REFLEXION BIBLICA ACERCA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS
INTRODUCCION:
a. Presentación. En el evangelio de Marcos, se nos presenta a Jesús como:
1. Jesús, el Hijo de Dios. Son las primeras palabras de Marcos: "Principio
del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios". Pero, ¿qué significa esto? Todo
el evangelio de Marcos quiere contestar con hechos a esta pregunta. Marcos,
más que los demás evangelistas, nos muestra, antes que nada, a Jesús
actuando. Concentra su atención en los gestos y en las acciones de Jesús, y
a diferencia de los otros evangelios, no encontramos en éste largos pasajes
de enseñanza.
2. Jesús, el verdadero hombre. El relato que Marcos pinta es el de verdadero
hombre, capaz de sentir las mismas fuertes emociones y los sentimientos
característicos de cualquiera de nosotros.
3. Jesús, el Siervo y Sacrificio. Marcos nos presenta a Jesús como el Siervo
de Dios, que no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida
en rescate por muchos, Marcos 10,45.
b. Carácter. Casi la mitad del evangelio se ocupa en narrar la historia de
la última semana de la vida de Jesús en Jerusalén. Aun en los primeros
capítulos, la muerte de Jesús ocupa un lugar primordial; Jesús sabe que le
espera tal destino y lo comenta en varias ocasiones. Desde 8,31 el tema de
Marcos es sufrimiento, muerte y resurrección. Aunque el relato de la
resurrección es breve, su significado es grande. La resurrección es la
prueba de la divinidad de Jesús, pero también de que el evangelio merece
verdaderamente el nombre `evangelio', buenas nuevas. El Hijo de Dios vivió
en esta tierra como el Hijo del hombre para dar el sacrificio de su vida a
fin de otorgarnos el perdón de los pecados.
c. Propósito. En el evangelio según Marcos no se advierte un propósito tan
evidente como en el caso de Mateo. Sin embargo, podemos decir que tenía un
objetivo: consignar por escrito todos los acontecimientos importantes de la
vida de Jesús, para no olvidarlos y guardarlos contra distorsión o
falsificación. Al hacerlo, Marcos nos muestra claramente quien fue el Jesús
que vivía en esta tierra, y cuán grande es el mensaje del evangelio; este
mensaje nos ofrece la vida en el reino de Dios, la vida con un Dios con el
que hemos sido reconciliados. Marcos empieza su libro con el evangelio de
Jesucristo y termina con el mandato de predicar este evangelio en todo el
mundo. El propósito final, entonces, es mostrar la grandeza del Señor Jesús
y la importancia de la predicación del evangelio.
Podemos agregar las palabras de Harrison: "Es posible que Marcos haya
querido que la publicación de su Evangelio alentase a la iglesia romana, que
por esta época estaba empezando a sentir los primeros efectos de la
persecución a manos de Nerón. El menciona la persecución como la suerte del
discípulo en un lugar donde los otros sinópticos no la mencionan (10,30).
Pero éste, no es el propósito final de
Marcos, ya que tenemos que buscarlo principalmente en el conservar del
evangelio de Jesucristo para las generaciones siguientes".
2. El escritor del evangelio y tiempo de origen
Según una tradición muy antigua, Marcos fue el intérprete del apóstol Pedro.
Papías, una persona importante en la iglesia antigua, dijo que "Marcos, que
fue intérprete de Pedro, escribió fielmente todo lo que pudo recordar, ya
sea de los dichos o de los hechos de Cristo, pero no en orden, puesto que no
había sido oidor ni compañero del Señor; pero posteriormente, como ya se ha
indicado, acompañó a
Pedro, que adaptó su instrucción según lo requería la necesidad, no como si
estuviera haciendo una compilación de los oráculos del Señor. De modo que
Marcos no cometió error alguno, cuando escribió ciertas cosas en la forma en
que las recordaba; porque se dedicó a lo siguiente solamente: a no omitir
nada de lo que había oído, y a no incluir ninguna afirmación falsa."
La mayoría de los eruditos opina que Marcos es el evangelio más antiguo, y
que fue escrito después de la caída de Jerusalén y la destrucción del
templo, enfatizando que estos acontecimientos no eran nada más que el
principio de un tiempo duro y extremadamente difícil antes del retorno de
Jesús.
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
Capítulo 1
La predicación de Juan el Bautista
Mateo 3, 1-12 / Lucas 3, 1-9.15-17 / Juan 1, 19-28
1:1 Comienzo de la Buena Noticia de Jesús, Mesías, Hijo de Dios.
1:2 Como está escrito en el libro del profeta Isaías:
Mira, yo envío a mi mensajero delante de ti
para prepararte el camino.
1:3 Una voz grita en el desierto:
Preparen el camino del Señor,
allanen sus senderos,
1:4 así se presentó Juan el Bautista en el desierto, proclamando un bautismo
de conversión para el perdón de los pecados.
1:5 Toda la gente de Judea y todos los habitantes de Jerusalén acudían a él,
y se hacían bautizar en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.
1:6 Juan estaba vestido con una piel de camello y un cinturón de cuero, y se
alimentaba con langostas y miel silvestre. Y predicaba, diciendo:
1:7 "Detrás de mí vendrá el que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy
digno de ponerme a sus pies para desatar la correa de sus sandalias.
1:8 Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él los bautizará con el
Espíritu Santo".
El bautismo de Jesús
Mateo 3, 13-17 / Lucas 3, 21-22
1:9 En aquellos días, Jesús llegó desde Nazaret de Galilea y fue bautizado
por Juan en el Jordán.
1:10 Y al salir del agua, vio que los cielos se abrían y que el Espíritu
Santo descendía sobre él como una paloma;
1:11 y una voz desde el cielo dijo: "Tú eres mi Hijo muy querido, en ti
tengo puesta toda mi predilección".
La tentación de Jesús en el desierto
Mateo 4, 1-11 / Lucas 4, 1-13
1:12 En seguida el Espíritu lo llevó al desierto,
1:13 donde estuvo cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivía entre las
fieras, y los ángeles lo servían.
LA ACTIVIDAD DE JESÚS EN GALILEA
El comienzo de la predicación de Jesús
Mateo 4, 12-17 / Lucas 4, 14-15
1:14 Después que Juan fue arrestado, Jesús se dirigió a Galilea. Allí
proclamaba la Buena Noticia de Dios, diciendo:
1:15 "El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y
crean en la Buena Noticia".
Los primeros discípulos
Mateo 4, 18-22 / Lucas 5, 1-11
1:16 Mientras iba por la orilla del mar de Galilea, vio a Simón y a su
hermano Andrés, que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores.
1:17 Jesús les dijo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres".
1:18 Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron.
1:19 Y avanzando un poco, vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano
Juan, que estaban también en su barca arreglando las redes. En seguida los
llamó,
1:20 y ellos, dejando en la barca a su padre Zebedeo con los jornaleros, lo
siguieron.
Enseñanza de Jesús en la sinagoga de Cafarnaúm
Mateo 7, 28-29 / Lucas 4, 31-32
1:21 Entraron en Cafarnaúm, y cuando llegó el sábado, Jesús fue a la
sinagoga y comenzó a enseñar.
1:22 Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como
quien tiene autoridad y no como los escribas.
Curación de un endemoniado
Lucas 4, 33-37
1:23 Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que
comenzó a gritar:
1:24 "¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con
nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios".
1:25 Pero Jesús lo increpó, diciendo: "Cállate y sal de este hombre".
1:26 El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido,
salió de ese hombre.
1:27 Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: "¿Qué es esto?
¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus
impuros, y estos le obedecen!"
1:28 Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región
de Galilea.
Curación de la suegra de Pedro
Mateo 8, 14-15 / Lucas 4, 38-39
1:29 Cuando salió de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y
Andrés.
1:30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron de
inmediato.
1:31 Él se acercó, la tomó de la mano y la hizo levantar. Entonces ella no
tuvo más fiebre y se puso a servirlos.
Diversas curaciones
Mateo 8, 16 / Lucas 4, 40-41
1:32 Al atardecer, después de ponerse el sol, le llevaron a todos los
enfermos y endemoniados,
1:33 y la ciudad entera se reunió delante de la puerta.
1:34 Jesús curó a muchos enfermos, que sufrían de diversos males, y expulsó
a muchos demonios; pero a estos no los dejaba hablar, porque sabían quién
era él.
La misión de Jesús
Mateo 4, 23-25 / Lucas 4, 42-44
1:35 Por la mañana, antes que amaneciera, Jesús se levantó, salió y fue a un
lugar desierto; allí estuvo orando.
1:36 Simón salió a buscarlo con sus compañeros,
1:37 y cuando lo encontraron, le dijeron: "Todos te andan buscando".
1:38 Él les respondió: "Vayamos a otra parte, a predicar también en las
poblaciones vecinas, porque para eso he salido".
1:39 Y fue predicando en las sinagogas de toda la Galilea y expulsando
demonios.
Curación de un leproso
Mateo 8, 2-4 / Lucas 5, 12-16
1:40 Entonces se le acercó un leproso para pedirle ayuda y, cayendo de
rodillas, le dijo: "Si quieres, puedes purificarme".
1:41 Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero,
queda purificado".
1:42 En seguida la lepra desapareció y quedó purificado.
1:43 Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente:
1:44 "No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega
por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de
testimonio".
1:45 Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo,
divulgando lo sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar
públicamente en ninguna ciudad, sino que debía quedarse afuera, en lugares
desiertos. Y acudían a él de todas partes.
Síntesis aplicativa de temas importantes
* Jesús quita toda inmundicia, llevándola Él mismo hasta la cruz. Síntesis
aplicativa de temas importantes
1a. La iglesia, al igual que Juan, hoy tiene la responsabilidad de preparar
el camino para la venida de Jesucristo. Juan el Bautista fue el predicador
de penitencia; su labor era hacer un llamado al arrepentimiento, que la
nación se volviese a Dios con un corazón contrito y humillado. Todo este
actuar de Juan sirve como un ministerio profético que prepara a los hombres
para su encuentro con Dios. Creemos que la labor profética de la iglesia de
ninguna manera ha cesado, pues ella es llamada a dar una voz de alerta a un
mundo que no está preparado para encontrarse con Jesús en su manifestación
gloriosa. La iglesia como cuerpo debería involucrarse en un ministerio
profético que llame a los hombres al arrepentimiento y la conversión.
¿Estamos realmente preparando a la gente para la segunda venida de Jesús?
1b. Toda predicación de la Palabra de Dios siempre ha de ser
Cristo-céntrica. El contenido de la predicación de Juan el Bautista centraba
la atención exclusivamente en la persona que vendría: el Mesías. Juan nunca
hizo propaganda de su ministerio, ni siquiera buscó semejarse en algo al
Cristo, él se consideraba tan sólo su esclavo indigno y obediente. Para este
siervo de Dios, sólo la persona y obra de Cristo era lo más importante. Todo
ministro del evangelio debe considerar este aspecto en forma muy seria;
nuestro mensaje debe estar centrado única y exclusivamente en Jesucristo. Él
es quien trae una nueva dimensión del actuar de Dios entre los hombres; Él
es el único que promete perdón y liberación total de los pecados; solo Él
trae la presencia del Espíritu Santo a nuestras vidas. Sólo Jesús es el más
poderoso.
1c. En su grandeza nuestro Señor se humilla, solidariza con el hombre y es
puesto bajo tentación. Juan anuncia la venida de alguien poderoso: el
Mesías. Acerca de Él, este evangelio de Marcos nos dice que es Jesús, el
Hijo de Dios. Este evangelio nos revela tanto la divinidad como la humanidad
de Jesús. Primeramente Él se humilla haciéndose hombre; bajo esta condición
de humillación debe sujetarse plenamente a la voluntad del Padre y ser
ungido por el Espíritu Santo para llevar a cabo su ministerio terrenal.
Asimismo Él se bautiza; porque desde el comienzo Jesús no sólo asumirá
nuestra naturaleza humana, sino que además compartirá nuestra miseria
espiritual que nos mantenía alejado de Dios. Por último, es puesto bajo las
tentaciones del maligno. Jesús sabe lo que es ser tentado por el mal, conoce
todas nuestras debilidades. Sin embargo en su humillación nuestro Señor
permanece siempre obediente al Padre, y victorioso sobre toda fuerza del
enemigo.
2. En Jesucristo, Dios se ha acercado a los hombres, abriéndoles su reino.
Jesús es el cumplimiento de la predicación de Juan: Él trae la presencia de
Dios de una manera antes desconocida. Jesús trae el bautismo del Espíritu
Santo sobre los hombres, es decir, la realidad de lo prometido por Juan: el
perdón y la renovación del hombre. En Jesús, Dios ha entrado en la historia
para manifestar su gracia para con los pecadores. El tiempo que los judíos
estaban esperando ya ha caducado; no tienen que esperar más: el reino de
Dios ha llegado. Este evangelio de Marcos une de forma maravillosa la
llegada del reino con la persona de Jesucristo.
Sin embargo, esta misma cercanía del reino obliga a los hombres a una
decisión inmediata: deben arrepentirse y creer al evangelio. Así que el
arrepentimiento desde el punto de vista divino es una orden que el hombre
debe acatar, es algo urgente, un apremio aquí y ahora.
3. Sólo el llamamiento de Jesús hace discípulos. Es esta una verdad que
recorre los evangelios; la voz del Hijo de Dios se deja oír con autoridad
divina y los hombres la obedecen. Jesús nos llama para ser sus discípulos.
En este discipulado advertimos tres cosas:
a. Es una vida en pos de Jesús. El discípulo no tiene a un maestro corriente
delante de él; quien le ha llamado es el mismo Hijo de Dios. Él es nuestra
fuente y modelo de vida. Mientras vayamos detrás de Él seremos sus
discípulos; el día que no lo hagamos, dejaremos de serlo.
b. Es una vida al servicio de Jesús. Los pescadores a los que Jesús llama
dejan sus antiguas labores y son trasladados hacia una nueva tarea: ser
pescadores de hombres. La vida del discípulo es una vida comprometida con la
grandeza y extensión del reino de Dios sobre esta tierra. En esta misión el
discípulo será capacitado por Jesús para cumplir la voluntad de Dios.
c. Es una vida dependiente sólo en Jesús. El discípulo es llamado a dejar su
antigua existencia de vida, una existencia caracterizada por el afán, por
una dependencia exclusiva en las cosas de esta vida.
Los discípulos deben entregarse por entero a Jesús; debe confiar plenamente
en Él para ser protegido y satisfecho en sus necesidades más elementales.
4-6. El reino de Dios tiene tres enemigos: satanás, el pecado y la
enfermedad. Al predicar, sanar y echar fuera a los demonios, Jesús vence a
estos enemigos y hace visible algo del reino que un día cambiará todo el
mundo. Sus acciones son anticipos de lo que ocurrirá cuando llegue
plenamente el reino de Dios. Entonces, su autoridad no es destructiva, como
los demonios quieren hacer creer, sino salvadora. Prueba de ello son las
curaciones (de todo tipo de enfermedades hasta lepra, la cual ocasionó que
la gente se alejara, con repulsión, de estos enfermos). Jesús lleva, en su
ministerio, las enfermedades (Isaías 53) y la culpa. Para actuar como
Salvador, Él mantiene una íntima relación con el Padre. ¿En nuestro
ministerio anhelamos esta relación íntima?
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
CAPÍTULO 2
Curación de un paralítico
Mateo 9, 1-8 / Lucas 5, 17-26
2:1 Unos días después, Jesús volvió a Cafarnaún y se difundió la noticia de
que estaba en la casa.
2:2 Se reunió tanta gente, que no había más lugar ni siquiera delante de la
puerta, y él les anunciaba la Palabra.
2:3 Le trajeron entonces a un paralítico, llevándolo entre cuatro hombres.
2:4 Y como no podían acercarlo a él, a causa de la multitud, levantaron el
techo sobre el lugar donde Jesús estaba, y haciendo un agujero descolgaron
la camilla con el paralítico.
2:5 Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: "Hijo, tus
pecados te son perdonados".
2:6 Unos escribas que estaban sentados allí pensaban en su interior:
2:7 "¿Qué está diciendo este hombre? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede
perdonar los pecados, sino sólo Dios?"
2:8 Jesús, advirtiendo en seguida que pensaban así, les dijo: "¿Qué están
pensando?
2:9 ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: "Tus pecados te son perdonados",
o "Levántate, toma tu camilla y camina"?
2:10 Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el
poder de perdonar los pecados
2:11 —dijo al paralítico— yo te lo mando, levántate, toma tu camilla y vete
a tu casa".
2:12 Él se levantó en seguida, tomó su camilla y salió a la vista de todos.
La gente quedó asombrada y glorificaba a Dios, diciendo: "Nunca hemos visto
nada igual".
El llamado de Leví
Mateo 9, 9 / Lucas 5, 27-28
2:13 Jesús salió nuevamente a la orilla del mar; toda la gente acudía allí,
y él les enseñaba.
2:14 Al pasar vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado a la mesa de recaudación de
impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo siguió.
La actitud de Jesús hacia los pecadores
Mateo 9, 10-13 / Lucas 5, 29-32
2:15 Mientras Jesús estaba comiendo en su casa, muchos publicanos y
pecadores se sentaron a comer con él y sus discípulos; porque eran muchos
los que lo seguían.
2:16 Los escribas del grupo de los fariseos, al ver que comía con pecadores
y publicanos, decían a los discípulos: "¿Por qué come con publicanos y
pecadores?"
2:17 Jesús, que había oído, les dijo: "No son los sanos los que tienen
necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a los
justos, sino a los pecadores".
Discusión sobre el ayuno
Mateo 9, 14-17 / Lucas 5, 33-39
2:18 Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a
decirle a Jesús: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los
discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?"
2:19 Jesús les respondió: "¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando
el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo
al esposo.
2:20 Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces
ayunarán.
2:21 Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo,
porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más
grande.
2:22 Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los
odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. ¡A vino nuevo, odres
nuevos!"
Discusión sobre el sábado
Mateo 12, 1-8 / Lucas 6, 1-5
2:23 Un sábado en que Jesús atravesaba unos sembrados, sus discípulos
comenzaron a arrancar espigas al pasar.
2:24 Entonces los fariseos le dijeron: "¡Mira! ¿Por qué hacen en sábado lo
que no está permitido?"
2:25 Él les respondió: "¿Ustedes no han leído nunca lo que hizo David,
cuando él y sus compañeros se vieron obligados por el hambre,
2:26 cómo entró en la Casa de Dios, en el tiempo del Sumo Sacerdote Abiatar,
y comió y dio a sus compañeros los panes de la ofrenda, que sólo pueden
comer los sacerdotes?"
2:27 Y agregó: "El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para
el sábado.
2:28 De manera que el Hijo del hombre es dueño también del sábado".
