Bendición de la Corona de Adviento
La corona de Adviento se ha constituido en muchos lugares como el "gran signo", casi imprescindible, del Adviento. Puede ser bueno usarla, incluso pedagógico, pero sabiendo que es un elemento más del Adviento y que éste merece una adecuada mistagogia espiritual, los cantos propios, la homilía diaria centrada en la primera lectura (ya diremos porqué) hasta el 16 de diciembre inclusive, la oración personal con las oraciones colectas y prefacios.
Para quien quiera usar la corona de Adviento le puede ser útil saber lo que
indica el "Bendicional":
1235. La "Corona de Adviento" o "Corona de las luces de Adviento" es un
signo que expresa la alegría del tiempo de preparación a la Navidad. Por
medio de la bendición de la corona se subraya su significado religioso.
1236. La luz indica el camino, aleja el miedo y favorece la comunión. La luz
es un símbolo de Jesucristo, luz del mundo. El encender, semana tras semana,
los cuatro cirios de la corona muestra la ascensión gradual hacia la
plenitud de la luz de Navidad. El color verde de la corona significa la vida
y la esperanza.
1237. La corona de Adviento es, pues, un símbolo de la esperanza de que la
luz y la vida triunfarán sobre las tinieblas y la muerte. Porque el Hijo de
Dios se ha hecho hombre por nosotros, y con su muerte nos ha dado la
verdadera vida.
1241. La "Corona de Adviento", que se ha instalado en la iglesia, se puede
bendecir al comienzo de la Misa. La bendición se hará después del saludo
inicial, en lugar del acto penitencial.
MONICIÓN INTRODUCTORIA
"Hermanos:
Al comenzar el nuevo año litúrgico vamos a bendecir esta corona con que
inauguramos también el tiempo de Adviento. Sus luces nos recuerdan que
Jesucristo es la luz del mundo. Su color verde significa la vida y la
esperanza. La corona de Adviento es, pues, un símbolo de que la luz y la
vida triunfarán sobre las tinieblas y la muerte, porque el Hijo de Dios se
ha hecho hombre y nos ha dado la verdadera vida.
El encender, semana tras semana, los cuatro cirios de la corona debe
significar nuestra gradual preparación para recibir la luz de la Navidad.
Por eso hoy, primer domingo de Adviento, bendecimos esta corona y encendemos
su primer cirio".
1242. Luego el ministro, si es sacerdote o diácono, con las manos
extendidas... dice la oración de bendición:
Oremos.
La tierra, Señor, se alegra en estos días,
y tu Iglesia desborda de gozo
ante tu Hijo, el Señor,
que se avecina como luz esplendorosa,
para iluminar a los que yacemos en las tinieblas
de la ignorancia, del dolor y del pecado.
Lleno de esperanza en su venida,
tu pueblo ha preparado esta corona
con ramos del bosque
y la ha adorando con luces.
Ahora, pues, que vamos empezar el tiempo de preparación
para la venida de tu Hijo,
te pedimos, Señor,
que, mientras se acrecienta cada día
el esplendor de esta corona, con nuevas luces,
a nosotros nos ilumines
con el esplendor de aquel que, por ser la luz del mundo,
iluminará todas las oscuridades.
Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
R/ Amén.
Y se enciende el cirio que corresponda según la semana del Adviento.
(Aconsejo de camino a todos, especialmente a los equipos de liturgia y
demás, que adquieran la costumbre de emplear el Bendicional y mirar con
tranquilidad también el índice: ofrece muchísimas posibilidades y
celebraciones que enriquecerían la vida litúrgica parroquial sin tener que
inventar siempre cosas sobre la marcha).
cortesía http://corazoneucaristicodejesus.blogspot.com/