Vivir la Cuaresma cada día (de los 40) con una acción concreta iluminada por sabios y santos: meditar y actuar
Vea al final más ideas para la Cuaresma
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Dia 1: «Cada año la Cuaresma nos ofrece una ocasión providencial para
profundizar en el sentido y el valor de ser cristianos, y nos estimula a
descubrir de nuevo la misericordia de Dios para que también nosotros
lleguemos a ser misericordiosos con nuestros hermanos.» (Benedicto XVI,
Mensaje para la Cuaresma 2008).
Propósito: Buscaré un tiempo para leer un pasaje evangélico.
Día 2: Dios no acepta el sacrificio de los que provocan la desunión, los
despide del altar para que antes se reconcilien con sus hermanos: Dios
quiere ser pacificado con oraciones de paz. La obligación más bella para
Dios es nuestra paz, nuestra concordia, la unidad en el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo de todo el pueblo fiel. (San Cipriano de Cartago).
Propósito: Buscaré acercarme a alguien que me haya ofendido, buscando la
mutua reconciliación.
Día 3: El sacrificio no es virtud distinta del amor, es una cualidad del
amor, esencial, medida del amor.
Propósito: Ofreceré a Cristo el pequeño sacrificio de no tomar mucho de algo
que me guste particularmente en la comida.
Día 4: ¿Por qué quieres dilatar tu propósito? Levántate, y comienza en este
momento, y di: Ahora es tiempo de obrar, ahora es tiempo de pelear, ahora es
tiempo conveniente para enmendarme (La imitación de Cristo).
Propósito: Buscaré hablar siempre bien de todas las personas.
Día 5: El mérito de llevar la cruz no está en el peso de ésta, sino en el
modo de llevarla. Hay que fijarse en la calidad de las acciones y no es su
grandeza y número. (Albino Luciani).
Propósito: Haré tres sacrificios personales, ofreciéndolo por los cristianos
que sufren.
Día 6: Lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el
dolor, sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y
encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido
con amor infinito. (Encíclica Spe Salvi del Papa Benedicto XVI).
Propósito: ofreceré un pequeño sacrificio hoy por algún familiar que
necesite de mis oraciones.
Día 7: Con tan buen amigo presente -nuestro Señor Jesucristo-, con tan buen
capitán, que se puso el primero en el padecer, todo se puede sufrir. Él
ayuda y da esfuerzo, nunca falta, es verdadero amigo (Santa Teresa de
Jesús).
Propósito: Invitaré a otra persona a vivir estos propósitos de Cuaresma.
Día 8: No hay momento tan precioso para pedir a Dios nuestra conversión como
el de la Santa Misa (Santo Cura de Ars).
Propósito: Me quedaré cinco minutos después de la misa de este domingo, para
agradecerle a Dios especialmente por haberle recibido.
Día 9: La Cuaresma es una oportunidad para "volver a ser" cristianos, a
través de un proceso constante de cambio interior y de progreso en el
conocimiento y en el amor de Cristo. La conversión no se realiza nunca de
una vez para siempre, sino que es un proceso, un camino interior de toda
nuestra vida. (Benedicto XVI, Audiencia del 21 de febrero de 2007)
Propósito: Me preocuparé por leer Mensaje del Papa para la Cuaresma.
Día 10: Nuestro progreso se realiza por medio de la tentación y nadie puede
conocerse a sí mismo si no es tentado, ni nadie puede ser coronado si no ha
vencido, ni puede vencer si no ha luchado, ni puede luchar si carece de
enemigo y de tentaciones (San Agustín).
Propósito: Cuidaré que mi trato con los demás sea respetuoso y cortés.
Día 11: Mis ojos están felices porque mis manos enjugan las lágrimas. Hágalo
así usted también. Le aseguro que funciona (Beata Teresa de Calcuta).
Propósito: Buscaré dedicar un momento del día para ayudar a alguna persona
que lo necesite (familiar, amigo, compañero de trabajo).
Día 12: Lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el
dolor, sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y
encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido
con amor infinito. (Encíclica Spe Salvi del Papa Benedicto XVI).
Propósito: ofreceré un pequeño sacrificio hoy por algún familiar que
necesite de mis oraciones.
Día 13: El alma que ha consentido la culpa se ha de horrorizar de sí misma y
limpiarse lo más pronto que pueda, por el respeto que debe tener a los ojos
de Dios, que la está mirando (San Francisco de Sales)
Propósito: Antes de acostarme, examinaré delante de un crucifijo mis faltas,
me arrepentiré, pediré perdón por ellas y haré un buen propósito para el día
siguiente.
Día 14: Volver a empezar, no correr al primer golpe. Ayer fui malo o menos
fervoroso, hoy seré mejor. Ayer pasaron por mi alma muchas lágrimas, muchos
quebrantos, muchas cosas que sentir, mañana no pasarán, he de volver a
empezar.