Síntesis aplicativa de temas importantes
1a. Jesús inicia la restauración de una vida con el perdón de los pecados
antes de sanar la enfermedad. En su ministerio terrenal, nuestro Señor
colocó las necesidades de los hombres en orden de importancia. Aunque Él
desplegó gran misericordia sanando a los enfermos y liberando a los
endemoniados, sin embargo, su atención se centró en la proclamación del
perdón de los pecados, de cómo la relación con Dios puede ser una
experiencia real. Así lo hace con un paralítico que no puede dar ni un paso
hacia Él. En esto se subraya la pura gracia de Dios. En su ministerio a los
hombres, la iglesia debe tener presente primero la necesidad espiritual,
claro está, sin descuidar la atención material de ellos. Preocupémonos en
primera instancia si la gente tiene una verdadera relación con Dios y luego
abocarnos a otras áreas de la vida de ella.
1b. Sólo Jesús tiene la autoridad para restablecer la comunión rota
existente entre Dios y el ser humano. Fue un verdadero escándalo para los
escribas el que Jesús se arrogara el derecho de perdonar los pecados de un
hombre; las palabras de Jesús les resultaban a blasfemia, ya que, según
ellos, "¿Quién puede perdonar los pecados, sino sólo Dios?" ¡A través de
esta interrogante crítica han dicho una gran verdad! Para autentificar
delante de ellos su autoridad para perdonar los pecados, Jesús sana al
paralítico. De esta manera su divinidad es revelada a los hombres. Para
recibir perdón, confiemos plenamente en Él.
1c. La fe en el poder sanador de Jesús se hace visible en el esfuerzo para
agotar todos los medios posibles para alcanzar la sanidad. Aunque en este
pasaje lo más importante no es la fe de los hombres sino la autoridad de
Jesús como Hijo de Dios, no obstante, encontramos aquí la forma en que unos
hombres buscan el poder sanador de Jesús. Éstos, cargando a su amigo
paralítico, hacen lo impensable; pero con ello logran llamar la atención de
Jesús. Él notó en todo esto una tenaz persistencia contra todos los
obstáculos para llegar hasta esa instancia. ¿Ayudamos a nuestros amigos de
igual manera, trayéndolos en la oración ante Nuestro Señor?
2a. Jesús no comparte las opiniones prejuiciosas de los hombres: Él llama a
los pecadores y hace cercana la misericordia de Dios para con ellos. Jesús
recluta un nuevo discípulo para el ministerio, pero esta vez, para asombro
de todos, el llamado es un publicano, un recaudador de impuestos. Estos
hombres eran reconocidos por ser engañadores, puesto que siempre cobraban
más impuesto que el estipulado por la autoridad reinante. Al llamar a Mateo,
Jesús revela que su llamamiento es por gracia, una elección soberana. Luego,
Él compartirá la comunión de la mesa, en la casa de Mateo, con publicanos y
pecadores. Para los líderes judíos esto es inaceptable; pero lo que ellos no
entienden, es que la gracia de Dios está operando en la vida de los hombres
y aceptándolos tal como son, y transformándolos en nuevas criaturas.
2b. Sólo quien reconoce en Jesús la autoridad para perdonar los pecados,
recibirá el perdón de pura gracia. Toda la crítica de los religiosos judíos
en contra de Jesús se centra en la autoridad que Él ejercía. Si
anteriormente habían negado la autoridad de Jesús para conceder el perdón,
es lógico entonces pensar que no le buscarían a Él para poder acercarse a
Dios. En cambio, Jesús es recibido por publicanos y pecadores, y no por
estos hombres que hacían ostentación de piedad. Por medio de una ironía
Jesús les dice que están en tan excelente salud espiritual que no necesitan
del perdón de Dios, pero las otras personas sí. Los fariseos no consideraban
el estado de sus corazones, y por eso rechazaron a Jesús. ¿Conocemos
nosotros cuál es el estado de nuestro corazón? ¿Buscamos a Cristo para
recibir el perdón de los pecados?
3. En la actual dispensación (entre la ascensión y retorno de Cristo) el
ayuno es una disciplina auxiliar para concentrarnos en la pronta venida de
Jesús. De ninguna manera Jesús dice que sus discípulos no deben ayunar
jamás; lo que sucede es que el ayuno de los judíos era realizado para orar
por la pronta venida del reino de Dios, pero esta orientación en el ayuno ya
no era necesaria, ya que Jesús, el rey de este reino, ya había llegado. Los
discípulos estaban viviendo una época de gozo a su lado. Pero el mismo Señor
dijo que el ayuno sería conveniente una vez que Él fuese quitado (de esta
tierra). Esto ocurrió en la ascensión de Jesús al cielo, y desde aquel
momento los creyentes ayunan a fin de concentrarse más en la oración que
clama más por el retorno de la segunda venida de Jesús. Pero aun así este
ayuno está marcado por el gozo, porque el que ha de venir, ¡ya vino!.
4. El día de reposo no es un castigo para el hombre, sino una bendición para
él. Los religiosos del tiempo de Jesús habían transformado este día en una
verdadera carga para la gente, algo que agobiaba sus existencias; con sus
reglas ellos habían logrado hacer desaparecer el verdadero sentido del día
de reposo: adorar a Dios, y a través de esto permitirle al hombre gozar de
la comunión con su Creador.
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y
luego, una biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del
organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
CAPÍTULO 3
Curación de un hombre en sábado
Mateo 12, 9-14 / Lucas 6, 6-11
3:1 Jesús entró nuevamente en una sinagoga, y había allí un hombre que tenía
una mano paralizada.
3:2 Los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si lo curaba en
sábado, con el fin de acusarlo.
3:3 Jesús dijo al hombre de la mano paralizada: "Ven y colócate aquí
delante".
3:4 Y les dijo: "¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar
una vida o perderla?" Pero ellos callaron.
3:5 Entonces, dirigiendo sobre ellos una mirada llena de indignación y
apenado por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: "Extiende tu mano".
Él la extendió y su mano quedó curada.
3:6 Los fariseos salieron y se confabularon con los herodianos para buscar
la forma de acabar con él.
La multitud sigue a Jesús
Mateo 9, 35-38 / Lucas 6, 17-19
3:7 Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió
mucha gente de Galilea.
3:8 Al enterarse de lo que hacía, también fue a su encuentro una gran
multitud de Judea, de Jerusalén, de Idumea, de la Transjordania y de la
región de Tiro y Sidón.
3:9 Entonces mandó a sus discípulos que le prepararan una barca, para que la
muchedumbre no lo apretujara.
3:10 Porque, como curaba a muchos, todos los que padecían algún mal se
arrojaban sobre él para tocarlo.
3:11 Y los espíritus impuros, apenas lo veían, se tiraban a sus pies,
gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!"
3:12 Pero Jesús les ordenaba terminantemente que no lo pusieran de
manifiesto.
Institución de los Doce
Mateo 10, 1-4 / Lucas 6, 12-16
3:13 Después subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos
fueron hacia él,
3:14 y Jesús instituyó a Doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a
predicar
3:15 con el poder de expulsar a los demonios.
3:16 Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro;
3:17 Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio
el nombre de Boanerges, es decir, hijos del trueno;
3:18 luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de
Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo,
3:19 y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
La actitud de los parientes de Jesús
3:20 Jesús regresó a la casa, y de nuevo se juntó tanta gente que ni
siquiera podían comer.
3:21 Cuando sus parientes se enteraron, salieron para llevárselo, porque
decían: "Es un exaltado".
Jesús y Belzebul
Mateo 9, 32-34 / Mateo 12, 22-24 / Lucas 11 14-15
3:22 Los escribas que habían venido de Jerusalén decían: "Está poseído por
Belzebul y expulsa a los demonios por el poder del Príncipe de los
demonios".
3:23 Jesús los llamó y por medio de comparaciones les explicó: "¿Cómo
Satanás va a expulsar a Satanás?
3:24 Un reino donde hay luchas internas no puede subsistir.
3:25 Y una familia dividida tampoco puede subsistir.
3:26 Por lo tanto, si Satanás se dividió, levantándose contra sí mismo, ya
no puede subsistir, sino que ha llegado a su fin.
3:27 Pero nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus
bienes, si primero no lo ata. Sólo así podrá saquear la casa.
La blasfemia contra el Espíritu Santo
Mateo 12, 30-32 / Lucas 12, 10
3:28 Les aseguro que todo será perdonado a los hombres: todos los pecados y
cualquier blasfemia que profieran.
3:29 Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón jamás:
es culpable de pecado para siempre".
3:30 Jesús dijo esto porque ellos decían: "Está poseído por un espíritu
impuro".
La verdadera familia de Jesús
Mateo 12, 46-50 / Lucas 8, 19-21
3:31 Entonces llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo
mandaron llamar.
3:32 La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron: "Tu madre
y tus hermanos te buscan ahí afuera".
3:33 Él les respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?"
3:34 Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de él,
dijo: "Estos son mi madre y mis hermanos.
3:35 Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y
mi madre".
Síntesis aplicativa de temas importantes
1a. Mientras que los fariseos quieren matar a Jesús, Él vino para restaurar
la vida en todos sus aspectos. A estas alturas ya vemos cómo pesa sobre la
vida de Jesús la amenaza de muerte. Los líderes religiosos no pueden aceptar
a un Jesús que haga misericordia en los días de reposo; le tienden una
trampa, y Jesús `cae' en ella, pero deliberadamente. A través de una
pregunta les revela que ellos son incapaces de hacer el bien en un día
solemne, pero sí están dispuestos a buscar pruebas para matarle a Él. De
esta manera Jesús contrasta el propósito de su venida con el de sus
enemigos; Jesús vino para hacer bien, para salvar la vida.
1b. Un hombre puede ser muy religioso, pero estar más preocupado de no
quebrantar ciertas reglas eclesiásticas que hacer misericordia a sus
semejantes. Esto es justamente lo que se revela en la actitud de los
fariseos. Sin duda, a ellos nadie podría acusarlos de quebrantar el día de
reposo de acuerdo a las reglamentaciones existentes para este día; pero
Jesús les muestra que el corazón de ellos es duro, pues están más
preocupados de sustentar un sistema legalista del día de reposo que brindar
ayuda a un hombre que lo necesita. De igual manera, cuando el legalismo
penetra la vida de una iglesia, los creyentes tienden a poner más énfasis en
la obediencia a reglas, que preocuparse por una vida que manifieste amor
hacia los demás.
2a. Jesús está dispuesto a sanar aun cuando el interés de la gente es sólo
para satisfacer sus necesidades. El ministerio de Jesús obviamente no podía
pasar desapercibido, ya que grandes maravillas ocurrían por mano suya. Esto
atrajo la atención de mucha gente que venía a Él para ser sanada o liberada
del tormento demoníaco. Sin embargo, no leemos nada acerca de reconocer a
Jesús como el Señor de la vida. A pesar de esto, Jesús muestra que el
interés del reino de los cielos es hacer bien a la gente, y que por eso sana
y libera a los hombres. De la misma manera, el Señor puede obrar
soberanamente sobre los hombres, aun cuando éstos no rindan sus vidas en
obediencia plena a Él. Desde luego, aumentamos nuestra culpa con esta
actitud incrédula frente a las maravillas del Señor.
2b. Jesús no acepta la propaganda de los demonios, Él quiere que la gente le
reconozca como el
Mesías por medio de las obras que hace. Se nos dice que los espíritus
inmundos se postran ante Jesús y claman a gran voz que Jesús es el Hijo de
Dios. Pero nuestro Señor no necesita ser presentado por los demonios, pues
otro es el que da testimonio que Él es el Cristo: el Espíritu Santo.
En este evangelio se nos presenta a Jesús como manteniendo su `secreto
mesiánico' hasta el final. La gente debe reconocer quién es Él por las obras
salvíficas que realiza como representante del reino de Dios. Deben concluir
que Jesús no es un simple sanador, sino su Mesías, quien es el Hijo de Dios
encarnado. No caigamos en el error de reconocer sólo un aspecto de Jesús
(como sanador), pasando por alto la necesidad de la salvación que Él nos
ofrece.
2c. En el llamamiento a sus doce apóstoles, Jesús quiere reunir un nuevo
pueblo de Israel, abarcando a las naciones que más adelante lo reconocerán.
Por elección soberana llama a sus heraldos para ser anunciadores de gracia.
Ellos deben estar siempre cerca de Él, pues sólo así recibirán la autoridad
para predicar el evangelio. De todo esto podemos decir que la iglesia es más
que un grupo de personas, es un cuerpo cuya cabeza es Cristo, y cuyo
propósito es proclamar y practicar las buenas nuevas.
3. La blasfemia contra el Espíritu Santo es rechazar deliberadamente el
testimonio del Espíritu que testifica que Jesús es el Señor y Salvador de
nuestras vidas. Los escribas interpretan el poder de Jesús como un poder
demoníaco; afirmaron que el espíritu que operaba en Jesús para la expulsión
de demonios le era comunicado por el mismo Satanás. En el momento que
dijeron que Jesús tenía espíritu inmundo blasfemaron contra el Espíritu
Santo. En este contexto la blasfemia sería atribuir a
Jesús un poder demoníaco, y no salvador proveniente de Dios. De esta manera
se hacen merecedores de la condenación eterna, pues si rechazan el poder
salvador de Jesús, ¿qué cosa les puede luego librar de la condenación
eterna? Muchos creyentes interpretan mal este asunto, pensando que ellos han
cometido el pecado imperdonable. Pero eso es una total desviación de lo que
hemos visto, pues blasfemar sería resistirse tenazmente a la obra salvífica
de Jesús, cerrando así el corazón a la obra del Espíritu.
4. Sólo pertenecen a la familia de Dios aquellos que hacen la voluntad de
Dios. Jesús afirma que lo que verdaderamente une a los hombres a Él no son
los lazos sanguíneos sino hacer la voluntad de Dios, lo cual es primeramente
recibir a Jesús como nuestro Señor, y luego seguirle en una vida de completa
obediencia a sus mandamientos. Por consiguiente, profesar la religión
cristiana no nos hace miembros de la familia de Dios, sino hacer su
voluntad.
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
CAPÍTULO 4
La parábola del sembrador
Mateo 13, 4-9 / Lucas 8, 4-8
4:1 Jesús comenzó a enseñar de nuevo a orillas del mar. Una gran multitud se
reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca dentro del mar, y
sentarse en ella. Mientras tanto, la multitud estaba en la orilla.
4:2 Él les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas, y esto era lo que
les enseñaba:
4:3 "¡Escuchen! El sembrador salió a sembrar.
4:4 Mientras sembraba, parte de la semilla cayó al borde del camino, y
vinieron los pájaros y se la comieron.
4:5 Otra parte cayó en terreno rocoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó
en seguida porque la tierra era poco profunda;
4:6 pero cuando salió el sol, se quemó y, por falta de raíz, se secó.
4:7 Otra cayó entre las espinas; estas crecieron, la sofocaron, y no dio
fruto.
4:8 Otros granos cayeron en buena tierra y dieron fruto: fueron creciendo y
desarrollándose, y rindieron ya el treinta, ya el sesenta, ya el ciento por
uno".
4:9 Y decía: "¡El que tenga oídos para oír, que oiga!"
Finalidad de las parábolas
Mateo 13, 10-17 / Lucas 8, 9-10
4:10 Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor de él junto con los
Doce, le preguntaban por el sentido de las parábolas.
4:11 Y Jesús les decía: "A ustedes se les ha confiado el misterio del Reino
de Dios; en cambio, para los de afuera, todo es parábola,
4:12 a fin de que
miren y no vean,
oigan y no entiendan,
no sea que se conviertan
y alcancen el perdón".
Explicación de la parábola del sembrador
Mateo 13, 18-23 / Lucas 8, 11-15
4:13 Jesús les dijo: "¿No entienden esta parábola? ¿Cómo comprenderán
entonces todas las demás?
4:14 El sembrador siembra la Palabra.
4:15 Los que están al borde del camino, son aquellos en quienes se siembra
la Palabra; pero, apenas la escuchan, viene Satanás y se lleva la semilla
sembrada en ellos.
4:16 Igualmente, los que reciben la semilla en terreno rocoso son los que,
al escuchar la Palabra, la acogen en seguida con alegría;
4:17 pero no tienen raíces, sino que son inconstantes y, en cuanto
sobreviene la tribulación o la persecución a causa de la Palabra,
inmediatamente sucumben.
4:18 Hay otros que reciben la semilla entre espinas: son los que han
escuchado la Palabra,
4:19 pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y los
demás deseos penetran en ellos y ahogan la Palabra, y esta resulta
infructuosa.
4:20 Y los que reciben la semilla en tierra buena, son los que escuchan la
Palabra, la aceptan y dan fruto al treinta, al sesenta y al ciento por uno".
El ejemplo de la lámpara
Lucas 8, 16-18 / Lucas 11, 33-36
4:21 Jesús les decía: "¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un
cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el
candelero?
4:22 Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que
no deba manifestarse.
4:23 ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!"
El ejemplo de la medida
4:24 Y les decía: "¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan
se usará para ustedes, y les darán más todavía.
4:25 Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará
aun lo que tiene".
La parábola de la semilla que crece por sí sola
4:26 Y decía: "El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la
tierra:
4:27 sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va
creciendo, sin que él sepa cómo.
4:28 La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al
fin grano abundante en la espiga.
4:29 Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha
llegado el tiempo de la cosecha".
La parábola del grano de mostaza
Mateo 13, 31-32 / Lucas 13, 18-19
4:30 También decía: "¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué
parábola nos servirá para representarlo?
4:31 Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más
pequeña de todas las semillas de la tierra,
4:32 pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las
hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan
a su sombra".
La enseñanza por medio de parábolas
Mateo 13, 34-35
4:33 Y con muchas parábolas como estas les anunciaba la Palabra, en la
medida en que ellos podían comprender.
4:34 No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en
privado, les explicaba todo.
La tempestad calmada
Mateo 8, 23-27 / Lucas 8, 22-25
4:35 Al atardecer de ese mismo día, les dijo: "Crucemos a la otra orilla".
4:36 Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba.
Había otras barcas junto a la suya.
4:37 Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca,
que se iba llenando de agua.
4:38 Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal.
4:39 Lo despertaron y le dijeron: "¡Maestro! ¿No te importa que nos
ahoguemos?" Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: "¡Silencio!
¡Cállate!" El viento se aplacó y sobrevino una gran calma.
4:40 Después les dijo: "¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?"
4:41 Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: "¿Quién es
este, que hasta el viento y el mar le obedecen?"
Síntesis aplicativa de temas importantes.
1a. La primera venida de Jesús tiene como señal la actividad del sembrador.
Aún estamos en esta etapa. La cosecha y la gloria final de Jesús son todavía
cosas futuras. Lo importante es que la palabra de Jesús eche raíces
profundas en nuestras vidas, y de esta manera produzcamos frutos para la
gloria de Dios. Así que no debemos amedrentarnos, pensando que la actividad
de sembrar la Palabra no parece tan espectacular para los hombres.
1b. Sólo los creyentes pueden comprender el comienzo humilde del reino de
Dios en la persona de Jesucristo. El Señor habla a sus discípulos y les dice
que sólo a ellos ha sido dado (por Dios) conocer el misterio del reino de
Dios. Este misterio consiste en la revelación de Jesucristo como el Hijo de
Dios que vino a salvar al mundo. Es este un misterio que únicamente puede
ser aceptado por fe, ya que la gente espera cosas extraordinarias, y la
imagen humilde de Jesús no encaja en su expectativa.
