgico
B. Contenidos del Catecismo de la Iglesia Católica
C. Otras sugerencias
Is 52, 7-10: «Los confines de la tierra verán
la victoria de nuestro
Dios»
Sal 97, 1.2-3ab.3cd-4.5-6: «Los confines...»
Hb 1, 1-6: «Dios nos ha hablado por su Hijo»
Jn 1, 1-18: «La Palabra se hizo carne y
acampó entre nosotros»
«En el momento establecido por Dios, el Hijo
único del Padre, la Palabra eterna, es decir, el Verbo e Imagen substancial del
Padre, se hizo carne: sin perder la naturaleza divina asumió la naturaleza humana»
(479).
«Jesucristo es verdadero Dios y verdadero
hombre en la unidad de su Persona divina; por esta razón él es el único
Mediador entre Dios y los hombres» (480).
La Encarnación es pues el Misterio de la
admirable unión de la naturaleza divina y de la naturaleza humana en la única
Persona del Verbo (483).
«Nadie sube al cielo sino el que bajó del
cielo» (Jn 3,13). Recibiendo el cuerpo de Adán por medio de María... !Ea, pues,
hermanos! Dios quiso ser Hijo del Hombre y que los hombres fueran hijos de
Dios. Bajó para que nosotros subiéramos...; pero si El es el único que sube,
¿qué esperanza nos queda a los demás? Nuestra esperanza se funda en que El bajó para que hechos
unos con El subamos todos con El y por El... (S. Agustín, PL 38) (Cf
1330-1331).
La Palabra de Dios hoy proclamada nos invita
a penetrar en la profundidad del Misterio de la Navidad. Con una sencilla y
bella expresión, teológicamente densa, proclama San Juan el Misterio de la
Navidad: «la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros».
El texto de la carta a los Hebreos coincide
en el mismo mensaje: «En esta etapa final Dios nos ha hablado por su Hijo
Jesucristo, ``reflejo de su gloria, impronta de su ser''» que «sostiene el
universo con su palabra poderosa».
El texto de Isaías es una invitación a
alegrarnos por la «Buena Noticia» y a
comprometernos para transmitirla a todo el mundo: «verán los confines de la
tierra la victoria de nuestro Dios».
La fe:
Cómo es hombre el Hijo de Dios: 470-483.
La respuesta:
Nuestra comunión en los misterios de Jesús:
519-521.
«El Niño que nos
ha nacido y el Hijo que se nos ha dado» es la expresión del amor de Dios. «En
ésto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su
Hijo Unico para que vivamos por medio de El» (Jn 4, 9).
En Navidad debe fomentarse el espíritu de
adoración y de contemplación y acción de gracias en contraste con la
creciente secularización de las fiestas
navideñas.
De él brotará el deseo y compromiso de ser
evangelizadores de la «Buena Noticia» y «gran alegría» y nuestro acercamiento y
solidaridad con los pobres.
Los que creen en Jesús se hacen «hijos de
Dios», «nacidos de Dios». Lo cual se ha hecho realidad en los santos, de carne
y hueso como todo hombre, que son nuestros modelos para el seguimiento de Jesús
y nuestra entrega a El. Ellos nos estimulan a una conversión sincera, constante
y progresiva y a dejarnos evangelizar para ser evangelizadores.
vea:
clerus.org
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