Libro del Profeta Habacuc
Versión Reyna Valera 1909
para ir al capítulo deseado
1
2
3
La versión Biblia de Jerusalén
Al final de cada capítulo encontrará el
mismo pasaje
en la versión de la Biblia de
Jerusalén
Capítulo 1
- 1:1
- LA carga que vió Habacuc profeta.
- 1:2
- ¿Hasta cuándo, oh el Altísimo, clamaré, y no oirás; y daré voces á ti á causa de la violencia, y no salvarás?
- 1:3
- ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que mire molestia, y saco y violencia delante de mí, habiendo además quien levante pleito y contienda?
- 1:4
- Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale verdadero: por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcido el juicio.
- 1:5
- Mirad en las gentes, y ved, y maravillaos pasmosamente; porque obra será hecha en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis.
- 1:6
- Porque he aquí, yo levanto los Caldeos, gente amarga y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las habitaciones ajenas.
- 1:7
- Espantosa es y terrible: de ella misma saldrá su derecho y su grandeza.
- 1:8
- Y serán sus caballos más ligeros que tigres, y más agudos que lobos de tarde; y sus jinetes se multiplicarán: vendrán de lejos sus caballeros, y volarán como águilas que se apresuran á la comida.
- 1:9
- Toda ella vendrá á la presa: delante su sus caras viento solano; y juntará cautivos como arena.
- 1:10
- Y escarnecerá de los reyes, y de los príncipes hará burla: reiráse de toda fortaleza, y amontonará polvo, y la tomará.
- 1:11
- Luego mudará espíritu, y pasará adelante, y ofenderá atribuyendo esta su potencia á su dios.
- 1:12
- ¿No eres tú desde el principio, oh el Altísimo, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh el Altísimo, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar.
- 1:13
- Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio: ¿por qué ves los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él.
- 1:14
- Y haces que sean los hombres como los peces de la mar, como reptiles que no tienen señor?
- 1:15
- Sacará á todos con anzuelo, cogerálos con su red, y juntarálos en su aljerife: por lo cual se holgará y hará alegrías.
- 1:16
- Por esto hará sacrificios á su red, y ofrecerá sahumerios á su aljerife: porque con ellos engordó su porción, y engrasó su comida.
- 1:17
- ¿Vaciará por eso su red, ó tendrá piedad de matar gentes continuamente?
Hab 1:1 Oráculo que tuvo en visión el profeta Habacuc.
Hab 1:1 En mi puesto de guardia me pondré, me plantaré en mi muro, y otearé
para ver lo que él me dice, lo que responde a mi querella.
Hab 1:2 ¿Hasta cuándo, Yahveh, pediré auxilio, sin que tú escuches, clamaré
a ti: «¡Violencia!» sin que tú salves?
Hab 1:2 Y me respondió Yahveh y dijo: «Escribe la visión, ponla clara en
tablillas para que se pueda leer de corrido.
Hab 1:3 ¿Por qué me haces ver la iniquidad, y tú miras la opresión? ¡Ante mí
rapiña y violencia, querella hay y discordia se suscita!
Hab 1:3 Porque es aún visión para su fecha, aspira ella al fin y no
defrauda; si se tarda, espérala, pues vendrá ciertamente, sin retraso.
Hab 1:4 Por eso la ley se desvirtúa, y no aparece el juicio. ¡Sí, el impío
asedia al justo, por eso aparece el juicio pervertido!
Hab 1:4 «He aquí que sucumbe quien no tiene el alma recta, más el justo por
su fidelidad vivirá.»
Hab 1:5 Mirad a las gentes, contemplad, quedad estupefactos, atónitos: voy a
hacer yo una obra en vuestros días que no creeríais si se os contara.
Hab 1:5 ¡Oh, ciertamente es traidora la riqueza! ¡Es hombre fatuo y no
tendrá éxito el que ensancha como el seol sus fauces; como la muerte, él
nunca se sacia, reúne para sí todas las naciones, acapara para sí los
pueblos todos!
Hab 1:6 Pues he aquí que yo suscito a los caldeos, pueblo acerbo y fogoso,
que recorre las anchuras de la tierra, para apoderarse de moradas ajenas.
Hab 1:6 ¿No profetizarán todos éstos sobre él una sátira, adivinanzas y
enigmas sobre él? Dirán: ¡Ay de quien amontona lo que no es suyo (¿hasta
cuándo?) y se carga de prendas empeñadas!
Hab 1:7 Espantoso es y terrible; de él solo salen su juicio y su grandeza;
Hab 1:7 ¿No se alzarán de repente tus acreedores, no se despertarán tus
vejadores, y serás presa de ellos?