Así que no nos esforcemos por hacer que el reino de Dios se vista de
sensacionalismo en esta tierra.
Sólo el que ha sido llamado por Dios comprenderá plenamente el significado
de la vida, obra y palabra de Jesús.
1c. En la parábola del sembrador encontramos una respuesta del porqué
algunos reciben el mensaje de salvación y otros lo rechazan. Jesús es el
sembrador, Él predica la Palabra. Asimismo, todo creyente que predica el
evangelio está sembrando la Palabra de Dios en los corazones. Mucha gente
escucha el mensaje de salvación, pero no todos lo reciben; las razones de
esto las podemos encontrar en la actividad de Satanás que gobierna de tal
manera la mente de algunos, que la hace inútil para retener la Palabra de
Dios; en otros, aparentemente hay una conversión: pueden asistir a la
iglesia con gran gozo, pero cuando tienen un problema se desilusionan y se
apartan del Señor; por último, hay quienes pretenden servir a Dios, pero no
lo hacen ya que están más interesados por las cosas de este mundo que por
las de Dios. Sin embargo, y a pesar de todo aparente fracaso, la Palabra del
Señor no vuelve vacía: hay corazones que muestran verdadera conversión a
Dios a través de una vida que glorifica al Señor.
2a. Jesús, la Luz del mundo, vino para alumbrar y sacar a luz todo lo
oculto. Muchos quieren que Jesús deje de hacer lo que hace, pero esto es
imposible: Él vino para alumbrar a los hombres en el conocimiento y voluntad
de Dios. Pero la gente en general es ciega ante esta luz, al no reconocer a
Jesús en su sentido real. Si Israel en su totalidad no ve a Jesús, los
creyentes de Israel y las naciones sí lo harán y caminarán en ella. Además,
nadie debe confiarse de que su situación de incredulidad ante
Dios nunca saldrá a luz. Llegará el momento cuando se revelará cuál es
nuestra verdadera relación con Jesús. Y en alguna medida esto ya ha
comenzado, pues aquel que cree en Jesús recibe más bendición de parte de
Dios, pero el que sólo conoce a Jesús como un sanador simplemente recibirá
cada vez menos. Su vida con Dios no puede florecer.
3. Aunque no de manera espectacular, la Palabra de Dios está obrando en el
coraz��n de la gente.
La semilla del evangelio crece automáticamente, pero esto es imperceptible
para nuestros sentidos. Lo cierto es que a través de la predicación del
evangelio el reino de Dios está creciendo, transformando la vida de los
hombres desde adentro. El saber esto, es un gran aliciente para emprender
una obra evangelista, ya que aunque no veamos resultados inmediatos, por
otro lado sí podemos confiar en que Dios, en su misericordia, está obrando
por medio de su Espíritu en el corazón de la gente, preparándola para el
gran día de la cosecha.
4. Jesús compara su reino a la semilla más pequeña que había en Israel; pero
tal semilla llegará a ser un enorme arbusto. Sin embargo, aún lo más pequeño
debe `morir'. Jesús demostró esto por medio de su propia muerte; mas su
fruto es grande: una cosecha de miles y miles de personas que encuentran la
vida en Jesús.
5. El que Jesús nos asegure que llegaremos al final de nuestro trayecto, no
significa que nunca encontraremos oposición en el camino. La orden de Jesús
es a la vez un hecho consumado; si Él ordena a sus discípulos pasar al otro
lado del mar, es porque sabe que esto se llevará a cabo. No obstante, el
trayecto no está exento de dificultades. Debemos estar preparados para las
situaciones difíciles que encontraremos en la vida cristiana, y no pensar en
que hemos sido abandonados por Dios, como si Él no se preocupara por
nosotros. ¡No existe tempestad tan grande que impida el avance de Jesús
sobre esta tierra!
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
CAPÍTULO 5
Curación del endemoniado de Gerasa
Mateo 8, 28-34 / Lucas 8, 26-39
5:1 Llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos.
5:2 Apenas Jesús desembarcó, le salió al encuentro desde el cementerio un
hombre poseído por un espíritu impuro.
5:3 Él habitaba en los sepulcros, y nadie podía sujetarlo, ni siquiera con
cadenas.
5:4 Muchas veces lo habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto
las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarlo.
5:5 Día y noche, vagaba entre los sepulcros y por la montaña, dando alaridos
e hiriéndose con piedras.
5:6 Al ver de lejos a Jesús, vino corriendo a postrarse ante él,
5:7 gritando con fuerza: "¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo de Dios, el
Altísimo? ¡Te conjuro por Dios, no me atormentes!"
5:8 Porque Jesús le había dicho: "¡Sal de este hombre, espíritu impuro!"
5:9 Después le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?" Él respondió: "Mi nombre es
Legión, porque somos muchos".
5:10 Y le rogaba con insistencia que no lo expulsara de aquella región.
5:11 Había allí una gran piara de cerdos que estaba paciendo en la montaña.
5:12 Los espíritus impuros suplicaron a Jesús: "Envíanos a los cerdos, para
que entremos en ellos".
5:13 Él se lo permitió. Entonces los espíritus impuros salieron de aquel
hombre, entraron en los cerdos, y desde lo alto del acantilado, toda la
piara -unos dos mil animales- se precipitó al mar y se ahogó.
5:14 Los cuidadores huyeron y difundieron la noticia en la ciudad y en los
poblados. La gente fue a ver qué había sucedido.
5:15 Cuando llegaron a donde estaba Jesús, vieron sentado, vestido y en su
sano juicio, al que había estado poseído por aquella Legión, y se llenaron
de temor.
5:16 Los testigos del hecho les contaron lo que había sucedido con el
endemoniado y con los cerdos.
5:17 Entonces empezaron a pedir a Jesús que se alejara de su territorio.
5:18 En el momento de embarcarse, el hombre que había estado endemoniado le
pidió que lo dejara quedarse con él.
5:19 Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a tu casa con tu
familia, y anúnciales todo lo que el Señor hizo contigo al compadecerse de
ti".
5:20 El hombre se fue y comenzó a proclamar por la región de la Decápolis lo
que Jesús había hecho por él, y todos quedaban admirados.
Curación de una mujer y resurrección de la hija de Jairo
Mateo 9, 18-26 / Lucas 8, 40-56
5:21 Cuando Jesús regresó en la barca a la otra orilla, una gran multitud se
reunió a su alrededor, y él se quedó junto al mar.
5:22 Entonces llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al
verlo, se arrojó a sus pies,
5:23 rogándole con insistencia: "Mi hijita se está muriendo; ven a imponerle
las manos, para que se cure y viva".
5:24 Jesús fue con él y lo seguía una gran multitud que lo apretaba por
todos lados.
5:25 Se encontraba allí una mujer que desde hacía doce años padecía de
hemorragias.
5:26 Había sufrido mucho en manos de numerosos médicos y gastado todos sus
bienes sin resultado; al contrario, cada vez estaba peor.
5:27 Como había oído hablar de Jesús, se le acercó por detrás, entre la
multitud, y tocó su manto,
5:28 porque pensaba: "Con sólo tocar su manto quedaré curada".
5:29 Inmediatamente cesó la hemorragia, y ella sintió en su cuerpo que
estaba curada de su mal.
5:30 Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se
dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: "¿Quién tocó mi manto?"
5:31 Sus discípulos le dijeron: "¿Ves que la gente te aprieta por todas
partes y preguntas quién te ha tocado?"
5:32 Pero él seguía mirando a su alrededor, para ver quién había sido.
5:33 Entonces la mujer, muy asustada y temblando, porque sabía bien lo que
le había ocurrido, fue a arrojarse a sus pies y le confesó toda la verdad.
5:34 Jesús le dijo: "Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz, y queda curada
de tu enfermedad".
5:35 Todavía estaba hablando, cuando llegaron unas personas de la casa del
jefe de la sinagoga y le dijeron: "Tu hija ya murió; ¿para qué vas a seguir
molestando al Maestro?"
5:36 Pero Jesús, sin tener en cuenta esas palabras, dijo al jefe de la
sinagoga: "No temas, basta que creas".
5:37 Y sin permitir que nadie lo acompañara, excepto Pedro, Santiago y Juan,
el hermano de Santiago,
5:38 fue a casa del jefe de la sinagoga. Allí vio un gran alboroto, y gente
que lloraba y gritaba.
5:39 Al entrar, les dijo: "¿Por qué se alborotan y lloran? La niña no está
muerta, sino que duerme".
5:40 Y se burlaban de él. Pero Jesús hizo salir a todos, y tomando consigo
al padre y a la madre de la niña, y a los que venían con él, entró donde
ella estaba.
5:41 La tomó de la mano y le dijo: "Talitá kum", que significa: "¡Niña, yo
te lo ordeno, levántate!"
5:42 En seguida la niña, que ya tenía doce años, se levantó y comenzó a
caminar. Ellos, entonces, se llenaron de asombro,
5:43 y él les mandó insistentemente que nadie se enterara de lo sucedido.
Después dijo que dieran de comer a la niña.
Síntesis aplicativa de temas importantes
1-2. El poder de Jesús es sin igual; nada puede interponerse en su camino.
Este capítulo nos habla de la impotencia de los hombres frente a fuerzas
demoníacas, las enfermedades y la muerte; Asimismo, nos habla de la potencia
de Jesús para enfrentarse y vencer a estos poderes hostiles. De este
capítulo aprendemos lo siguiente acerca del poder de Jesús:
a. Los poderes de las tinieblas resultan invencibles para los hombres, pero
no para Jesús. El enemigo ha tomado posesión de un hombre, y a través de él
siembra el pánico sobre toda la región. A este endemoniado nadie le puede
atar, ni dominar. Hasta el momento ha gozado de pleno dominio, pero ahora...
deberá postrarse ante el Hijo de Dios, Jesús, y reconocer que todo dominio
le pertenece a Él como Señor de Israel. Sólo Jesús logra atar con su
autoridad a este endemoniado; sólo Él logra dominarlo y colocarlo bajo su
merced. Como creyentes, sepamos que aunque el poder del enemigo sea grande,
éste no puede resistir a la autoridad y grandeza de Cristo.
b. Jesucristo hace renacer la esperanza ya perdida. Para una mujer que por
su enfermedad debe mantenerse alejada de la comunión de su pueblo, ya se
había extinguido casi por completo la esperanza de vivir en una forma más
digna, sin sentirse azotada por una enfermedad tan denigrante.
Pero la llama que ya se apaga vuelve a tomar fuerza, y arder más que nunca
cuando se escucha hablar de Jesús. Así es, Jesús es la esperanza primera y
última para todo ser humano. Quien le toca con fe alcanzará el gozo de la
salvación.
c. La muerte no es un obstáculo para Jesús, Él la puede vencer. Algunos
consideran que Jairo no debe insistir con su petición de sanidad ante Jesús,
pues ya nada se puede hacer por alguien que ha muerto. Según estos hombres,
mientras hay vida Jesús puede hacer algo, pero cuando ella se extingue ya no
hay más remedio. Mas Jesús mostrará que Él pone fin a todo ritual funerario;
Él no sólo da la vida, sino que además Él es la vida misma. Con amorosa
palabra levanta a la hija de Jairo de la muerte. Así también, todos los que
hayan muerto confiando en Él, escucharán su voz y resucitarán para gloria
eterna.
1.a. Cuando Jesús echa fuera la legión de demonios, está reclamando sus
derechos sobre la gente. A través de la expulsión, al permitir que los
demonios entrasen en un hato de cerdos (para los judíos eran animales
impuros), muestra que Él tiene el pleno derecho de dueño sobre aquella
región pagana: todos deben servir y obedecer al Dios de Israel y a su Hijo.
b. Jesús nunca obliga ni fuerza a la gente para que ponga su confianza en
Él. Jesús aceptó el ruego de la gente y se marchó. Él quiere ser recibido
por un amor genuino y voluntario.
c. A pesar de que la gente le rogó que se fuera, Jesús les mostró su inmenso
amor, dejándoles un testigo, el endemoniado liberado. Aunque para la gente
el milagro era una tremenda pérdida, toda esa región debe conocer también el
poder sanador y salvador de Jesús.
2a. La fe es importante en todas las circunstancias, aun en las más
desesperantes. Así lo demostró Jesús en la historia de los dos milagros que
están estrechamente vinculados. Para la mujer no había esperanza, ya que
hacía 12 años que padecía de flujo de sangre, una enfermedad incurable.
El otro caso es peor. Tanto tiempo demora la llegada de Jesús que no sólo la
niña había muerto, sino que también la esperanza. Pero Jesús, el Poderoso,
sana la vida aun de la muerte. El actuar misericordioso de Jesús nos permite
ser testigos de cómo una vida es totalmente restaurada en el reino de Dios.
Si Dios en nuestra vida hace un milagro, nos da una confirmación de esta
hermosa verdad. Si no lo hace, igual los ejemplos del evangelio pueden ser
más que suficientes para confiar plenamente en
Él.
2b. Jesús no busca granjearse la fama por medio de sus obras. Él sólo busca
manifestar la misericordia activa de Dios en medio de los hombres. Nos
parece un poco extraño que luego de realizar un milagro tan extraordinario
como lo es el de resucitar a un muerto, nuestro Señor ordene que nadie
comente los detalles de lo sucedido. Vale decir, Jesús no quiere satisfacer
la curiosidad de la gente que únicamente anda buscando lo espectacular, o
alguna fórmula para ser poderoso. Él quiere que la gente alabe a Dios por su
gran misericordia.
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
CAPÍTULO 6
Visita de Jesús a Nazaret
Mateo 13, 53-58 / Lucas 4, 16-24
6:1 Jesús salió de allí y se dirigió a su pueblo, seguido de sus discípulos.
6:2 Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga, y la multitud
que lo escuchaba estaba asombrada y decía: "¿De dónde saca todo esto? ¿Qué
sabiduría es esa que le ha sido dada y esos grandes milagros que se realizan
por sus manos?
6:3 ¿No es acaso el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago, de
José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?". Y
Jesús era para ellos un motivo de tropiezo.
6:4 Por eso les dijo: "Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en
su familia y en su casa".
6:5 Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de curar a unos pocos
enfermos, imponiéndoles las manos.
6:6 Y él se asombraba de su falta de fe.
Misión de los Doce
Mateo 10, 5-10 / Lucas 9, 1-6
Jesús recorría las poblaciones de los alrededores, enseñando a la gente.
6:7 Entonces llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder
sobre los espíritus impuros.
6:8 Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan,
ni alforja, ni dinero;
6:9 que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas.
6:10 Les dijo: "Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el
momento de partir.
6:11 Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de
allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos".
6:12 Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión;
6:13 expulsaron a muchos demonios y curaron a numerosos enfermos,
ungiéndolos con óleo.
Juicio de Herodes sobre Jesús
Mateo 14, 1-2 / Lucas 9, 7-9
6:14 El rey Herodes oyó hablar de Jesús, porque su fama se había extendido
por todas partes. Algunos decían: "Juan el Bautista ha resucitado, y por eso
se manifiestan en él poderes milagrosos".
6:15 Otros afirmaban: "Es Elías". Y otros: "Es un profeta como los
antiguos".
6:16 Pero Herodes, al oír todo esto, decía: "Este hombre es Juan, a quien yo
mandé decapitar y que ha resucitado".
La muerte de Juan el Bautista
Mateo 14, 3-12 / Lucas 3, 19-20
6:17 Herodes, en efecto, había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de
Herodías, la mujer de su hermano Felipe, con la que se había casado.
6:18 Porque Juan decía a Herodes: "No te es lícito tener a la mujer de tu
hermano".
6:19 Herodías odiaba a Juan e intentaba matarlo, pero no podía,
6:20 porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre justo y santo,
y lo protegía. Cuando lo oía, quedaba perplejo, pero lo escuchaba con gusto.
6:21 Un día se presentó la ocasión favorable. Herodes festejaba su
cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus dignatarios, a sus oficiales y a
los notables de Galilea.
6:22 La hija de Herodías salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus
convidados, que el rey dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras y te lo
daré".
6:23 Y le aseguró bajo juramento: "Te daré cualquier cosa que me pidas,
aunque sea la mitad de mi reino".
6:24 Ella fue a preguntar a su madre: "¿Qué debo pedirle?" "La cabeza de
Juan el Bautista", respondió esta.
6:25 La joven volvió rápidamente a donde estaba el rey y le hizo este
pedido: "Quiero que me traigas ahora mismo, sobre una bandeja, la cabeza de
Juan el Bautista".
6:26 El rey se entristeció mucho, pero a causa de su juramento, y por los
convidados, no quiso contrariarla.
6:27 En seguida mandó a un guardia que trajera la cabeza de Juan.
6:28 El guardia fue a la cárcel y le cortó la cabeza. Después la trajo sobre
una bandeja, la entregó a la joven y esta se la dio a su madre.
6:29 Cuando los discípulos de Juan lo supieron, fueron a recoger el cadáver
y lo sepultaron.
La primera multiplicación de los panes
Mateo 14, 13-21 / Lucas 9, 10-17 / Juan 6, 1-13
6:30 Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían
hecho y enseñado.
6:31 Él les dijo: "Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar
un poco". Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni
para comer.
6:32 Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto.
6:33 Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades
acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos.
6:34 Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella,
porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.
6:35 Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron:
"Este es un lugar desierto, y ya es muy tarde.
6:36 Despide a la gente, para que vaya a los campos y pueblos cercanos a
comprar algo para comer".
6:37 Él respondió: "Denles de comer ustedes mismos". Ellos le dijeron:
"Habría que comprar pan por valor de doscientos denarios para dar de comer a
todos".
6:38 Jesús preguntó: "¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver". Después
de averiguarlo, dijeron: "Cinco panes y dos pescados".
6:39 Él les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba
verde,
6:40 y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta.
6:41 Entonces él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los
ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando
a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos
pescados entre la gente.
6:42 Todos comieron hasta saciarse,
6:43 y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de
pescado.
6:44 Los que comieron eran cinco mil hombres.
Jesús camina sobre el agua
Mateo 14, 22-33 / Juan 6, 16-21
6:45 En seguida, Jesús obligó a sus discípulos a que subieran a la barca y
lo precedieran en la otra orilla, hacia Betsaida, mientras él despedía a la
multitud.
6:46 Una vez que los despidió, se retiró a la montaña para orar.
6:47 Al caer la tarde, la barca estaba en medio del mar y él permanecía solo
en tierra.
6:48 Al ver que remaban muy penosamente, porque tenían viento en contra,
cerca de la madrugada fue hacia ellos caminando sobre el mar, e hizo como si
pasara de largo.
6:49 Ellos, al verlo caminar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se
pusieron a gritar,
6:50 porque todos lo habían visto y estaban sobresaltados. Pero él les habló
en seguida y les dijo: "Tranquilícense, soy yo; no teman".
6:51 Luego subió a la barca con ellos y el viento se calmó. Así llegaron al
colmo de su estupor,
6:52 porque no habían comprendido el milagro de los panes y su mente estaba
enceguecida.