Propósito: Haré un esfuerzo especial en mis conversaciones para no sólo
evitar hablar mal de los demás, sino incluso resaltar sus cualidades.
Día 15: La conversión consiste en aceptar libremente y con amor que
dependemos totalmente de Dios, nuestro verdadero Creador; que dependemos del
amor. (Benedicto XVI, Audiencia del 21 de febrero de 2007)
Propósito: Buscaré darle gusto a algún miembro de mi familia con el que no
suelo ser muy delicado.
Día 16: Orad, orad, orad; la oración es la llave de los tesoros de Dios; es
el arma del combate y de la victoria en toda la lucha por el bien y contra
el mal (Papa Pío XII).
Propósito: Me acercaré a recibir la comunión ofreciéndola por el incremento
de las vocaciones misioneras.
Día 17: Los demonios no son los que han crucificado a Cristo; eres tú quien,
con ellos, lo has crucificado y lo sigues crucificando todavía, deleitándote
en los vicios y en los pecados. (San Francisco de Asís).
Propósito: Buscaré un momento para visitar a Cristo en la Eucaristía.
Día 18: ¡No tengáis miedo! ¡Abrid de par en par las puertas a Cristo! Abrid
vuestros corazones, vuestras vidas, dudas, vuestras dificultades, alegrías y
afectos a su fuerza salvífica y dejad que Él entre en vuestros corazones.
¡No tengáis miedo! ¡Cristo sabe lo que hay dentro del hombre! ¡Solo Él lo
sabe! (Juan Pablo II)
Propósito: Ofreceré a Dios mi trabajo o mis estudios por el compañero(a) que
más lo necesite.
Día 19: "Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella" (3, 5). No
la constituyó con un acto formal, jurídico, sino que la engendró con sus
obras y su palabra, con sus lágrimas y sufrimientos, derramando por ella
literalmente hasta la última gota de su preciosa Sangre. La Iglesia vale la
cruz de Cristo (Álvaro Corcuera)
Propósito: Haré un acto de caridad con algún necesitado
Día 20: Se da prisa en buscar la centésima oveja que se había perdido [...]
¡Maravillosa condescendencia de Dios que así busca al hombre; dignidad
grande del hombre, así buscado por Dios (San Bernardo).
Propósito: Hoy buscaré acercarme al sacramento de la confesión, para ir
mejor preparado a recibir a Cristo Eucaristía en la misa dominical.
Día 21: El hombre ha sido creado para la felicidad eterna y verdadera, que
sólo el amor de Dios puede dar. […] Todo hombre, para poder caminar en la
justa dirección, necesita ser orientado hacia la meta final. Esta meta
última, en realidad, es el mismo Cristo Señor, vencedor del pecado y la
muerte, que se nos hace presente de modo especial en la Celebración
Eucarística (Sacramentum Caritatis, n. 30).
Propósito: Invitaré a algún amigo a visitar conmigo a Cristo Eucaristía.
Propósito: Perdonaré sinceramente a aquellos que hoy me puedan causar alguna
molestia o incomodidad, sin hacerles notar que me ofendieron.
Día 23: Podemos aplicar a la confesión la célebre frase de San Agustín: el
que te creó sin ti, no te salvará sin ti. También este momento de nuestra
vida cristiana ha de ser considerado con humildad de niño y con coraje de
hombre (Pablo VI).
Propósito: Haré un acto de servicio a alguien sin que se dé cuenta. Sólo lo
veremos Dios y yo.
Día 24: En la Cruz Cristo grita: “Tengo sed” (Jn 19,28), revelando así una
ardiente sed de amar y de ser amado por todos nosotros. Sólo cuando
percibimos la profundidad y la intensidad de este misterio nos damos cuenta
de la necesidad y la urgencia de que lo amemos “como” Él nos ha amado.
(Mensaje de SS. Benedicto XVI para la Jornada de la Juventud, 2007)
Propósito: En vez de escuchar música, dedicaré un buen tiempo para conversar
con mis familiares o mis amigos.
Día 25: Conoce verdaderamente la Pasión sólo quien reconoce que es también
obra suya. [...] Soy yo Judas que traiciona, Pedro que niega, la multitud
que grita «¡A Barrabás, no a ése!». Cada vez que he preferido mi
satisfacción, mi comodidad, mi honor, a Cristo, se ha realizado esto (P.
Raniero Cantalamessa).
Propósito: Hoy usaré internet solamente para aquellas cosas relacionadas con
mis estudios o trabajo.
Día 26: Cuando estamos con Cristo, nos nace rechazar intensamente el pecado,
no tanto por miedo, sino por el santo temor de Dios, por el temor de perder
el amor, porque no podemos vivir sin Él. «Quédate conmigo y no permitas que
me separe de ti» (Álvaro Corcuera).
Propósito: Buscaré descubrir a Dios en todo, usando con naturalidad formas
como: «gracias a Dios», «si Dios quiere», «que Dios te bendiga», «que Dios
te pague».