Hab 1:8 más raudos son que leopardos sus caballos, más agudos que lobos de
la tarde; sus jinetes galopan, vienen de lejos sus jinetes, vuelan como
águila que se precipita a devorar.
Hab 1:8 Por haber saqueado a naciones numerosas, te saqueará a ti todo el
resto de los pueblos, por la sangre del hombre y la violencia a la tierra, a
la ciudad y a todos los que la habitan.
Hab 1:9 Llegan todos para hacer violencia, el ardor de sus rostros, como un
viento del este, amontona cautivos como arena.
Hab 1:9 ¡Ay de quien gana ganancia inmoral para su casa, para poner su nido
en alto y escapar a la garra del mal!
Hab 1:10 Y él se burla de los reyes, los soberanos le sirven de irrisión; se
ríe de toda fortaleza, levanta un terraplén y la toma.
Hab 1:10 ¡Vergüenza para tu casa has sentenciado: al derribar a muchos
pueblos, contra ti mismo pecas!
Hab 1:11 Luego se cambia el viento y pasa, y él aparece culpable por hacer
de su fuerza su dios.
Hab 1:11 Porque la piedra grita desde el muro, y la viga desde el maderamen
le responde.
Hab 1:12 ¿No eres tú desde antiguo, Yahveh, mi Dios, mi santo? ¡Tú no
mueres! ¡Para juicio le pusiste tú, Yahveh, oh Roca, para castigar le
estableciste!
Hab 1:12 ¡Ay de quien edifica una ciudad con sangre, y funda un pueblo en la
injusticia!
Hab 1:13 Muy limpio eres de ojos para mirar el mal, ver la opresión no
puedes. ¿Por qué ves a los traidores y callas cuando el impío traga al que
es más justo que él?
Hab 1:13 ¿No viene de Yahveh Sebaot que los pueblos se fatiguen para el
fuego y las gentes se agoten para nada?
Hab 1:14 Tú tratas a los hombres como a peces del mar, como a reptiles que
no tienen amo.
Hab 1:14 ¡Pues la tierra se llenará del conocimiento de la gloria de Yahveh,
como las aguas cubren el mar!
Hab 1:15 A todos los saca él con anzuelo, los atrae en su red, en su traína
los recoge. Por eso se alegra y regocija,
Hab 1:15 ¡Ay del que da de beber a sus vecinos, y les añade su veneno hasta
embriagarlos, para mirar su desnudez!
Hab 1:16 por eso sacrifica a su red, e inciensa a su traína, porque gracias
a ellas es pingüe su porción, y suculenta su comida.
Hab 1:16 ¡Te has saciado de ignominia, no de gloria! ¡Bebe tú también y
enseña tu prepucio! ¡A ti se vuelve el cáliz de la diestra de Yahveh, y la
ignominia sobre tu gloria!
Hab 1:17 Por eso vacía sin cesar su red para matar naciones sin piedad.
Hab 1:17 Pues la violencia hecha al Líbano te cubrirá y la matanza de los
animales te aterrará, (por la sangre del hombre y la violencia a la tierra,
a la ciudad y a todos los que la habitan).
Hab 1:18 ¿De qué sirve una escultura para que su autor la esculpa, una
imagen fundida, un oráculo engañoso, para que en ellos confíe el autor de
tal obra haciendo ídolos mudos?
Hab 1:19 ¡Ay de quien dice al madero: «Despierta», «Levántate», a la piedra
muda! ¿Da ello algún oráculo? ¡Está, sí, cubierto de oro y plata, pero ni un
soplo en su interior!
Hab 1:20 Mas Yahveh está en su santo Templo: ¡silencio ante él, tierra
entera!
volver al inicio
Capítulo 2
- 2:1
- SOBRE mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y atalayaré para ver qué hablará en mí, y qué tengo de responder á mi pregunta.
- 2:2
- Y el Altísimo me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.
- 2:3
- Aunque la visión tardará aún por tiempo, mas al fin hablará, y no mentirá: aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; no tardará.
- 2:4
- He aquí se enorgullece aquel cuya alma no es derecha en él: mas el justo en su fe vivirá.
- 2:5
- Y también, por cuanto peca por el vino, es un hombre soberbio, y no permanecerá: que ensanchó como el infierno su alma, y es como la muerte, que no se hartará: antes reunió á sí todas las gentes, y amontonó á sí todos los pueblos.
- 2:6
- ¿No han de levantar todos estos sobre él parábola, y sarcasmos contra él? Y dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Y hasta cuándo había de amontonar sobre sí espeso lodo?
- 2:7
- ¿No se levantarán de repente los que te han de morder, y se despertarán los que te han de quitar de tu lugar, y serás á ellos por rapiña?