Curaciones en la región de Genesaret
Mateo 14, 34-36
6:53 Después de atravesar el lago, llegaron a Genesaret y atracaron allí.
6:54 Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús,
6:55 y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los
enfermos, hasta el lugar donde sabían que él estaba.
6:56 En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a
los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los
flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban curados.
Síntesis aplicativa de temas importantes
1. La incredulidad es muy peligrosa, ya que cierra los ojos ante la obra de
Dios por medio de
Jesucristo. La gente se admira de Jesús, pero esta admiración se halla lejos
de estar fundada en la fe; es nada más que una admiración crítica, ya que no
puede concebir que uno de sus aldeanos pueda tener tal palabra de autoridad
y realizar los milagros que hace. Para ellos, Jesús es una persona común
y corriente, sin gran abolengo; por eso le rechazan. La gente no puede
aceptar que Dios pueda emplear un instrumento humilde, tampoco que Dios
pueda humillarse tanto que aparezca en la figura de un hombre. La
incredulidad muestra que no tenemos conocimiento de nosotros mismos y que
por lo tanto no nos damos cuenta de que necesitamos a Cristo, el humilde
Salvador.
2. Nuestra tarea es testificar de Jesús y con su autoridad demandar fe en
Él. El envío de los discípulos fue como un preludio de Pentecostés. Desde
entonces fueron enviados (y nosotros igual) para testificar de Cristo y
pedir fe en Jesús. Si la gente no acepta el mensaje del evangelio, es como
si rechazaran a Jesús mismo. Actuemos con la autoridad de Cristo, y tengamos
cuidado de no rechazar a Jesús al no recibir su palabra. Por otro lado,
rechazar a Jesús es un pecado más grave que los pecados cometidos por
ciudades impías e inmorales. Esto es un duro golpe para aquellos que
pretenden asegurarse la dicha eterna por medio de una vida moralmente
elevada, sin la necesidad de recibir a Cristo. Parece increíble, pero mayor
castigo merece el que rechaza a Jesús, que el que vivió una vida en forma
licenciosa sin el conocimiento de Cristo.
3. Mientras que Juan murió como mártir, Jesús murió como sacrificio vicario.
La manera en la cual Marcos une la fama de Jesús con la muerte de Juan nos
hace ver que la muerte amenazaría también a Jesús. Herodes respetaba a Juan,
pero no quiso dejarse corregir por él. En su ambigüedad cedió ante la
petición de la hija de Herodías. La ambigüedad lleva fácilmente al rechazo
total del evangelio. Si no rompemos radicalmente con ella, seremos su
víctima.
4. La alimentación de los cinco mil es un preludio del reino de Dios. Esta
señal pinta un aspecto positivo del reino de Dios: el reino de Dios no sólo
se caracteriza por la ausencia de miseria, sino también por la presencia de
abundancia y gozo. Esta historia es a la vez una indicación de la futura
tarea de los discípulos (y de la iglesia de hoy): alimentar a las multitudes
con la palabra de Dios. En todo esto, Jesús muestra su gran amor y
preocupación por el bienestar del pueblo de Israel, el pueblo del pacto de
Dios, en cuyo tronco también nosotros somos injertados.
Alimentar a la gente por medio del evangelio y la obra social es dar
expresión del amor y la preocupación de Jesús por la humanidad.
5. Jesús quiere despertar la confianza en Él. Este es el significado de la
historia de Jesús caminando sobre el agua, la cual a primera vista nos
parece un poco extraña. Jesús no interviene, ni entra inmediatamente en la
barca, pues los discípulos deben aprender que la tarea que Jesús les impone
implica su promesa de ayuda y protección. Debido a su poca fe, Jesús en su
misericordia, entra en la barca y calma la tempestad. Al otro lado del mar,
Él continúa su trabajo. Su misericordia es grande, pero el fruto es todavía
escaso. Hay mucha `fe' en los milagros, pero poco interés y fe en su
mensaje. ¿No podemos decir lo mismo hoy en día?
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
CAPÍTULO 7
Discusión sobre las tradiciones
Mateo 15, 1-9
7:1 Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a
Jesús,
7:2 y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es
decir, sin lavar.
7:3 Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse
antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados;
7:4 y al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones.
Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición,
como el lavado de los vasos, de las jarras y de la vajilla de bronce.
7:5 Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: "¿Por qué tus
discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados,
sino que comen con las manos impuras?"
7:6 Él les respondió: "¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el
pasaje de la Escritura que dice:
Este pueblo me honra con los labios,
pero su corazón está lejos de mí.
7:7 En vano me rinde culto:
las doctrinas que enseñan
no son sino preceptos humanos.
7:8 Ustedes dejan de lado el mandamiento de Dios, por seguir la tradición de
los hombres".
7:9 Y les decía: "Por mantenerse fieles a su tradición, ustedes descartan
tranquilamente el mandamiento de Dios.
7:10 Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y además: El que
maldice a su padre y a su madre será condenado a muerte.
7:11 En cambio, ustedes afirman: "Si alguien dice a su padre o a su madre:
Declaro corbán —es decir, ofrenda sagrada— todo aquello con lo que podría
ayudarte...".
7:12 En ese caso, le permiten no hacer más nada por su padre o por su madre.
7:13 Así anulan la palabra de Dios por la tradición que ustedes mismos se
han transmitido. ¡Y como estas, hacen muchas otras cosas!"
La enseñanza sobre lo puro y lo impuro
Mateo 15, 10-20
7:14 Y Jesús, llamando otra vez a la gente, les dijo: "Escúchenme todos y
entiéndanlo bien.
7:15 Ninguna cosa externa que entra en el hombre puede mancharlo; lo que lo
hace impuro es aquello que sale del hombre.
7:16 ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!"
7:17 Cuando se apartó de la multitud y entró en la casa, sus discípulos le
preguntaron por el sentido de esa parábola.
7:18 Él les dijo: "¿Ni siquiera ustedes son capaces de comprender? ¿No saben
que nada de lo que entra de afuera en el hombre puede mancharlo,
7:19 porque eso no va al corazón sino al vientre, y después se elimina en
lugares retirados?" Así Jesús declaraba que eran puros todos los alimentos.
7:20 Luego agregó: "Lo que sale del hombre es lo que lo hace impuro.
7:21 Porque es del interior, del corazón de los hombres, de donde provienen
las malas intenciones, las fornicaciones, los robos, los homicidios,
7:22 los adulterios, la avaricia, la maldad, los engaños, las
deshonestidades, la envidia, la difamación, el orgullo, el desatino.
7: 23 Todas estas cosas malas proceden del interior y son las que manchan al
hombre".
LA ACTIVIDAD DE JESÚS FUERA DE GALILEA
Curación de la hija de una cananea
Mateo 15, 21-28
7:24 Después Jesús partió de allí y fue a la región de Tiro. Entró en una
casa y no quiso que nadie lo supiera, pero no pudo permanecer oculto.
7:25 En seguida una mujer cuya hija estaba poseída por un espíritu impuro,
oyó hablar de él y fue a postrarse a sus pies.
7:26 Esta mujer, que era pagana y de origen sirofenicio, le pidió que
expulsara de su hija al demonio.
7:27 Él le respondió: "Deja que antes se sacien los hijos; no está bien
tomar el pan de los hijos para tirárselo a los cachorros".
7:28 Pero ella le respondió: "Es verdad, Señor, pero los cachorros, debajo
de la mesa, comen las migajas que dejan caer los hijos".
7:29 Entonces él le dijo: "A causa de lo que has dicho, puedes irte: el
demonio ha salido de tu hija".
7:30 Ella regresó a su casa y encontró a la niña acostada en la cama y
liberada del demonio.
Curación de un sordomudo
7:31 Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el
mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis.
7:32 Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera
las manos.
7:33 Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos
en las orejas y con su saliva le tocó la lengua.
7:34 Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: "Efatá", que
significa: "Ábrete".
7:35 Y en seguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a
hablar normalmente.
7:36 Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero
cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban
7:37 y, en el colmo de la admiración, decían: "Todo lo ha hecho bien: hace
oír a los sordos y hablar a los mudos".
Síntesis aplicativa de temas importantes
1a. La tradición de una iglesia puede convertirse en un arma para condenar a
otros.
Los líderes judíos eran extremadamente rigurosos en cuanto a la tradición de
los ancianos. Ellos condenan a los discípulos de Jesús, porque no obedecen a
una tradición que obligaba a lavarse las manos muchas veces antes de comer.
De esta manera pensaban mantenerse puros delante de Dios. Tanto hincapié
hacían en esto que no dudaban en condenar a aquellos que no lo realizaban
como ellos. De igual manera es posible encontrar esta actitud dentro de la
iglesia, cuando los hombres, a través de los años, han incorporado
tradiciones o normas que vienen a ser las pruebas de una santidad o pureza,
casi siempre son cosas que tienen que ver con actos externos. Por ejemplo
podemos pensar en la forma en que hay que vestirse, peinarse, donde ir y
dónde no hacerlo, etc. Todas estas tradiciones si no son evaluadas a la luz
de la Escritura pueden fácilmente llevar a los creyentes hacia una actitud y
condenatoria hacia otros.
1b. Es posible llegar a invalidar los mandamientos del Señor, cambiándolos
por preceptos humanos, llegando a pensar que con esto agradamos al Señor.
Los fariseos eran muy respetuosos de la tradición de los ancianos, pero
estaban pasando por alto los mandamientos de Dios. Parecían ser muy
espirituales, pero en realidad no lo eran; pasaban por alto el mandamiento
de honrar a los padres, no dándoles el sustento material que necesitaban; la
excusa que le daban a sus padres era: "No puedo darte dinero porque le
pertenece al Señor". Podemos mostrar la misma actitud, por ejemplo, cuando
simulamos que nuestro deseo es servir a Dios, y que por lo tanto no tenemos
tiempo para cuidar a nuestros padres, mientras que la verdad es que
simplemente no queremos hacerlo.
1c. Para alcanzar pureza delante de Dios, los mandamientos externos de nada
valen si el corazón antes no ha sido regenerado por el Espíritu Santo. Los
fariseos enfatizaban una diferencia externa con los que no eran judíos. Esto
a la larga los llevó a una actitud de orgullo, en donde pasaban por alto la
condición del corazón del hombre. ¿De qué vale hacer tanto esfuerzo humano
para alcanzar pureza por medio de rituales, si en el corazón no hay un
cambio obrado por Dios? En cuanto a esto podemos afirmar que el corazón de
estos hombres no era limpio pues rechazaban a Jesús. La iglesia debe saber
que si ella hace tanto énfasis en asuntos externos que según la tradición
son señales de santidad, puede caer en orgullo y desconocer que el corazón
es malo y que necesita ser purificado por Dios mediante su Espíritu.
1d. Lo malo no viene de afuera, sino que está adentro, en el corazón. Para
los fariseos fue una palabra muy chocante el que Jesús les dijera que lo que
realmente contamina al ser humano era su corazón inclinado siempre al mal, y
no cosas que tienen que ver con los alimentos. En las palabras de
Jesús encontramos respuestas a pecados que por lo general se asocian con el
diablo, pero que Jesús deja en claro que nacen del corazón. Además, es esto
una enseñanza para que estemos conscientes que en la labor de educar a
nuestro hijos en el temor del Señor no debemos pensar que ellos pueden
llegar a ser personas que nunca cometerán pecado. Pero Jesús vino justamente
para ofrecer a través de su sacrificio y Espíritu otra limpieza, la del
corazón.
2. Después de Pentecostés el evangelio se expanderá a los gentiles, no
dándoles `migajas', sino pan de vida en abundancia. Jesús debía retirarse al
extranjero. Una mujer le pide el favor de liberar a su hija de un demonio.
Jesús considera que todavía no es el tiempo para los gentiles, sino para
Israel; pero igual, en su gran misericordia, responde a su petición. Aunque
nosotros tampoco merecemos la gracia de Dios, no obstante, si la suplicamos
con sinceridad, Él, en su infinita bondad, nos la promete y otorga.
3. Jesús no quiere alcanzar fama como milagrero, sino que busca fe en su
persona y palabra.
Jesús respondió a las necesidades de la gente, pero le entristecía ver que
había más interés en sus milagros que en su palabra. Por eso gimió y
prohibió hablar acerca del milagro que había hecho: sanar a un sordomudo.
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
CAPÍTULO 8
La segunda multiplicación de los panes
Mateo 15, 32-39
8:1 En esos días, volvió a reunirse una gran multitud, y como no tenían qué
comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
8:2 "Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no
tienen qué comer.
8:3 Si los mando en ayunas a sus casas, van a desfallecer en el camino, y
algunos han venido de lejos".
8:4 Los discípulos le preguntaron: "¿Cómo se podría conseguir pan en este
lugar desierto para darles de comer?"
8:5 Él les dijo: "¿Cuántos panes tienen ustedes?". Ellos respondieron:
"Siete".
8:6 Entonces él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo, después
tomó los siete panes, dio gracias, los partió y los fue entregando a sus
discípulos para que los distribuyeran. Ellos los repartieron entre la
multitud.
8:7 Tenían, además, unos cuantos pescados pequeños, y después de pronunciar
la bendición sobre ellos, mandó que también los repartieran.
8:8 Comieron hasta saciarse y todavía se recogieron siete canastas con lo
que había sobrado.
8:9 Eran unas cuatro mil personas. Luego Jesús los despidió.
8:10 En seguida subió a la barca con sus discípulos y fue a la región de
Dalmanuta.
El signo rehusado a los fariseos
Mateo 12, 38-42 / Mateo 16, 1-4 / Lucas 11, 29-32
8:11 Entonces llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con él; y,
para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo.
8:12 Jesús, suspirando profundamente, dijo: "¿Por qué esta generación pide
un signo? Les aseguro que no se le dará ningún signo".
8:13 Y dejándolos, volvió a embarcarse hacia la otra orilla.
Advertencia contra la actitud de los fariseos y de Herodes
Mateo 16, 5-12
8:14 Los discípulos se habían olvidado de llevar pan y no tenían más que un
pan en la barca.
8:15 Jesús les hacía esta recomendación: "Estén atentos, cuídense de la
levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes".
8:16 Ellos discutían entre sí, porque no habían traído pan.
8:17 Jesús se dio cuenta y les dijo: "¿A qué viene esa discusión porque no
tienen pan? ¿Todavía no comprenden ni entienden? Ustedes tienen la mente
enceguecida.
8:18 Tienen ojos y no ven, oídos y no oyen. ¿No recuerdan
8:19 cuántas canastas llenas de sobras recogieron, cuando repartí cinco
panes entre cinco mil personas?". Ellos le respondieron: "Doce".
8:20 "Y cuando repartí siete panes entre cuatro mil personas, ¿cuántas
canastas llenas de trozos recogieron?". Ellos le respondieron: "Siete".
8:21 Entonces Jesús les dijo: "¿Todavía no comprenden?"
Curación de un ciego
8:22 Cuando llegaron a Betsaida, le trajeron a un ciego y le rogaban que lo
tocara.
8:23 Él tomó al ciego de la mano y lo condujo a las afueras del pueblo.
Después de ponerle saliva en los ojos e imponerle las manos, Jesús le
preguntó: "¿Ves algo?"
8:24 El ciego, que comenzaba a ver, le respondió: "Veo hombres, como si
fueran árboles que caminan".
8:25 Jesús le puso nuevamente las manos sobre los ojos, y el hombre recuperó
la vista. Así quedó curado y veía todo con claridad.
8:26 Jesús lo mandó a su casa, diciéndole: "Ni siquiera entres en el
pueblo".
La profesión de fe de Pedro
Mateo 16, 13-20 / Lucas 9, 18-21 / Juan 6, 64-71
8:27 Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo,
y en el camino les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?"
8:28 Ellos le respondieron: "Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros,
Elías; y otros, alguno de los profetas".
8:29 "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Pedro respondió: "Tú eres el
Mesías".
8:30 Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él.
El primer anuncio de la Pasión
Mateo 16, 21-23 / Lucas 9, 22
8:31 Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser
rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía
ser condenado a muerte y resucitar después de tres días;
8:32 y les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte,
comenzó a reprenderlo.
8:33 Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió,
diciendo: "¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no
son los de Dios, sino los de los hombres".
Condiciones para seguir a Jesús
Mateo 16, 24-28 / Lucas 9, 23-27
8:34 Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les
dijo: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue
con su cruz y me siga.
8:35 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su
vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará.
8:36 ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si pierde su vida?
8:37 ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
8:38 Porque si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras en esta
generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de
él cuando venga en la gloria de su Padre con sus santos ángeles".
Síntesis aplicativa de temas importantes
1a. El motivo de la segunda alimentación es fortalecer física y
espiritualmente a la multitud para que al regresar a sus hogares respectivos
testifiquen de lo que han recibido del Señor Jesús. Además, podemos decir,
que al ocurrir esta alimentación fuera de los límites de Israel (en la
región de la Decápolis) se abre la perspectiva hacia la predicación a las
naciones. Si rogamos al Señor nueva fuerza para seguir trabajando en su
reino, podemos estar seguros que Él estará atento a nuestras peticiones.
1b. La compasión de Jesús abarca toda nuestra existencia. El Señor prevé las
situaciones difíciles a las que pueden verse enfrentadas las personas que
deben regresar desde el desierto a sus respectivos hogares. Jesús está
interesado en sobremanera por la condición física de las personas, aunque
éstas sólo le busquen para ver cosas espectaculares en su ministerio.
¿Compartimos esta compasión de Jesús por las necesidades de los hombres?
2a. No son las señales las que rompen la resistencia contra Jesús, sino el
convertirse y humildemente aceptar la autoridad divina de Jesús. Los
fariseos piden una señal del cielo (= de Dios) que manifieste que Jesús
puede proceder con autoridad. Sin embargo, el problema está en el corazón
del hombre, no en la persona de Jesús.
2b. Para aquellos que sólo quieren ver algo sorprendente para creer en
Jesús, recibirán lo que quieren; pero, para entonces, esa señal sellará su
condenación eterna. Los fariseos querían ver algo sumamente grandioso que
autentificara la autoridad de Jesús como Hijo de Dios. Así también mucha
gente quiere pasar por el mismo proceso. La Biblia enseña que habrá una
señal extraordinaria en los cielos: el regreso de Jesús a la tierra, en
gloria y majestad. Más cuando eso ocurra, la oportunidad para que los
hombres se hubiesen arrepentido delante de Dios, recibiendo a Jesús como su
Señor, habrá terminado para siempre.
3. Mantengamos, a pesar de las influencias negativas, nuestra fe firme en
Jesús. El Señor advierte a sus discípulos contra la levadura de los
fariseos, es decir, la influencia negativa de ellos hacia su persona. La
mala interpretación de parte de los discípulos como si Jesús hubiera hablado
de levadura para preparar pan, muestra la dureza de sus corazones, la
incredulidad y la desconfianza en cuanto al poder de Jesús. Por esta dureza,
ceguera e incredulidad corren el peligro de estar abiertos a la influencia
de los fariseos. ¿No corremos nosotros el mismo peligro?