Día 27: No penséis nunca que sois desconocidos a los ojos de Cristo [...]
Cada uno de vosotros es precioso para Cristo, Él os conoce personalmente y
os ama tiernamente, incluso cuando uno no se da cuenta de ello. (Juan Pablo
II, Jornada Mundial de la Juventud. Jubileo del año 2000)
Propósito: Antes de cada comida bendeciré los alimentos.
Día 28: En la tierra hasta la alegría suele parar en tristeza; pero para
quien vive según Cristo, incluso las penas se truecan en gozo (San Juan
Crisóstomo).
Propósito: Trataré a los demás con paciencia y buenos modales.
Día 29: Date cuenta, pues, de dónde has caído, arrepiéntete y vuelve a tu
conducta primera (Ap 2, 5)
Propósito: Dedicaré unos 10 minutos del día para leer la Biblia.
Día 30: Oh hombre, ¿cómo te atreves a pedir, si tú te resistes a dar? Quien
desee alcanzar misericordia en el cielo debe él practicarla en este mundo
(San Cesareo de Arles).
Propósito: Buscaré algún pobre y le ayudaré con una limosna adaptada a mis
posibilidades.
Día 31: Sólo el perdón divino y su amor recibido con corazón abierto y
sincero nos dan la fuerza para resistir al mal y para no “pecar más”, para
dejarnos golpear por el amor de Dios, que se convierte en nuestra fuerza
(Papa Benedicto XVI, 25 de marzo de 2007).
Propósito: Invitaré a una persona a rezar un Padrenuestro en acción de
gracias por algún beneficio recibido.
Día 32: Conoce el Señor la fragilidad humana para caer en el pecado, pero,
como es bueno, no nos deja desesperar, sino más bien se compadece y nos da
la penitencia como remedio saludable (San Cirilo).
Propósito: Haré un esfuerzo especial para cumplir mis tareas y trabajos con
perfección y profesionalidad.
Día 33: A la tarde te examinarán en el amor. Aprende a amar a Dios como Dios
quiere ser amado y deja tu propia condición (San Juan de la Cruz).
Propósito: Me esforzaré por recibir a todos con una sonrisa.
Día 34: Redimida por su sangre, ninguna vida humana es inútil o de poco
valor, porque todos somos amados personalmente por Él con un amor apasionado
y fiel, con un amor sin límites. (Mensaje del Papa Benedicto XVI para la
Jornada de la Juventud, 2007)
Propósito: En vez de ver la televisión, acudiré a la celebración del Domingo
de Ramos y pasaré el resto del día en familia.
Día 35: Si deseamos llegar a la Pascua santificados en el alma y en el
cuerpo, debemos poner un interés especialísimo en la adquisición de la
caridad. (San Gregorio Magno, Sermón 10, sobre la Cuaresma, 3-5).
Propósito: Acudiré al sacramento de la confesión para llegar mejor preparado
a las celebraciones de la Pascua.
Día 36: Invitándonos a considerar la limosna con una mirada más profunda,
que trascienda la dimensión puramente material, la Escritura nos enseña que
hay mayor felicidad en dar que en recibir. (...) Cada vez que por amor de
Dios compartimos nuestros bienes con el prójimo necesitado experimentamos
que la plenitud de vida viene del amor y lo recuperamos todo como bendición
en forma de paz, de satisfacción interior y de alegría (Benedicto XVI,
Mensaje para la Cuaresma 2008).
Propósito: Hoy buscaré que uno de mis temas de conversación sea algo
relacionado con Dios, dejando de lado cualquier respeto humano o vergüenza.
Día 37: La conversión es primeramente una obra de la gracia de Dios que hace
volver a él nuestros corazones: "Conviértenos, Señor, y nos convertiremos"
(Lm 5,21). Dios es quien nos da la fuerza para comenzar de nuevo (Catecismo
de la Iglesia Católica, n. 1432).
Propósito:
Rezaré un viacrucis, pidiéndole a Dios la fuerza para ser un
cristiano coherente.
Día 38: El diablo no puede dominar a los siervos de Dios que de todo corazón
confían en Él. Puede, sí, combatirlos, pero no derrotarlos (Pastor de
Hermas).
Propósito: Haré una visita a la eucaristía, pidiendo por el Papa.
Día 39: Lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el
dolor, sino la capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y
encontrar en ella un sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido
con amor infinito. (Encíclica Spe Salvi del Papa Benedicto XVI).
Propósito: ofreceré un pequeño sacrificio hoy por algún familiar que
necesite de mis oraciones.
Día 40: Hay que orar, no para dejar de ser tentados -cosa imposible-, sino
para no ser enredados en la tención, como sucede a los que son atrapados y
vencidos por ella (Orígenes).
Propósito: Me esforzaré por mantener en orden mi habitación, despacho,
escritorio, etc.
(http://familiasdebetania.org/)
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