- 2:8
- Porque tú has despojado muchas gentes, todos los otros pueblos te despojarán; á causa de las sangres humanas, y robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que moraban en ellas.
- 2:9
- ¡Ay del que codicia maligna codicia para su casa, por poner en alto su nido, por escaparse del poder del mal!
- 2:10
- Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida.
- 2:11
- Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.
- 2:12
- ¡Ay del que edifica la ciudad con sangres, y del que funda la villa con iniquidad!
- 2:13
- ¿No es esto de el Altísimo de los ejércitos? Los pueblos pues trabajarán para el fuego, y las gentes se fatigarán en vano.
- 2:14
- Porque la tierra será llena de conocimiento de la gloria de el Altísimo, como las aguas cubren la mar.
- 2:15
- ¡Ay del que da de beber á sus compañeros, que les acercas tu hiel y embriagas, para mirar sus desnudeces!
- 2:16
- Haste llenado de deshonra más que de honra: bebe tú también, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de el Altísimo volverá sobre ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria.
- 2:17
- Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las fieras lo quebrantará; á causa de las sangres humanas, y del robo de la tierra, de las ciudades, y de todos los que en ellas moraban.
- 2:18
- ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿la estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?
- 2:19
- ¡Ay del que dice al palo; Despiértate; y á la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí él está cubierto de oro y plata, y no hay dentro de él espíritu.
- 2:20
- Mas el Altísimo está en su santo templo: calle delante de él toda la tierra.
Hab 2:1 Oración del profeta Habacuc, en el tono de las lamentaciones.
Hab 2:2 ¡Yahveh, he oído tu fama, tu obra venero, Yahveh! ¡En medio de los
años hazla revivir en medio de los años dala a conocer, aun en la ira
acuérdate de tener compasión!
Hab 2:3 Viene Dios de Temán, el Santo, del monte Parán. Pausa. Su majestad
cubre los cielos, de su gloria está llena la tierra.
Hab 2:4 Su fulgor es como la luz, rayos tiene que saltan de su mano, allí se
oculta su poder.
Hab 2:5 Delante de él marcha la peste, sale la fiebre tras sus pasos.
Hab 2:6 Se planta él y hace temblar la tierra, mira y hace estremecerse a
las naciones; se desmoronan los montes eternos, se hunden los collados
antiguos, ¡sus caminos de siempre!
Hab 2:7 En desgracia he visto las tiendas de Kusán, se estremecen los
pabellones de Madián.
Hab 2:8 ¿Contra los ríos arde tu cólera, Yahveh, contra el mar tu furor,
para que montes en tus caballos, en tus carros de victoria?
Hab 2:9 Tú desnudas tu arco, sacias su cuerda de saetas. Pausa. De ríos
surcas tú la tierra;
Hab 2:10 te ven y se espantan los montes, un diluvio de agua pasa, el abismo
deja oír su voz. En alto levanta sus manos
Hab 2:11 el sol, la luna se detiene en su sitio, a la luz de tus saetas que
parten, al fulgor del centellear de tu lanza.
Hab 2:12 Con furia atraviesas la tierra, con cólera pisoteas las naciones.
Hab 2:13 Tú sales a salvar a tu pueblo, a salvar a tu ungido. Estrellas la
cabeza de la casa del impío, desnudas sus cimientos hasta el cuello. Pausa.
Hab 2:14 Traspasas con tus dardos la cabeza de sus nobles que se lanzaban
para dispersarnos con su estrépito, como si fuesen a devorar al desdichado
en su escondrijo.
Hab 2:15 Tú surcas el mar con tus caballos, el borbotar de las inmensas
aguas.
Hab 2:16 ¡He oído y mis entrañas se estremecen, a esa voz titubean mis
labios, penetra la caries en mis huesos, bajo mí tiemblan mis pasos!
Tranquilo espero el día de la angustia, que va a subir sobre el pueblo que
nos asalta.
Hab 2:17 (Pues la higuera no volverá a echar brotes, ni habrá que recoger en
las viñas. Fallará la cosecha del olivo, los campos no darán alimento,
faltará el ganado menor en el aprisco, no habrá ganado mayor en los
establos.)
Hab 2:18 ¡Mas yo en Yahveh exultaré, jubilaré en el Dios de mi salvación!
Hab 2:19 Yahveh mi señor es mi fuerza, él me da pies como los de ciervas, y
por las alturas me hace caminar. Del maestro de coro. Para instrumentos de
cuerda.
volver al inicio
Capítulo 3
- 3:1
- ORACIÓN de Habacuc profeta, sobre Sigionoth.
- 3:2
- Oh el Altísimo, oído he tu palabra, y temí: Oh el Altísimo, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.