29
4. Jesús hizo milagros a fin de que todos creyeran verdaderamente en Él y
glorificaran a quien los había llevado a cabo. Nunca tuvo la intención de
atraer la admiración del pueblo, simplemente por cosas que nunca habían
visto antes. La gente debe conocer a través de los milagros la real
dimensión de Majestad de Jesús. Si Él abre los ojos de un ciego es para que
éste pueda contemplar al Hijo de Dios que va camino al Calvario para morir
por nuestros pecados.
5a. Tener una idea equivocada de la verdadera identidad de Jesús, es en
realidad una forma de rechazo muy sutil. Jesús recaba información, aunque Él
lo sabe, de sus discípulos acerca del pensamiento que la gente tiene de su
persona. Para los hombres, Jesús es uno de los tantos profetas, y no el
Cristo, su Salvador. Hoy en día mucha gente se refiere a Jesús catalogándolo
como el mejor de los maestros de la vida, un filósofo, un poeta, y otras
cosas semejantes; pero no lo reconocen como Señor y Salvador que les puede
librar de la condenación eterna. Frente a toda opinión distorsionada de la
persona de Jesús, mantengamos la verdadera confesión de quien es Él.
5b. No aceptar lo necesario del sacrificio de Cristo por nosotros es algo
muy peligroso. Pedro, como representante de los discípulos, confiesa, por
obra del Padre, que Jesús es el Cristo; pero, más tarde se opondrá al
sufrimiento que Jesús debe soportar. Jesús revela a todos que la oposición a
su sacrificio es una actividad satánica. Para algunos les resulta una locura
hablar de la sangre que lava nuestros pecados, les resulta ilógico hablar de
esto en un mundo computarizado. Nosotros nunca debemos olvidar que fue el
sacrificio de Cristo el que logró nuestra redención y salvación eterna.
5c. Para los creyentes la muerte ha perdido su carácter aterrador; ella es
el paso a la gloria eterna con Jesús. Seguir a Jesús es hacerlo hasta las
últimas consecuencias, es mantener nuestra confesión hasta la muerte.
Avergonzarse del sacrificio expiatorio de Cristo traerá consecuencias de
eterna perdición. Más para los que creen en Él con todo su ser verán que la
muerte es tan sólo un paso a la gloria con Jesús. Los creyentes no temen a
la muerte de la misma manera que los incrédulos, pues saben que ella no los
puede sujetar a su dominio, ya que somos propiedad de Cristo Jesús.
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
CAPÍTULO 9
9:1 Y les decía: "Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no
morirán antes de haber visto que el Reino de Dios ha llegado con poder".
La transfiguración de Jesús
Mateo 17, 1-9 / Lucas 9, 28-36
9:2 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a
ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos.
9:3 Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en
el mundo podría blanquearlas.
9:4 Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
9:5 Pedro dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres
carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías".
9:6 Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor.
9:7 Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz:
"Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo".
9:8 De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo
con ellos.
9:9 Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían
visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.
9:10 Ellos cumplieron esta orden, pero se preguntaban qué significaría
"resucitar de entre los muertos".
Elías, figura de Juan el Bautista
Mateo 17, 10-13
9:11 Y le hicieron esta pregunta: "¿Por qué dicen los escribas que antes
debe venir Elías?"
9:12 Jesús les respondió: "Sí, Elías debe venir antes para restablecer el
orden en todo. Pero, ¿no dice la Escritura que el Hijo del hombre debe
sufrir mucho y ser despreciado?
9:13 Les aseguro que Elías ya ha venido e hicieron con él lo que quisieron,
como estaba escrito".
Curación de un endemoniado epiléptico
Mateo 17, 14-20 / Lucas 9, 37-43
9:14 Cuando volvieron a donde estaban los otros discípulos, los encontraron
en medio de una gran multitud, discutiendo con algunos escribas.
9:15 En cuanto la multitud distinguió a Jesús, quedó asombrada y corrieron a
saludarlo.
9:16 Él les preguntó: "¿Sobre qué estaban discutiendo?"
9:17 Uno de ellos le dijo: "Maestro, te he traído a mi hijo, que está
poseído de un espíritu mudo.
9:18 Cuando se apodera de él, lo tira al suelo y le hace echar espuma por la
boca; entonces le crujen sus dientes y se queda rígido. Le pedí a tus
discípulos que lo expulsaran pero no pudieron".
9:19 "Generación incrédula, respondió Jesús, ¿hasta cuándo estaré con
ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganmelo".
9:20 Y ellos se lo trajeron. En cuanto vio a Jesús, el espíritu sacudió
violentamente al niño, que cayó al suelo y se revolcaba, echando espuma por
la boca.
9:21 Jesús le preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que está así?" "Desde
la infancia, le respondió,
9:22 y a menudo lo hace caer en el fuego o en el agua para matarlo. Si
puedes hacer algo, ten piedad de nosotros y ayúdanos".
9:23 "¡Si puedes...!", respondió Jesús. "Todo es posible para el que cree".
9:24 Inmediatamente el padre del niño exclamó: "Creo, ayúdame porque tengo
poca fe".
9:25 Al ver que llegaba más gente, Jesús increpó al espíritu impuro,
diciéndole: "Espíritu mudo y sordo, yo te lo ordeno, sal de él y no vuelvas
más".
9:26 El demonio gritó, sacudió violentamente al niño y salió de él,
dejándolo como muerto, tanto que muchos decían: "Está muerto".
9:27 Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó, y el niño se puso de pie.
9:28 Cuando entró en la casa y quedaron solos, los discípulos le
preguntaron: "¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?"
9:29 Él les respondió: "Esta clase de demonios se expulsa sólo con la
oración".
El segundo anuncio de la Pasión
Mateo 17, 22-23 / Lucas 9, 43b-45
9:30 Al salir de allí atravesaron la Galilea; Jesús no quería que nadie lo
supiera,
9:31 porque enseñaba y les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en
manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte,
resucitará".
9:32 Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas.
La verdadera grandeza
Mateo 18, 1-5 / Lucas 9, 46-48
9:33 Llegaron a Cafarnaún y, una vez que estuvieron en la casa, les
preguntó: "¿De qué hablaban en el camino?"
9:34 Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más
grande.
9:35 Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: "El que quiere ser
el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos".
9:36 Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo,
les dijo:
9:37 "El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y
el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado".
La intolerancia de los Apóstoles
Mateo 10, 40-42 / Lucas 9, 49-50
9:38 Juan le dijo: "Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu
Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros".
9:39 Pero Jesús les dijo: "No se lo impidan, porque nadie puede hacer un
milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí.
9:40 Y el que no está contra nosotros, está con nosotros.
9:41 Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un
vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.
La gravedad del escándalo
Mateo 18, 6-10 / Lucas 17 1-3
9:42 Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que creen en
mí, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y
lo arrojaran al mar.
9:43 Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale
entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos a la Gehena, al fuego
inextinguible.
9:45 Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale
entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies a la Gehena.
9:47 Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale
entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos
ojos a la Gehena,
9:48 donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
El ejemplo de la sal
Mateo 5, 13-16 / Lucas 14, 34-35
9:49 Porque cada uno será salado por el fuego.
9:50 La sal es una cosa excelente, pero si se vuelve insípida, ¿con qué la
volverán a salar? Que haya sal en ustedes mismos y vivan en paz unos con
otros".
Síntesis aplicativa de temas importantes
1a. La transfiguración fue para los discípulos tanto un llamado de atención
como un estímulo.
Fue una reprimenda para no resistir a la enseñanza de Jesús en cuanto a su
sufrimiento, sabiendo que este camino conduce a la gloria. Además, es un
estímulo para seguir depositando la fe en Jesús.
Los cristianos estamos acostumbrados a decir que Jesús tuvo que morir. Sin
embargo, ¿no desplegamos, a menudo, la misma actitud que los discípulos?
¿Estamos profundamente convencidos que la muerte de Cristo fue necesaria
para el sacrificio vicario por nuestros pecados? Además, ¿no hay resistencia
en cuanto al progreso lento del reino de Dios? Nos gustan más los triunfos,
que luchar y suplicar a Dios que el evangelio halle fe. También nosotros
necesitamos perseverar en esta fe.
1b. Jesús no puede ser colocado al mismo nivel que los hombres, aunque sean
éstos grandes hombres de Dios. En el monte de la transfiguración tres de los
discípulos ven la gloria de Jesús, y junto con ello ven aparecer a Moisés y
Elías, los grandes personajes de su historia israelita. Para Pedro esto es
tremendo; sin pensarlo quiere hacer una habitación para cada uno de ellos.
Con este proceder, Pedro iguala el ministerio de Jesús al de estos hombres,
pero es la voz del Padre la que lo saca de su confusión. Todos deben saber
que la persona y obra de Jesús es única, sólo a Él debe ser dirigida nuestra
devoción y adoración.
2. En la historia del muchacho endemoniado se nota cuán fuerte es la
incredulidad. Jesús apela al padre, a la multitud y a los discípulos para
que depositen su fe en Él, pues tiene más poder que los demonios. Sin fe
somos impotentes y nos hallamos sin esperanza, sin futuro ni perspectiva. No
nos desesperemos ante las dificultades insuperables, confiemos en el poder y
la misericordia de nuestro Señor para salir adelante.
3. El triunfo es seguro, aunque el camino hacia él es por muchas
tribulaciones. El segundo anuncio de la muerte de Jesús muestra una vez más
que necesitamos la iluminación del Espíritu Santo para aceptar y entender la
enseñanza de Jesús concerniente a su camino a la cruz. A nadie le gusta la
derrota. Sin embargo, la vida de Jesús no era una derrota, sino una victoria
sobre el pecado, el diablo y la muerte. Tampoco la existencia de la Iglesia
es una derrota; es verdad que también la iglesia pasará por momentos
críticos, pero al final, este es el camino que conduce a la victoria y
gloria eterna.
4a. Los líderes de las iglesias deben ser servidores, no generales. El reino
de Dios nos demanda humildad; sólo Jesús es Rey. Los discípulos no deben
buscar la gloria propia, sino preocuparse por los niños, los creyentes
sencillos y los recién convertidos.
En esta etapa del reino de Dios (con la cruz por delante), los discípulos no
deben irritarse si se encuentran con personas que actúan en el nombre de
Jesús, y no les siguen a ellos, sino gozarse en que hay más partidarios de
Jesús de los que ellos suponían. Los discípulos reciben, además, una fuerte
advertencia de no dominar a los creyentes y ser causa de su tropiezo, es
decir, de su apostasía. Deben ser rigurosos con respecto a ellos mismos,
hasta sacar el ojo y cortar la mano y el pie si están siendo causa de pecado
(lengua fuerte capaz de refrenarse, que sólo hable para edificación). El
abuso de poder es aparentemente un peligro enorme para los líderes de la
Iglesia, y a los ojos de Jesús es un grave pecado. ¿No sufren muchas
iglesias abusos por parte de sus líderes? El reino de Dios no es una empresa
cuyos jefes pueden preguntarse "¿quién de nosotros será el gerente?", sino,
"¿en qué podemos servir?"
4b. Nótese que la advertencia relativa al infierno en este pasaje, es,
primeramente, dirigida a los discípulos, los nuevos líderes de la iglesia.
Es de importancia trascendental, que la enseñanza de
Jesús acerca de la humildad y el amor tenga un impacto en nuestra vida. Si
la comunión con Jesús no se evidencia en nuestro estilo de vivir, entonces
ella no ha sido genuina.
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
CAPÍTULO 10
El matrimonio y el divorcio
Mateo 5, 27-30 / Mateo 5, 31-32 / Mateo 19, 1-9 / Marcos 9, 43-47 /
Lucas 16, 18
10:1 Después que partió de allí, Jesús fue a la región de Judea y al otro
lado del Jordán. Se reunió nuevamente la multitud alrededor de él y, como de
costumbre, les estuvo enseñando una vez más.
10:2 Se acercaron algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le plantearon
esta cuestión: "¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?"
10:3 El les respondió: "¿Qué es lo que Moisés les ha ordenado?"
10:4 Ellos dijeron: "Moisés permitió redactar una declaración de divorcio y
separarse de ella".
10:5 Entonces Jesús les respondió: "Si Moisés les dio esta prescripción fue
debido a la dureza del corazón de ustedes.
10:6 Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y mujer.
10:7 Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer,
10:8 y los dos no serán sino una sola carne. De manera que ya no son dos,
sino una sola carne.
10:9 Que el hombre no separe lo que Dios ha unido".
10:10 Cuando regresaron a la casa, los discípulos le volvieron a preguntar
sobre esto.
10:11 Él les dijo: "El que se divorcia de su mujer y se casa con otra,
comete adulterio contra aquella;
10:12 y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también
comete adulterio".
Jesús y los niños
Mateo 19, 13-15 / Lucas 18, 15-17
10:13 Le trajeron entonces a unos niños para que los tocara, pero los
discípulos los reprendieron.
10:14 Al ver esto, Jesús se enojó y les dijo: "Dejen que los niños se
acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los
que son como ellos.
10:15 Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no
entrará en él".
10:16 Después los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos.
El hombre rico
Mateo 19, 16-22 / Lucas 18, 18-23
10:17 Cuando se puso en camino, un hombre corrió hacia él y, arrodillándose,
le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?"
10:18 Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno.
10:19 Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no
robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu
padre y a tu madre".
10:20 El hombre le respondió: "Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi
juventud".
10:21 Jesús lo miró con amor y le dijo: "Sólo te falta una cosa: ve, vende
lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo.
Después, ven y sígueme".
10:22 El, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque
poseía muchos bienes.
El peligro de las riquezas
Mateo 19, 23-26 / Lucas 18, 24-27
10:23 Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: "¡Qué
difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!"
10:24 Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús
continuó diciendo: "Hijos míos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios!
10:25 Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico
entre en el Reino de Dios".
10:26 Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros:
"Entonces, ¿quién podrá salvarse?"
10:27 Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: "Para los hombres es
imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible".
La recompensa prometida a los discípulos
Mateo 19, 27-30 / Lucas 18, 28-30 / Lucas 22, 28-30
10:28 Pedro le dijo: "Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos
seguido".
10:29 Jesús respondió: "Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y
hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia,
10:30 desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas,
hermanos y hermanas, madres, hijos y campos, en medio de las persecuciones;
y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna.
10:31 Muchos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los
primeros".
El tercer anuncio de la Pasión
Mateo 20, 17-19 / Lucas 18, 31-34
10:32 Mientras iban de camino para subir a Jerusalén, Jesús se adelantaba a
sus discípulos; ellos estaban asombrados y los que lo seguían tenían miedo.
Entonces reunió nuevamente a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a
suceder:
10:33 "Ahora subimos a Jerusalén; allí el Hijo del hombre será entregado a
los sumos sacerdotes y a los escribas. Lo condenarán a muerte y lo
entregarán a los paganos:
10:34 ellos se burlarán de él, lo escupirán, lo azotarán y lo matarán. Y
tres días después, resucitará".
La petición de Santiago y Juan
Mateo 20, 20-23
10:35 Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le
dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir".
10:36 Él les respondió: "¿Qué quieren que haga por ustedes?"
10:37 Ellos le dijeron: "Concédenos sentarnos uno a tu derecha y el otro a
tu izquierda, cuando estés en tu gloria".
10:38 Jesús les dijo: "No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que yo
beberé y recibir el bautismo que yo recibiré?"
10:39 "Podemos", le respondieron. Entonces Jesús agregó: "Ustedes beberán el
cáliz que yo beberé y recibirán el mismo bautismo que yo.
10:40 En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí
concederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados".
El carácter servicial de la autoridad
Mateo 20, 24-28 / Lucas 22, 24-27
10:41 Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron
contra ellos.
10:42 Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que aquellos a quienes se
considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y
los poderosos les hacen sentir su autoridad.
10:43 Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser
grande, que se haga servidor de ustedes;
10:44 y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos.
10:45 Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para
servir y dar su vida en rescate por una multitud".
Curación de un ciego de Jericó
Mateo 20, 29-34 / Lucas 18, 35-43
10:46 Después llegaron a Jericó. Cuando Jesús salía de allí, acompañado de
sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo —Bartimeo, un
mendigo ciego— estaba sentado junto al camino.
10:47 Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar:
"¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!"
10:48 Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte:
"¡Hijo de David, ten piedad de mí!"
10:49 Jesús se detuvo y dijo: "Llámenlo". Entonces llamaron al ciego y le
dijeron: "¡Ánimo, levántate! Él te llama".
10:50 Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia
él.
10:51 Jesús le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?". Él le respondió:
"Maestro, que yo pueda ver".
10:52 Jesús le dijo: "Vete, tu fe te ha salvado". En seguida comenzó a ver y
lo siguió por el camino.
Síntesis aplicativa de temas importantes
1. Para ser fiel en el matrimonio es necesario descubrir la fidelidad y el
amor de Dios hacia nosotros al enviar a su Hijo. Cabe decir que Jesús
responde a una pregunta específica en circunstancias específicas. No agota
el tema del divorcio, sino que responde a una pregunta que en verdad es una
trampa de parte de los fariseos. Quieren escuchar de la boca de Jesús que Él
está en contra del divorcio, mientras que ellos creen que la ley de Moisés
lo permitía. Lo que ellos quieren es confrontar a Jesús con Moisés. Jesús
muestra que son ellos los que interpretan mal la ley. Moisés no permitía,
sino que toleraba el divorcio a causa de la dureza del corazón del hombre.
Es también por esta dureza del corazón que ellos no quieren respetar la
intención original de Dios acerca del matrimonio, ni quieren aceptar a Jesús
como el verdadero Hijo de Dios y Maestro de Israel.
2. Sólo en absoluta dependencia de Jesús podemos entrar en el reino de Dios.
A la bendición de los niños, Jesús enlaza una enseñanza importante. Los
niños son personas que por excelencia dependen de otros. Así se convierten
en modelos de dependencia en Jesús. Los niños no pueden entregar nada a
Jesús para recibir a cambio bendición de parte de Él, sólo deben recibirla.
Una gran cantidad de personas sigue creyendo que para disfrutar de la bondad
del Señor deben hacer algo, pero al hacerlo sólo se resisten a la gracia de
Dios. Quien se acerca a Jesús, sabiendo que nada puede ofrecer para alcanzar
la bendición (salvación) de Jesús, la recibirá como don gratuito.
3. La pobreza de Jesús (su humillación y muerte) es nuestra más grande y
única riqueza espiritual.
El relato del `joven rico' muestra dos cosas:
a. El joven respeta a Jesús como maestro, pero su confesión no va más allá.
Asimismo, muchos creen que la persona de Jesús es alguien excepcional, una
especie de hombre sabio. Y aun admitirán que su enseñanza es muy importante
para las buenas relaciones interpersonales. Sin embargo, sólo se quedan
allí, sin reconocer a Jesús como el único camino a la vida eterna.
b. El joven era una persona seria, pero debido a su apego por las cosas de
este mundo no quiso seguir a Jesús en su pobreza hacia la cruz. Si Jesús
ordena a este joven rico vender todo lo que posee, lo hace porque sabe que
sería imposible seguirlo a Él estando vinculado a las riquezas de este
mundo. Millares hay que, como este joven, son personas respetables, pero que
están totalmente vinculados al materialismo de esta época. Por esta razón no
están dispuestos a seguir a Jesús en un camino de sufrimiento, si ese fuera
el caso.
Los discípulos se asustan de las palabras de Jesús de cuán difícil es para
un rico entrar en el reino de
Dios. De pronto se dan cuenta de que ya han dejado todo, pero eso es un don
de Dios y no un mérito de ellos. Sólo Dios puede salvarnos. Esta salvación,
que es gratis, tiene una tremenda 'ganancia', entrar en una nueva familia,
la familia de Dios, y después la vida eterna.
4. Al hablar de la muerte de Jesús no nos olvidemos jamás de la victoria de
su resurrección.
Dando más detalles sobre el fin de su vida (una doble entrega; un
sufrimiento terrible), Jesús aclara que su muerte no será un fracaso, sino
un triunfo. Además, Él mismo se dirige al lugar de su ejecución con total
determinación, pues sabe que aunque la hora que viene es terrible, sin
embargo, ella concluirá en la gloria con su Padre. Asimismo, si la Biblia
nos presenta dificultades por las que tendremos que pasar como creyentes, no
nos olvidemos que también habla de la gloria futura que tendremos con Cristo
cuando regrese por nosotros.
5. Ser grande, es ser un humilde y pequeño servidor. La humillación de
Cristo fue el acto más glorioso del mundo: el rescate total de los suyos.
Aunque este servicio fue un hecho único, Él también nos pide que sirvamos
como reflejo de su amor. No nos debemos preocupar por tener el mejor puesto
dentro del gobierno de la iglesia, siendo guiados por un espíritu de
orgullo. Los líderes de la iglesia deben mirar sus respectivos lugares
dentro del reino de Dios como una hermosa oportunidad para servir a sus
hermanos.
6. Tenemos un salvador bondadoso y generoso. A pesar de que mucha gente nos
desanima para que no depositemos nuestra fe en Jesús, podemos seguir
confiando en Él. Lo más asombroso es que
Jesús está dispuesto a darnos más de lo que pedimos: la salvación eterna.
Así actuó Él para con un ciego a quien la gente quería callar, al que Jesús
oyó y sanó.
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
LA ACTIVIDAD DE JESÚS EN JERUSALÉN
CAPÍTULO 11
La entrada mesiánica en Jerusalén
Mateo 21, 1-11 / Lucas 19, 29-40 / Juan 12, 12-19
11:1 Cuando se aproximaban a Jerusalén, estando ya al pie del monte de los
Olivos, cerca de Betfagé y de Betania, Jesús envió a dos de sus discípulos,
11:2 diciéndoles: "Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar,
encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y
tráiganlo;
11:3 y si alguien les pregunta: "¿Qué están haciendo?", respondan: "El Señor
lo necesita y lo va a devolver en seguida"".
11:4 Ellos fueron y encontraron un asno atado cerca de una puerta, en la
calle, y lo desataron.
11:5 Algunos de los que estaban allí les preguntaron: "¿Qué hacen? ¿Por qué
desatan ese asno?"
11:6 Ellos respondieron como Jesús les había dicho y nadie los molestó.
11:7 Entonces le llevaron el asno, pusieron sus mantos sobre él y Jesús se
montó.
11:8 Muchos extendían sus mantos sobre el camino; otros, lo cubrían con
ramas que cortaban en el campo.
11:9 Los que iban delante y los que seguían a Jesús, gritaban:
"¡Hosana! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
11:10 ¡Bendito sea el Reino que ya viene,
el Reino de nuestro padre David!
¡Hosana en las alturas!".
11:11 Jesús llegó a Jerusalén y fue al Templo; y después de observarlo todo,
como ya era tarde, salió con los Doce hacia Betania.
Maldición de la higuera estéril
Mateo 21, 18-22
11:12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, Jesús sintió hambre.
11:13 Al divisar de lejos una higuera cubierta de hojas, se acercó para ver
si encontraba algún fruto, pero no había más que hojas; porque no era la
época de los higos.
11:14 Dirigiéndose a la higuera, le dijo: "Que nadie más coma de tus
frutos". Y sus discípulos lo oyeron.
La expulsión de los vendedores del Templo
Mateo 21, 12-17 / Lucas 19, 45-46 / Juan 2, 13-17
11:15 Cuando llegaron a Jerusalén, Jesús entró en el Templo y comenzó a
echar a los que vendían y compraban en él. Derribó las mesas de los
cambistas y los puestos de los vendedores de palomas,
11:16 y prohibió que transportaran cargas por el Templo.
11:17 Y les enseñaba: "¿Acaso no está escrito: Mi Casa será llamada Casa de
oración para todas las naciones? Pero ustedes la han convertido en una cueva
de ladrones".
11:18 Cuando se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas, buscaban la
forma de matarlo, porque le tenían miedo, ya que todo el pueblo estaba
maravillado de su enseñanza.
11:19 Al caer la tarde, Jesús y sus discípulos salieron de la ciudad.
La eficacia de la fe
Mateo 21, 18-22
11:20 A la mañana siguiente, al pasar otra vez, vieron que la higuera se
había secado de raíz.
11:21 Pedro, acordándose, dijo a Jesús: "Maestro, la higuera que has
maldecido se ha secado".
11:22 Jesús le respondió: "Tengan fe en Dios.
11:23 Porque yo les aseguro que si alguien dice a esta montaña: "Retírate de
ahí y arrójate al mar", sin vacilar en su interior, sino creyendo que
sucederá lo que dice, lo conseguirá.
11:24 Por eso les digo: Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo
tienen y lo conseguirán.
11:25 Y cuando ustedes se pongan de pie para orar, si tienen algo en contra
de alguien, perdónenlo, y el Padre que está en el cielo les perdonará
también sus faltas".
Discusión sobre la autoridad de Jesús
Mateo 21, 23-27 / Lucas 20, 1-8
11:27 Y llegaron de nuevo a Jerusalén. Mientras Jesús caminaba por el
Templo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a él
11:28 y le dijeron: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio
autoridad para hacerlo?"
11:29 Jesús les respondió: "Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si
me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas.
11:30 Díganme: el bautismo de Juan, ¿venía del cielo o de los hombres?"
11:31 Ellos se hacían este razonamiento: "Si contestamos: "Del cielo", él
nos dirá: "¿Por qué no creyeron en él?"
11:32 ¿Diremos entonces: "De los hombres"?". Pero como temían al pueblo,
porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta,
11:33 respondieron a Jesús: "No sabemos". Y él les respondió: "Yo tampoco
les diré con qué autoridad hago estas cosas".
Síntesis aplicativa de temas importantes.
1a. Sólo el Espíritu de Dios puede quebrantar la hostilidad. El entusiasmo
de la gente que acompañaba a Jesús a su llegada a Jerusalén está en
contraste con la fría recepción de parte de los habitantes de Jerusalén; ni
en el templo se le acepta como el Mesías. A pesar de esto, el amor de
Jesús es más grande que el odio del pueblo; Él está dispuesto a morir allí.
1b. Jesús entra como príncipe de paz a la ciudad que le dará muerte. Nuestro
Señor sabe el curso de los acontecimientos que están por venir; ��l será
rechazado por los habitantes de Jerusalén, la ciudad amada por Dios, la
misma que mata a los profetas que le son enviados. A pesar de este
conocimiento,
Jesús no entra a Jerusalén como guerrero que viene a destruir a aquellos que
no se someten a su señorío, sino como príncipe de paz que viene a dar su
vida en rescate por muchos.
2a. Nuestra religión siempre debe tener a Cristo en el centro de nuestra
atención y amor. La maldición de la higuera es el único milagro destructivo
que Jesús llevó a cabo. Este milagro tiene mucho que ver con la
"purificación del templo". Tanto en el árbol como en el templo, Jesús no
encuentra frutos.
La maldición de la higuera puede ser una señal amenazadora de lo que le
acontecerá a Jerusalén si no se convierte a Dios. Sus habitantes deben
aceptar a Jesús como su Mesías prometido. De este modo, también es una
advertencia para nosotros, en el caso de que sigamos en incredulidad.
2b. Nunca debemos olvidar el propósito que tiene el lugar en donde nos
reunimos como iglesia de Jesucristo: adorar a Dios. La indignación de Jesús
fue tal, al ver que el templo de Jerusalén se estaba convirtiendo en una
especie de mercado comercial, que paralizó bruscamente toda actividad
irreverente en el Templo. Cuando dentro de una congregación se pierde la
reverencia a las cosas del
Señor, es necesario volver a exhortar a los hermanos para que regresen a la
santificación de sus vidas delante de Dios.
3. Si no se cree en el mensaje de los siervos de Dios, tampoco se creerá en
Jesús. Ante la pregunta formulada por una representación oficial del
sanedrín sobre la autoridad con que actúa Jesús,
Él muestra en su respuesta cuán ciegos son los líderes del pueblo. No saben
opinar bien acerca de la autoridad de Juan el Bautista; es por eso que no
saben con qué autoridad actúa Jesús. Aquella persona que no puede discernir
la voz de Dios en la actuación de sus siervos, jamás será capaz de discernir
la autoridad de Jesús. La revelación de Dios es una sola. Si uno quiere
encontrar a Dios, por mucho que le busque, nunca lo encontrará si no está
dispuesto a someterse a la predicación de la Palabra.
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
CAPÍTULO 12
La parábola de los viñadores homicidas
Mateo 21, 33-46 / Lucas 20, 9-19
12:1 Jesús se puso a hablarles en parábolas: "Un hombre plantó una viña, la
cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó
a unos viñadores y se fue al extranjero.
12:2 A su debido tiempo, envió a un servidor para percibir de los viñadores
la parte de los frutos que le correspondía.
12:3 Pero ellos lo tomaron, lo golpearon y lo echaron con las manos vacías.
12:4 De nuevo les envió a otro servidor, y a este también lo maltrataron y
lo llenaron de ultrajes.
12:5 Envió a un tercero, y a este lo mataron. Y también golpearon o mataron
a muchos otros.
12:6 Todavía le quedaba alguien, su hijo, a quien quería mucho, y lo mandó
en último término, pensando: "Respetarán a mi hijo".
12:7 Pero los viñadores se dijeron: "Este es el heredero: vamos a matarlo y
la herencia será nuestra".
12:8 Y apoderándose de él, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
12:9 ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá, acabará con los viñadores y
entregará la viña a otros.
12:10 ¿No han leído este pasaje de la Escritura:
La piedra que los constructores rechazaron
ha llegado a ser la piedra angular:
12:11 esta es la obra del Señor,
admirable a nuestros ojos?"
12:12 Entonces buscaban la manera de detener a Jesús, porque comprendían que
esta parábola la había dicho por ellos, pero tenían miedo de la multitud. Y
dejándolo, se fueron.
El impuesto debido a la autoridad
Mateo 22, 15-22 / Lucas 20, 20-26
12:13 Le enviaron después a unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en
alguna de sus afirmaciones.
12:14 Ellos fueron y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y no
tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te fijas en la
categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios.
¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarlo o no?"
12:15 Pero él, conociendo su hipocresía, les dijo: "¿Por qué me tienden una
trampa? Muéstrenme un denario".
12:16 Cuando se lo mostraron, preguntó: "¿De quién es esta figura y esta
inscripción?". Respondieron: "Del César".
12:17 Entonces Jesús les dijo: "Den al César lo que es del César, y a Dios,
lo que es de Dios". Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta.
Discusión sobre la resurrección de los muertos
Mateo 22, 23-33 / Lucas 20, 27-40
12:18 Se le acercaron unos saduceos, que son los que niegan la resurrección,
y le propusieron este caso:
12:19 "Maestro, Moisés nos ha ordenado lo siguiente: "Si alguien está casado
y muere sin tener hijos, que su hermano, para darle descendencia, se case
con la viuda".
12:20 Ahora bien, había siete hermanos. El primero se casó y murió sin tener
hijos.
12:21 El segundo se casó con la viuda y también murió sin tener hijos; lo
mismo ocurrió con el tercero;
12:22 y así ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos ellos,
murió la mujer.
12:23 Cuando resuciten los muertos, ¿de quién será esposa, ya que los siete
la tuvieron por mujer?"
12:24 Jesús les dijo: "¿No será que ustedes están equivocados por no
comprender las Escrituras ni el poder de Dios?
12:25 Cuando resuciten los muertos, ni los hombres ni las mujeres se
casarán, sino que serán como ángeles en el cielo.
12:26 Y con respecto a la resurrección de los muertos, ¿no han leído en el
Libro de Moisés, en el pasaje de la zarza, lo que Dios le dijo: Yo soy el
Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?
12:27 Él no es un Dios de muertos, sino de vivientes. Ustedes están en un
grave error".
El mandamiento principal
Mateo 22, 34-40 / Lucas 10, 25-28
12:28 Un escriba que los oyó discutir, al ver que les había respondido bien,
se acercó y le preguntó: "¿Cuál es el primero de los mandamientos?"
12:29 Jesús respondió: "El primero es: Escucha, Israel: el Señor nuestro
Dios es el único Señor;
12:30 y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma,
con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas.
12:31 El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro
mandamiento más grande que estos".
12:32 El escriba le dijo: "Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay
un solo Dios y no hay otro más que él,
12:33 y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas
las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los
holocaustos y todos los sacrificios".
12:34 Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: "Tú no
estás lejos del Reino de Dios". Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
El Mesías, hijo y Señor de David
Mateo 22, 41-46 / Lucas 20, 41-44
12:35 Jesús se puso a enseñar en el Templo y preguntaba: "¿Cómo pueden decir
los escribas que el Mesías es hijo de David?
12:36 El mismo David ha dicho, movido por el Espíritu Santo:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
hasta que ponga a tus enemigos
debajo de tus pies.
12:37 Si el mismo David lo llama "Señor", ¿cómo puede ser hijo suyo?"
Advertencia de Jesús contra los escribas
Mateo 23, 6-7 / Lucas 20, 45-47
La multitud escuchaba a Jesús con agrado.
12:38 Y él les enseñaba: "Cuídense de los escribas, a quienes les gusta
pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas
12:39 y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes;
12:40 que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones.
Estos serán juzgados con más severidad".
La ofrenda de la viuda
Lucas 21, 1-4
12:41 Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la
gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia.
12:42 Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de
cobre.
12:43 Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: "Les aseguro que esta
pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros,
12:44 porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su
indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir".
Síntesis aplicativa de temas importantes.
1a. La parábola de la viña muestra la dureza del corazón humano y la
paciencia de Dios. Ella es un claro ejemplo del rechazo hacia Dios durante
toda la historia de Israel, sobre todo de parte de sus líderes. Pero tomemos
en cuenta que Israel es el espejo de la vida de la Iglesia.
A la vez, esta parábola muestra que la paciencia y el amor de Dios son
"anormales", es decir, fuera de lo común. Lo que hace el dueño, al final es
absurdo (manda a su Hijo); pero esta situación absurda es una perfecta
ilustración de la inmensa paciencia de Dios.
Sin embargo, la paciencia de Dios no es interminable: Él dará su viña (los
creyentes de Israel y de las naciones) a otros líderes, los apóstoles. Esto
será realidad, cuando Jesús, el Hijo de Dios muerto por los hombres, sea
resucitado por el Padre para ser Cabeza de su Iglesia.
1b. La conversión y obediencia son frutos que Dios pide a su iglesia (con
sus líderes a la cabeza); si no estamos dando estos frutos, entonces
atengámonos a las consecuencias. Durante toda la historia de Israel, Dios
hizo un continuo llamamiento al arrepentimiento; para ello, Él envió a sus
profetas y por último, según la parábola de la viña, a su propio Hijo. Pero
la nación, sobre todo sus líderes, no entrega a Dios lo que Él exige de
ellos como lo más justo, al contrario, avanzan un paso más en su rebelión al
matar a Jesús, su Hijo. Pero la falta de frutos, que desemboca en la muerte
de Jesús, acarrea la ira de Dios sobre los impenitentes. La iglesia, al
igual que Israel, debe dar una vida de frutos para la gloria de Dios. Esto
comienza honrando verdaderamente a su Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
2. Debemos dar a Dios lo que Él se merece: una entrega total de nuestras
vidas en fe y obediencia a su Hijo Jesús. Las palabras de Jesús, "dad a
César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios", son una exhortación
profunda para reconocer la autoridad de Jesucristo. Los líderes religiosos
quieren matar a Jesús, pero con ello no están dando a Dios lo que se merece,
¡al contrario!
Deben reconocer, y nosotros también, a Jesús como el Hijo de Dios enviado
para darnos libertad del pecado y de la muerte, dándonos acceso a la
presencia de Dios.
3a. La vida eterna no es una mera continuación (sólo mejor) de la vida en
esta tierra. Aunque el matrimonio es importante aquí en la tierra, en el
reino de Dios no existirá; no obstante, sí habrá una alegría mayor: alabar y
servir todos juntos a Dios como lo hacen los ángeles. Vale decir que esto
cambiará las relaciones humanas. No habrá preferencia (como en el caso del
matrimonio), sino que teniendo un amor inmenso hacia Dios, tendremos el
mismo amor para todos. En cuanto a la resurrección podemos estar cien por
ciento seguros que Dios es un Dios de vivos; nadie que muere en
Él perderá su vida, sólo su cuerpo, el cual se nos devolverá el día cuando
Cristo regrese. La persona que no cree en la vida después de la muerte,
igual se encontrará con un Jesús vivo. ¡Todos deben prepararse para ese
encuentro!
3b. Una predisposición a no creer en el poder de Dios llevará a los hombres
a rechazar todo lo milagroso de la Biblia. La pregunta de los saduceos sólo
busca burlarse de la creencia en la resurrección; desde un principio ellos
no creían en la resurrección de los muertos. Tienen un corazón cerrado para
comprender y aceptar lo sobrenatural de la Escritura. La iglesia debe
mantener siempre firme su fe en el Dios todopoderoso de la Biblia, y no
dejarse amedrentar ni influenciar por los diversos pensamientos humanistas
que quieren hacer creer que todo lo milagroso de la Escritura, incluyendo la
resurrección, es invención de hombres.
4-5. El que no honra a Jesús, no puede amar a Dios. El primer mandamiento,
"amar sólo a Dios con todo nuestro ser", no excluye el amor hacia Jesús,
sino que lo incluye. Las discusiones de los líderes con Jesús tocan en forma
oculta la pretensión mesiánica de Jesús de ser Hijo de Dios.
Hoy en día, también hay mucha gente que separa a Jesús de su Padre. No son
sólo las sectas como los Testigos de Jehová, sino también aquellas personas
que no tienen otro interés religioso que recibir una respuesta positiva a
sus peticiones. Honramos a Cristo si pedimos el perdón por medio de su
sacrificio y confiamos enteramente en Él como nuestro Salvador y Señor.
Por otra parte, no seamos "cristianos verticales", sin amor por nuestro
prójimo.
6. La falta de amor por Dios también se ve a través de nuestra carencia de
amor práctico hacia gente pobre. "Ofrendar es dar un sacrificio hasta que
nos duela". La riqueza no es un mal, pero sí la avaricia que se expresa en
dar sólo lo que nos sobra y olvidarse de mostrar misericordia a los pobres.
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
CAPÍTULO 13
Anuncio de la destrucción del Templo
Mateo 24, 1-3 / Lucas 21, 5-7
13:1 Cuando Jesús salía del Templo, uno de sus discípulos le dijo:
"¡Maestro, mira qué piedras enormes y qué construcción!"
13:2 Jesús le respondió: "¿Ves esa gran construcción? De todo esto no
quedará piedra sobre piedra: todo será destruido".
13:3 Y después, estando sentado en el monte de los Olivos, frente al Templo,
Pedro, Santiago, Juan y Andrés le preguntaron en privado:
13:4 "Dinos cuándo sucederá esto y cuál será la señal de que ya están por
cumplirse todas estas cosas".
El comienzo de las tribulaciones
Mateo 24, 4-14 / Lucas 21, 8-19
13:5 Entonces Jesús comenzó a decirles: "Tengan cuidado de que no los
engañen,
13:6 porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: "Soy yo", y
engañarán a mucha gente.
13:7 No se alarmen cuando oigan hablar de guerras y de rumores de guerras:
es necesario que esto ocurra, pero todavía no será el fin.
13:8 Se levantará nación contra nación y reino contra reino. En muchas
partes, habrá terremotos y hambre. Este será el comienzo de los dolores del
parto.
13:9 Estén atentos: los entregarán a los tribunales y los azotarán en las
sinagogas, y por mi causa serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar
testimonio delante de ellos.
13:10 Pero antes, la Buena Noticia será proclamada a todas las naciones.
13:11 Cuando los entreguen, no se preocupen por lo que van a decir: digan lo
que se les enseñe en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán,
sino el Espíritu Santo.
13:12 El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y
el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los matarán.
13:13 Serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero el que persevere
hasta el fin, se salvará.
La gran tribulación de Jerusalén
Mateo 24, 15-25 / Lucas 21, 20-24
13:14 Cuando vean la Abominación de la desolación usurpando el lugar que no
le corresponde —el que lea esto, entiéndalo bien— los que estén en Judea,
que se refugien en las montañas;
13:15 el que esté en la azotea de su casa, no baje a buscar sus cosas;
13:16 y el que esté en el campo, que no vuelva atrás a buscar su manto.
13:17 ¡Ay de las mujeres que estén embarazadas o tengan niños de pecho en
aquellos días!
13:18 Rueguen para que no suceda en invierno.
13:19 Porque habrá entonces una gran tribulación, como no la hubo desde el
comienzo del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás.
13:20 Y si el Señor no abreviara ese tiempo, nadie se salvaría; pero lo
abreviará a causa de los elegidos.
13:21 Si alguien les dice entonces: "El Mesías está aquí o está allí", no lo
crean.
13:22 Porque aparecerán falsos mesías y falsos profetas que harán milagros y
prodigios capaces de engañar, si fuera posible, a los mismos elegidos.
13:23 Pero ustedes tengan cuidado: yo los he prevenido de todo.
La manifestación gloriosa del Hijo del hombre
Mateo 24, 26-31 / Lucas 21, 25-28
13:24 En ese tiempo, después de esta tribulación, el sol se oscurecerá, la
luna dejará de brillar,
13:25 las estrellas caerán del cielo y los astros se conmoverán.
13:26 Y se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes, lleno de poder y
de gloria.
13:27 Y él enviará a los ángeles para que congreguen a sus elegidos desde
los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte.
La parábola de la higuera
Mateo 24, 32-36 / Lucas 21, 29-33
13:28 Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se
hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca
el verano.
13:29 Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el
fin está cerca, a la puerta.
13:30 Les aseguro que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto.
13:31 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
13:32 En cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles del
cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre.
Exhortación a la vigilancia y a la fidelidad
Mateo 24, 37-44 / Lucas 12, 35-40
13:33 Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el
momento.
13:34 Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus
servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que
permanezca en vela.
13:35 Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de
casa, si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana.
13:36 No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos.
13:37 Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!"
Síntesis aplicativa de temas importantes
1. Esperar a Jesús significa verdaderamente tener que esperar. Cuando Jesús
habló de la destrucción del templo, los discípulos no podían imaginarse la
gloria de Jesús sin templo, ya que éste era considerado el palacio del
Mesías. Ellos deben saber que habrá un período de tiempo considerable antes
del retorno de Jesús. Si olvidan esto, abrirán las puertas a cualquier tipo
de engaño que promete un futuro glorioso inmediato. Todas aquellas señales,
que para los judíos eran el total de los `dolores mesiánicos', son para
Jesús no más que sus principios. La iglesia de hoy también es muy
susceptible a las enseñanzas que prometen un pronto retorno de Jesús. Sin
embargo, Él no habla de las señales para calcular la fecha o año de su
retorno, sino para llamarnos a la suprema vigilancia. Hay otras señales más
como la persecución y el odio. Pero no hay razón para turbarse. La
predicación del evangelio continuará, y a pesar de que ella produzca más
persecución, Dios ayudará a los suyos a través de su Espíritu y les asegura
que los que perseveran hasta el fin, serán salvos. ¡Que nada nos impida
perseverar en la esperanza del retorno de Jesús! Por mucho que demore, ¡nada
es más seguro que su venida!
2. Las dos señales que Jesús menciona prueban la verdad de sus palabras.
Jesús advierte a los suyos que la destrucción del templo y la tribulación
sobre el pueblo judío son inevitables. Jesús no nos advierte para
desesperarnos, sino para que estemos preparados, y, además, para que nadie
se deje engañar por los falsos profetas, que en nombre de Cristo prometen
`mejores' cosas. La verdad es que el camino hacia el retorno de Jesús es
duro y pesado, pero Dios dará siempre alivio, protección y perspectiva.
3. El retorno de Jesús es cierto, pero el cuándo nadie lo sabe. La venida
gloriosa no proviene del templo terrenal, sino del templo celestial. Pasarán
cosas terribles, ahora no sólo en la tierra (tribulación, persecución), sino
también en el cielo; los poderes celestiales se moverán, y en este momento
el Hijo del Hombre vendrá en gran majestad. Los ángeles reunirán a todos los
creyentes de todos los siglos, los vivos y los muertos. Podemos confiar en
las palabras de Jesús, ya que justamente las señales, que son tan
aterrorizantes, son los mensajeros de su retorno glorioso. El largo
intervalo entre la primera venida y el regreso de Jesús, no debe hacernos
dormir; al contrario, debe ser tiempo para velar, esperar, orar, y estar
preparado.
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
LA PASIÓN Y LA RESURRECCIÓN DE JESÚS
CAPÍTULO 14
La conspiración contra Jesús
Mateo 26, 1-5 / Lucas 22, 1-6 / Juan 11, 45-57
14:1 Faltaban dos días para la fiesta de la Pascua y de los panes Ácimos.
Los sumos sacerdotes y los escribas buscaban la manera de arrestar a Jesús
con astucia, para darle muerte.
14:2 Porque decían: "No lo hagamos durante la fiesta, para que no se
produzca un tumulto en el pueblo".
La unción de Jesús en Betania
Mateo 26, 6-13 / Juan 12, 1-11
14:3 Mientras Jesús estaba en Betania, comiendo en casa de Simón el leproso,
llegó una mujer con un frasco lleno de un valioso perfume de nardo puro, y
rompiendo el frasco, derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús.
14:4 Entonces algunos de los que estaban allí se indignaron y comentaban
entre sí: "¿Para qué este derroche de perfume?
14:5 Se hubiera podido vender por más de trescientos denarios para repartir
el dinero entre los pobres". Y la criticaban.
14:6 Pero Jesús dijo: "Déjenla, ¿por qué la molestan? Ha hecho una buena
obra conmigo.
14:7 A los pobres los tienen siempre con ustedes y pueden hacerles bien
cuando quieran, pero a mí no me tendrán siempre.
14:8 Ella hizo lo que podía; ungió mi cuerpo anticipadamente para la
sepultura.
14:9 Les aseguro que allí donde se proclame la Buena Noticia, en todo el
mundo, se contará también en su memoria lo que ella hizo".
La traición de Judas
Mateo 26, 14-16 / Lucas 22, 3-6
14:10 Judas Iscariote, uno de los Doce, fue a ver a los sumos sacerdotes
para entregarles a Jesús.
14:11 Al oírlo, ellos se alegraron y prometieron darle dinero. Y Judas
buscaba una ocasión propicia para entregarlo.
Los preparativos para la comida pascual
Mateo 26, 17-19 / Lucas 22, 7-13
14:12 El primer día de la fiesta de los panes Ácimos, cuando se inmolaba la
víctima pascual, los discípulos dijeron a Jesús: "¿Dónde quieres que vayamos
a prepararte la comida pascual?"
14:13 Él envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: "Vayan a la ciudad;
allí se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo,
14:14 y díganle al dueño de la casa donde entre: El Maestro dice: "¿Dónde
está mi sala, en la que voy a comer el cordero pascual con mis discípulos?"
14:15 Él les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada con
almohadones y ya dispuesta; prepárennos allí lo necesario".
14:16 Los discípulos partieron y, al llegar a la ciudad, encontraron todo
como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua.
El anuncio de la traición de Judas
Mateo 26, 20-25 / Lucas 22, 21-23 / Juan 13, 21-30
14:17 Al atardecer, Jesús llegó con los Doce.
14:18 Y mientras estaban comiendo, dijo: "Les aseguro que uno de ustedes me
entregará, uno que come conmigo".
14:19 Ellos se entristecieron y comenzaron a preguntarle, uno tras otro:
"¿Seré yo?"
14:20 Él les respondió: "Es uno de los Doce, uno que se sirve de la misma
fuente que yo.
14:21 El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel
por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber
nacido!"
La institución de la Eucaristía
Mateo 26, 26-29 / Lucas 22, 19-20 / 1 Cor 11, 23-27
14:22 Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió
y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen, esto es mi Cuerpo".
14:23 Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, y todos bebieron
de ella.
14:24 Y les dijo: "Esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se
derrama por muchos.
14:25 Les aseguro que no beberé más del fruto de la vid hasta el día en que
beba el vino nuevo en el Reino de Dios".
El anuncio de las negaciones de Pedro
Mateo 26, 30-35 / Lucas 22, 31-34 / Juan 13, 36-38
14:26 Después del canto de los Salmos, salieron hacia el monte de los
Olivos.
14:27 Y Jesús les dijo: "Todos ustedes se van a escandalizar, porque dice la
Escritura: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas.
14:28 Pero después que yo resucite, iré antes que ustedes a Galilea".
14:29 Pedro le dijo: "Aunque todos se escandalicen, yo no me escandalizaré".
14:30 Jesús le respondió: "Te aseguro que hoy, esta misma noche, antes que
cante el gallo por segunda vez, me habrás negado tres veces".
14:31 Pero él insistía: "Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré". Y
todos decían lo mismo.
La oración de Jesús en Getsemaní
Mateo 26, 36-46 / Lucas 22, 39-46 / Juan 18, 1
14:32 Llegaron a una propiedad llamada Getsemaní, y Jesús dijo a sus
discípulos. "Quédense aquí, mientras yo voy a orar".
14:33 Después llevó con él a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir
temor y a angustiarse.
14:34 Entonces les dijo: "Mi alma siente una tristeza de muerte. Quédense
aquí velando".
14:35 Y adelantándose un poco, se postró en tierra y rogaba que, de ser
posible, no tuviera que pasar por esa hora.
14:36 Y decía: "Abbá —Padre— todo te es posible: aleja de mí este cáliz,
pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya".
14:37 Después volvió y encontró a sus discípulos dormidos. Y Jesús dijo a
Pedro: "Simón, ¿duermes? ¿No has podido quedarte despierto ni siquiera una
hora?
14:38 Permanezcan despiertos y oren para no caer en la tentación, porque el
espíritu está dispuesto, pero la carne es débil".
14:39 Luego se alejó nuevamente y oró, repitiendo las mismas palabras.
14:40 Al regresar, los encontró otra vez dormidos, porque sus ojos se
cerraban de sueño, y no sabían qué responderle.
14:41 Volvió por tercera vez y les dijo: "Ahora pueden dormir y descansar.
Esto se acabó. Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser
entregado en manos de los pecadores.
14:42 ¡Levántense! ¡Vamos! Ya se acerca el que me va a entregar".
El arresto de Jesús
Mateo 26, 47-56 / Lucas 22, 47-53 / Juan 18, 2-11
14:43 Jesús estaba hablando todavía, cuando se presentó Judas, uno de los
Doce, acompañado de un grupo con espadas y palos, enviado por los sumos
sacerdotes, los escribas y los ancianos.
14:44 El traidor les había dado esta señal: "Es aquel a quien voy a besar.
Deténganlo y llévenlo bien custodiado".
14:45 Apenas llegó, se le acercó y le dijo: "Maestro", y lo besó.
14:46 Los otros se abalanzaron sobre él y lo arrestaron.
14:47 Uno de los que estaban allí sacó la espada e hirió al servidor del
Sumo Sacerdote, cortándole la oreja.
14:48 Jesús les dijo: "Como si fuera un bandido, han salido a arrestarme con
espadas y palos.
14:49 Todos los días estaba entre ustedes enseñando en el Templo y no me
arrestaron. Pero esto sucede para que se cumplan las Escrituras".
14:50 Entonces todos lo abandonaron y huyeron.
14:51 Lo seguía un joven, envuelto solamente con una sábana, y lo sujetaron;
14:52 pero él, dejando la sábana, se escapó desnudo.
Jesús ante el Sanedrín
Mateo 26, 57-68 / Lucas 22, 66-71 / Juan 18, 12-14
14:53 Llevaron a Jesús ante el Sumo Sacerdote, y allí se reunieron todos los
sumos sacerdotes, los ancianos y los escribas.
14:54 Pedro lo había seguido de lejos hasta el interior del palacio del Sumo
Sacerdote y estaba sentado con los servidores, calentándose junto al fuego.
14:55 Los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín buscaban un testimonio contra
Jesús, para poder condenarlo a muerte, pero no lo encontraban.
14:56 Porque se presentaron muchos con falsas acusaciones contra él, pero
sus testimonios no concordaban.
14:57 Algunos declaraban falsamente contra Jesús:
14:58 "Nosotros lo hemos oído decir: "Yo destruiré este Templo hecho por la
mano del hombre, y en tres días volveré a construir otro que no será hecho
por la mano del hombre"".
14:59 Pero tampoco en esto concordaban sus declaraciones.
14:60 El Sumo Sacerdote, poniéndose de pie ante la asamblea, interrogó a
Jesús: "¿No respondes nada a lo que estos atestiguan contra ti?"
14:61 Él permanecía en silencio y no respondía nada. El Sumo Sacerdote lo
interrogó nuevamente: "¿Eres el Mesías, el Hijo del Dios bendito?"
14:62 Jesús respondió: "Sí, yo lo soy: y ustedes verán al Hijo del hombre
sentarse a la derecha del Todopoderoso y venir entre las nubes del cielo".
14:63 Entonces el Sumo Sacerdote rasgó sus vestiduras y exclamó: "¿Qué
necesidad tenemos ya de testigos?
14:64 Ustedes acaban de oír la blasfemia. ¿Qué les parece?" Y todos
sentenciaron que merecía la muerte.
14:65 Después algunos comenzaron a escupirlo y, tapándole el rostro, lo
golpeaban, mientras le decían: "¡Profetiza!" Y también los servidores le
daban bofetadas.
Las negaciones de Pedro
Mateo 26, 69-75 / Lucas 22, 54-62 / Juan 18, 15-18.25-27
14:66 Mientras Pedro estaba abajo, en el patio, llegó una de las sirvientas
del Sumo Sacerdote
14:67 y, al ver a Pedro junto al fuego, lo miró fijamente y le dijo: "Tú
también estabas con Jesús, el Nazareno".
14:68 Él lo negó, diciendo: "No sé nada; no entiendo de qué estás hablando".
Luego salió al vestíbulo y cantó el gallo.
14:69 La sirvienta, al verlo, volvió a decir a los presentes: "Este es uno
de ellos".
14:70 Pero él lo negó nuevamente. Un poco más tarde, los que estaban allí
dijeron a Pedro: "Seguro que eres uno de ellos, porque tú también eres
galileo".
14:71 Entonces él se puso a maldecir y a jurar que no conocía a ese hombre
del que estaban hablando.
14:72 En seguida cantó el gallo por segunda vez. Pedro recordó las palabras
que Jesús le había dicho: "Antes que cante el gallo por segunda vez, tú me
habrás negado tres veces". Y se puso a llorar..
Síntesis aplicativa de temas importantes
1 y 2. Si Jesús derrama su sangre preciosa, nada es demasiado caro para
agradecérselo.
Mientras que los miembros del sanedrín dan prueba de su ceguera y enemistad,
y Judas se revela como aliado de ellos, hay una sola persona que expresa su
comprensión de los acontecimientos que sucederán con Jesús, y su gran amor
por Él. María unge a Jesús de una forma abundante. Ni los discípulos saben
apreciar este acto, al decir que es desperdicio de dinero lo hecho por esta
mujer.
Jesús la protege, diciendo que ella ha hecho lo que es justo. Mientras que
Judas actúa opuestamente a ella, habiendo entregado a Jesús al sanedrín, es
María modelo de un amor profundo (v.8). "Hacer lo que podemos" para el
Señor, no es lo mismo que activismo, sino un gesto de amor que sabe apreciar
la obra que Jesús realizó a favor de nosotros en la cruz del Calvario. La
adoración de Jesús no suprime el amor hacia el prójimo, sino que lo
profundiza. Busquemos nuestra propia forma de expresar gratitud hacia el
Señor.
3 y 4. Al buscar cuidadosamente un lugar para la pascua, Jesús manifiesta su
gran amor. En los versículos 10-16, Jesús muestra claramente que Él es el
que domina la situación. Nadie puede interrumpirle en la pascua. Con mucha
precaución ha preparado un lugar para poder celebrar la pascua con los suyos
y dejarles los elementos del nuevo pacto. Nada le sucede de improvisto (como
la traición de Judas). Jesús mantiene su dignidad como Rey. Todo lo que
padecerá, lo hace de forma voluntaria para reconciliarnos con el Padre.
5. En la pascua, Jesús muestra que su entrega a la muerte resultará en
beneficio de nuestra liberación.
La celebración de la `santa cena', en el fondo, no es otra cosa que extraer
ciertos elementos de la pascua y aplicarlos a su sacrificio que llevaría a
efecto en la cruz. A través de su muerte, Jesús inaugura el nuevo pacto.
Israel (y en Israel también nosotros) ha quebrantado el pacto anterior. En
otras palabras:no hemos sido capaces de mantener la buena relación con Dios,
por lo que el Padre tuvo que intervenir mandándonos a su Hijo por nosotros.
Dios establece el nuevo pacto (tal como el antiguo, compare
Éxodo 24) con sangre. La sangre de Jesús nos habla de su entrega a la muerte
y de la expiación de nuestros pecados, y así es una base sólida para el
nuevo pacto que nunca será quebrantado.
6. El Pastor buscará a sus ovejas perdidas; ellas no serán capaces de
proteger al Pastor. Jesús comenta a los suyos lo que sucederá. Dios golpeará
al Pastor por los pecados de sus ovejas. Incluso los discípulos se irritarán
con el padecimiento voluntario de Jesús, hasta Pedro, quien le negará. La
única esperanza de salvación y de una nueva relación de amor, viene de Él.
7. Nadie le ayudó a Jesús en su lucha para estar en armonía con la voluntad
del Padre. El camino hacia la cruz era uno de absoluta soledad. Los más
íntimos discípulos no pudieron velar ni luchar en oración por Jesús, ni tan
solo una hora. No obstante esto, el Señor se preparó solo y aceptó el vaso
de la ira de Dios sobre nuestros pecados. ¡Cuánta razón existe para
adorarle!
8. En la detención, Jesús cumple las Escrituras y la voluntad del Padre. En
la detención no son los soldados, ni Judas, ni Pedro los que actúan, sino el
Padre, a quien Jesús se somete voluntariamente para cumplir las Escrituras y
el plan de Dios para nuestra salvación. "Nadie tiene mayor amor que éste,
que uno ponga su vida por sus amigos" (Juan 15, 13).
9. Jesús es juzgado como blasfemo, pero en realidad es el Juez supremo. El
falso proceso es parte del cumplimiento del plan de Dios. Pero que nadie se
engañe, aquel que no reconoce a Jesús será juzgado por Él, el Juez supremo.
10. ¿Qué pasaría con Pedro y nosotros si Jesús hubiera negado que era el
Hijo de Dios? En la negación, Pedro mostró su debilidad; mientras que Jesús,
reveló su tremendo amor.
La fidelidad de Dios sobrepasa nuestra infidelidad. No juguemos con ella;
¡admirémosla!
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
CAPÍTULO 15
Jesús ante Pilato
Mateo 27, 1-2.11-14 / Lucas 23, 1-7 / Juan 18, 28-40
15:1 En cuanto amaneció, los sumos sacerdotes se reunieron en Consejo con
los ancianos, los escribas y todo el Sanedrín. Y después de atar a Jesús, lo
llevaron y lo entregaron a Pilato.
15:2 Este lo interrogó: "¿Tú eres el rey de los judíos?" Jesús le respondió:
"Tú lo dices".
15:3 Los sumos sacerdotes multiplicaban las acusaciones contra él.
15:4 Pilato lo interrogó nuevamente: "¿No respondes nada? ¡Mira de todo lo
que te acusan!"
15:5 Pero Jesús ya no respondió a nada más, y esto dejó muy admirado a
Pilato.
Jesús y Barrabás
Mateo 27, 15-26 / Lucas 23, 18-25 / Juan 18, 39-40
15:6 En cada Fiesta, Pilato ponía en libertad a un preso, a elección del
pueblo.
15:7 Había en la cárcel uno llamado Barrabás, arrestado con otros revoltosos
que habían cometido un homicidio durante la sedición.
15:8 La multitud subió y comenzó a pedir el indulto acostumbrado.
15:9 Pilato les dijo: "¿Quieren que les ponga en libertad al rey de los
judíos?"
15:10 Él sabía, en efecto, que los sumos sacerdotes lo habían entregado por
envidia.
15:11 Pero los sumos sacerdotes incitaron a la multitud a pedir la libertad
de Barrabás.
15:12 Pilato continuó diciendo: "¿Qué quieren que haga, entonces, con el que
ustedes llaman rey de los judíos?"
15:13 Ellos gritaron de nuevo: "¡Crucifícalo!"
15:14 Pilato les dijo: "¿Qué mal ha hecho?". Pero ellos gritaban cada vez
más fuerte: "¡Crucifícalo!"
15:15 Pilato, para contentar a la multitud, les puso en libertad a Barrabás;
y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera
crucificado.
La coronación de espinas
Mateo 27, 27-31 / Juan 19, 2-3
15:16 Los soldados lo llevaron dentro del palacio, al pretorio, y convocaron
a toda la guardia.
15:17 Lo vistieron con un manto de púrpura, hicieron una corona de espinas y
se la colocaron.
15:18 Y comenzaron a saludarlo: "¡Salud, rey de los judíos!"
15:19 Y le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían y, doblando la
rodilla, le rendían homenaje.
15:20 Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto de púrpura y le
pusieron de nuevo sus vestiduras. Luego lo hicieron salir para crucificarlo.
El camino hacia el Calvario
Mateo 27, 32-38 / Lucas 23, 26-33a / Juan 19, 17-22
15:21 Como pasaba por allí Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo,
que regresaba del campo, lo obligaron a llevar la cruz de Jesús.
15:22 Y condujeron a Jesús a un lugar llamado Gólgota, que significa: "lugar
del Cráneo".
La crucifixión de Jesús
Mateo 27, 32-38 / Lucas 23, 33-34 / Juan 19, 17-22
15:23 Le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero él no lo tomó.
15:24 Después lo crucificaron. Los soldados se repartieron sus vestiduras,
sorteándolas para ver qué le tocaba a cada uno.
15:25 Ya mediaba la mañana cuando lo crucificaron.
15:26 La inscripción que indicaba la causa de su condena decía: "El rey de
los judíos".
15:27 Con él crucificaron a dos bandidos, uno a su derecha y el otro a su
izquierda.
Injurias a Jesús crucificado
Mateo 27, 39-44 / Lucas 23, 35-38
15:29 Los que pasaban lo insultaban, movían la cabeza y decían: "¡Eh, tú,
que destruyes el Templo y en tres días lo vuelves a edificar,
15:30 sálvate a ti mismo y baja de la cruz!"
15:31 De la misma manera, los sumos sacerdotes y los escribas se burlaban y
decían entre sí: "¡Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo!
15:32 Es el Mesías, el rey de Israel, ¡que baje ahora de la cruz, para que
veamos y creamos!" También lo insultaban los que habían sido crucificados
con él.
La muerte de Jesús
Mateo 27, 45-54 / Lucas 23, 44-49 / Juan 19, 28-30
15:33 Al mediodía, se oscureció toda la tierra hasta las tres de la tarde;
15:34 y a esa hora, Jesús exclamó en alta voz: "Eloi, Eloi, lamá sabactani",
que significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"
15:35 Algunos de los que se encontraban allí, al oírlo, dijeron: "Está
llamando a Elías".
15:36 Uno corrió a mojar una esponja en vinagre y, poniéndola en la punta de
una caña, le dio de beber, diciendo: "Vamos a ver si Elías viene a bajarlo".
15:37 Entonces Jesús, dando un gran grito, expiró.
15:38 El velo del Templo se rasgó en dos, de arriba abajo.
15:39 Al verlo expirar así, el centurión que estaba frente a él, exclamó:
"¡Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!"
Las mujeres que siguieron a Jesús
Mateo 27, 55-56 / Lucas 23, 49 / Juan 19, 25
15:40 Había también allí algunas mujeres que miraban de lejos. Entre ellas
estaban María Magdalena, María, la madre de Santiago el menor y de José, y
Salomé,
15:41 que seguían a Jesús y lo habían servido cuando estaba en Galilea; y
muchas otras que habían subido con él a Jerusalén.
La sepultura de Jesús
Mateo 27, 57-66 / Lucas 23, 50-56 / Juan 19, 38-42
15:42 Era día de Preparación, es decir, víspera de sábado. Por eso, al
atardecer,
15:43 José de Arimatea —miembro notable del Sanedrín, que también esperaba
el Reino de Dios— tuvo la audacia de presentarse ante Pilato para pedirle el
cuerpo de Jesús.
15:44 Pilato se asombró de que ya hubiera muerto; hizo llamar al centurión y
le preguntó si hacía mucho que había muerto.
15:45 Informado por el centurión, entregó el cadáver a José.
15:46 Este compró una sábana, bajó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en ella y
lo depositó en un sepulcro cavado en la roca. Después, hizo rodar una piedra
a la entrada del sepulcro.
15:47 María Magdalena y María, la madre de José, miraban dónde lo habían
puesto.
Síntesis aplicativa de temas importantes
1. El poder de Jesús se manifiesta en el acto de no defenderse contra las
acusaciones del sanedrín ante Pilato, sino padecer todo con el propósito de
dejarse crucificar en nuestro lugar.
De esta forma, el Rey Jesús establece su reino dándole una base firme.
2. La justicia es quebrantada en todo aspecto. En los otros evangelios, más
que en Marcos, se destaca mucho la inocencia de Jesús defendida por Pilato.
Son los líderes y parte del pueblo de Israel, incentivado por ellos, que
dominan la situación. La resistencia contra Jesús en este momento es tan
fuerte que se escoge al alborotador Barrabás en vez de a Jesús. Se condena
al Justo y se libera al culpable. Si no supiésemos la voluntad de Dios en
relación con el sufrimiento de Jesús, pensaríamos que su vida termina en un
profundo fracaso. Sin embargo, de esta manera se manifiesta su voluntad. El
Justo toma el lugar del injusto para cubrir nuestra maldad.
3-4. El Soberano Rey, de pura gracia, soportó las burlas para abrirnos las
puertas de su reino. En los versículos 15-39 oímos de las burlas de los
soldados que se ríen de Jesús como Rey: la burla de Pilato a través del
letrero (aunque también es una punzada hacia los judíos), de los transeúntes
y principales sacerdotes, que se burlan del poder salvífico de Jesús.
Incluso los que fueron crucificados junto con Él le insultaban. Finalmente
la gente se burla de Jesús como Mesías, cambiando las palabras de Jesús como
si clamara por la ayuda de Elías. Jesús soportó todas estas burlas
voluntariamente. Su debilidad', es decir, el no bajar de la cruz, fue
justamente un acto de su poder. Él sufrió, hasta las tres de la tarde, todo;
Él experimentó la angustia de verse separado de su Padre, y todo esto, para
abrir, a los pobres pecadores, la entrada hacia su reino. En seguida,
después de su muerte, el Padre respondió rasgando la cortina del santuario
del templo. Ahora hay pleno acceso hacia el trono de Dios para aquellos que
se dirigen hacia Él humildemente y con confianza.
5. Se pudo hacer poco por un Jesús muerto, sin embargo su muerte tiene un
alcance enorme. Es notorio que no leamos nada sobre los discípulos mientras
crucifican a Jesús, ni luego de su muerte.
Son las mujeres las que le seguían y un tal José de Arimatea (de quien hasta
el momento no hemos escuchado nada) los que expresan su amor hacia el Señor.
Lo único que Marcos nos cuenta de las mujeres es que estaban mirando (véase
15,40 y 47). José de Arimatea, quien disponía de más posibilidades, pidió a
Pilato el cuerpo de Jesús, el cual tomó y envolvió en una sábana, poniéndolo
en un sepulcro. Fue lo último que pudo hacer como expresión de su amor hacia
Jesús: tributar un homenaje póstumo. Para ellos, la muerte fue el triste
final de su amado Señor. No sabían del alcance enorme de su muerte (quitar
el pecado del mundo, dejándolo en la tumba), ni de la resurrección que daría
sentido a la muerte de Jesús. Su obra no salió fallida, sino que fue el acto
más importante para restaurar nuestra relación con Dios. Jesús cargó en su
cuerpo el castigo del pecado que Dios había sentenciado sobre la humanidad,
la muerte (Gen. 2,17). Su muerte es nuestra vida.
ACTIVIDADES
Instrucciones:
· Ambientación del lugar (una mesita con mantel en el medio y luego, una
biblia, una vela y una cruz y otros más según la creatividad del organizador
· Acogida y saludo a los presentes ( iniciar la reunión con un canto o una
oración )
· Cada participante viene con la Biblia para la Lectio Divina.
· Se lee el texto del Evangelio en forma personal o grupal.
· Después del plenario: El que dirige la reunión hace el resumen de lo
compartido y luego termina con un canto y la bendición.
ESQUEMA DE LECTIO DIVINA
· Lectura del texto bíblico.( Un texto escogido puede ser del A.T y NT)
· ¿Qué dice la lectura? Es una comprensión de ella, que nos permitirá ante
todo descubrir a las personas, ubicarnos en el contexto en que se desarrolla
la historia. Descubre cómo actúa Jesús, cómo se relaciona con las personas.
· ¿Qué me dice la lectura? Es entender en qué me está diciendo Dios a mí,
aquí y ahora, a través de la lectura, porque Él tiene una palabra para mi
hoy.
· ¿Qué le digo? Dios te habla personalmente y espera tu respuesta. Quiere
tener una relación personal, un dialogo contigo, tal cual eres y tal cual
estás; no tiene que disimular ni aparentar. Responde con tu oración
directamente a Dios.
· Compartiendo el eco. (si la Lectio en grupo). Es en primera persona y en
singular: “a mí me pasa…” “me llega…” me dice…”. El eco construye la
comunidad. Compartiendo mi eco es un acto de amor. Finalmente a la luz del
Evangelio. Darle gracias al Señor por su Palabra que nos anima a seguir
adelante. Amén.
CAPÍTULO 16
El anuncio de la resurrección de Jesús
Mateo 28, 1-8 / Lucas 24, 1-12 / Juan 20, 1-18
16:1 Pasado el sábado, María Magdalena, María, la madre de Santiago, y
Salomé compraron perfumes para ungir el cuerpo de Jesús.
16:2 A la madrugada del primer día de la semana, cuando salía el sol, fueron
al sepulcro.
16:3 Y decían entre ellas: "¿Quién nos correrá la piedra de la entrada del
sepulcro?"
16:4 Pero al mirar, vieron que la piedra había sido corrida; era una piedra
muy grande.
16:5 Al entrar al sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido
con una túnica blanca. Ellas quedaron sorprendidas,
16:6 pero él les dijo: "No teman. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el
Crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Miren el lugar donde lo habían
puesto.
16:7 Vayan ahora a decir a sus discípulos y a Pedro que él irá antes que
ustedes a Galilea; allí lo verán, como él se lo había dicho".
16:8 Ellas salieron corriendo del sepulcro, porque estaban temblando y fuera
de sí. Y no dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.
APÉNDICE
La aparición de Jesús a María Magdalena
Juan 20, 11-18
16:9 Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se
apareció primero a María Magdalena, aquella de quien había echado siete
demonios.
16:10 Ella fue a contarlo a los que siempre lo habían acompañado, que
estaban afligidos y lloraban.
16:11 Cuando la oyeron decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no
le creyeron.
La aparición de Jesús a dos discípulos
Lucas 24, 13-35
16:12 Después, se mostró con otro aspecto a dos de ellos, que iban caminando
hacia un poblado.
16:13 Y ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero tampoco les creyeron.
La misión universal de los Apóstoles
Mateo 28, 16-20 / Lucas 24, 36-49 / Juan 20, 19-23 / Hechos 1, 6-8
16:14 En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les
reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes
lo habían visto resucitado.
16:15 Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia
a toda la creación.
16:16 El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.
16:17 Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los
demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas;
16:18 podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno
mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los
curarán".
16:19 Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está
sentado a la derecha de Dios.
16:20 Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y
confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban.
Síntesis aplicativa de temas importantes
1a. El amor de las mujeres hacia un Jesús muerto, es como un espejo para
nosotros. Las mujeres, aunque angustiadas por la muerte de Jesús, siguen
mostrando amor hacia Él. Con gran premura se dirigen a la tumba para dar a
su Señor un homenaje final. Mas su amor por un Jesús muerto tendrá que
cambiar de dirección hacia un Jesús vivo, por el que ha resucitado de los
muertos.
Ahora bien, para nosotros, ¿cómo es nuestro amor hacia Jesús, el Señor
resucitado?, ¿tiene nuestro amor y devoción al Señor la misma calidad y
fervor que estas mujeres mostraron hacia Jesús?
1b. En nuestra comunión con Dios podemos tropezar con tremendas
dificultades, pero es Dios quien quita la piedra antes de que esto ocurra.
Tan absortas están las mujeres en su camino hacia la tumba que olvidan haber
traído ayuda para remover la piedra. Pero Dios se adelanta, pues el
obstáculo para poder tener comunión con su Señor ha desaparecido, y no sólo
eso, también la muerte lo ha hecho: ellas tendrán comunión verdadera con un
Jesús verdaderamente vivo. Si realmente anhelamos tener comunión con el
Señor, Dios quitará todo obstáculo que impida hacerlo.
1c. La resurrección es la respuesta del Padre a la obra de Cristo. Satanás,
la muerte y el pecado fueron vencidos por nuestro Salvador. Además, a través
de la resurrección el Padre asegura la vida eterna de todos sus hijos. Así
que la cabeza de la iglesia es Jesús, el Señor resucitado; sólo unidos a Él
triunfaremos sobre todo poder espiritual destructor.
1d. Observe la preocupación de Jesús por los suyos, incluso por el más
decaído, Pedro. Su amor nunca ha cambiado. Confiemos plenamente en Él,
a pesar de que a veces nos sintamos indignos de hacerlo. Jesús no actúa con
resentimiento, como nosotros muchas veces lo hacemos, sino con amor; un amor
que es capaz de pasar por alto nuestra infidelidad, dándonos nuevamente la
oportunidad para renovar nuestros votos con Él, y capacitándonos para ello.
1e. Las mujeres no volvieron a Jerusalén cantando, regresaron con gran
temor. Aunque sepamos más que ellas, concernientes a la resurrección,
debemos albergar siempre en nuestras vidas el sentido de lo impresionante e
increíble de este milagro divino. Es un peligro latente la indiferencia ante
el relato de la pasión y muerte de Jesús.
2a. En la vida de los discípulos vemos claramente cuán dura es la
incredulidad. Nuestro Señor tuvo que llevar a cabo una gran cantidad de
apariciones a fin de fortalecer la fe de sus discípulos. Y aun viéndoles, no
se podían convencer del hecho glorioso de la resurrección. Más tarde, el
Espíritu Santo en
Pentecostés les convencerá totalmente de esta gran verdad. Si nosotros
luchamos contra la incredulidad, no lo hagamos con nuestras fuerzas,
pidámosle al Señor que nos ilumine con su Espíritu Santo para poder
vencerla.
2b. Todo el mundo debe saber que Cristo vive, debe creer en Él. La respuesta
del hombre frente a la proclamación del evangelio será decisiva en cuanto al
destino eterno. El juicio posterior se realiza aquí. Es por esta razón que
al predicar a Cristo debemos comunicar al hombre que se encuentra ante la
decisión más trascendental de su existencia. No se trata simplemente de
aceptar o no aceptar a Jesús, sino de una decisión consciente aquí y ahora,
obrada por el poder del Espíritu de Dios.
2c. La ascensión de Jesús no pone fin a su ayuda, sino que la intensifica
desde el cielo. Él ha prometido estar al lado de su pueblo en la labor de
testimoniar acerca del perdón y el amor de Dios manifestados en su
sacrificio por nuestros pecados. Si creemos que Jesús tiene todo poder,
entonces proclamaremos su triunfo, el cual comenzó en la cruz del calvario y
que fue firmado por su resurrección. AMEN.