- 3:3
- Dios vendrá de Temán, Y el Santo del monte de Parán, (Selah.) Su gloria cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza.
- 3:4
- Y el resplandor fué como la luz; Rayos brillantes salían de su mano; Y allí estaba escondida su fortaleza.
- 3:5
- Delante de su rostro iba mortandad, Y á sus pies salían carbones encendidos.
- 3:6
- Paróse, y midió la tierra: Miró, é hizo temblar las gentes; Y los montes antiguos fueron desmenuzados, Los collados antiguos se humillaron á él. Sus caminos son eternos.
- 3:7
- He visto las tiendas de Cushán en aflicción; Las tiendas de la tierra de Madián temblaron.
- 3:8
- ¿Airóse el Altísimo contra los ríos? ¿Contra los ríos fué tu enojo? ¿Tu ira contra la mar, Cuando subiste sobre tus caballos, Y sobre tus carros de salud?
- 3:9
- Descubrióse enteramente tu arco, Los juramentos á las tribus, palabra segura. (Selah.) Hendiste la tierra con ríos.
- 3:10
- Viéronte, y tuvieron temor los montes: Pasó la inundación de las aguas: El abismo dió su voz, La hondura alzó sus manos.
- 3:11
- El sol y la luna se pararon en su estancia: A la luz de tus saetas anduvieron, Y al resplandor de tu fulgente lanza.
- 3:12
- Con ira hollaste la tierra, Con furor trillaste las gentes.
- 3:13
- Saliste para salvar tu pueblo, Para salvar con tu ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, Desnudando el cimiento hasta el cuello. (Selah.)
- 3:14
- Horadaste con sus báculos las cabezas de sus villas, Que como tempestad acometieron para derramarme: Su orgullo era como para devorar al pobre encubiertamente.
- 3:15
- Hiciste camino en la mar á tu caballos, Por montón de grandes aguas.
- 3:16
- Oí, y tembló mi vientre; A la voz se batieron mis labios; Pudrición se entró en mis huesos, y en mi asiento me estremecí; Si bien estaré quieto en el día de la angustia, Cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas.
- 3:17
- Aunque la higuera no florecerá, Ni en las vides habrá frutos; Mentirá la obra de la oliva, Y los labrados no darán mantenimiento. Y las ovejas serán quitadas de la majada, Y no habrá vacas en los corrales;
- 3:18
- Con todo yo me alegraré en el Altísimo, Y me gozaré en el Dios de mi salud.
- 3:19
- el Altísimo el Señor es mi fortaleza, El cual pondrá mis pies como de ciervas, Y me hará andar sobre mis alturas. Al jefe de los cantores sobre mis instrumentos de cuerdas.
Capítulo 3
1 Oración del profeta Habacuc, en el tono de las lamentaciones.
2 ¡Yahveh, he oído tu fama, tu obra venero, Yahveh! ¡En medio de los
años hazla revivir en medio de los años dala a conocer, aun en la ira
acuérdate de tener compasión!
3 Viene Dios de Temán, el Santo, del monte Parán. = Pausa. = Su majestad
cubre los cielos, de su gloria está llena la tierra.
4 Su fulgor es como la luz, rayos tiene que saltan de su mano, allí se
oculta su poder.
5 Delante de él marcha la peste, sale la fiebre tras sus pasos.
6 Se planta él y hace temblar la tierra, mira y hace estremecerse a las
naciones; se desmoronan los montes eternos, se hunden los collados
antiguos, ¡sus caminos de siempre!
7 En desgracia he visto las tiendas de Kusán, se estremecen los
pabellones de Madián.
8 ¿Contra los ríos arde tu cólera, Yahveh, contra el mar tu furor, para
que montes en tus caballos, en tus carros de victoria?
9 Tú desnudas tu arco, sacias su cuerda de saetas. = Pausa. = De ríos
surcas tú la tierra;
10 te ven y se espantan los montes, un diluvio de agua pasa, el abismo
deja oír su voz. En alto levanta sus manos
11 el sol, la luna se detiene en su sitio, a la luz de tus saetas que
parten, al fulgor del centellear de tu lanza.
12 Con furia atraviesas la tierra, con cólera pisoteas las naciones.
13 Tú sales a salvar a tu pueblo, a salvar a tu ungido. Estrellas la
cabeza de la casa del impío, desnudas sus cimientos hasta el cuello. =
Pausa. =
14 Traspasas con tus dardos la cabeza de sus nobles que se lanzaban para
dispersarnos con su estrépito, como si fuesen a devorar al desdichado en
su escondrijo.
15 Tú surcas el mar con tus caballos, el borbotar de las inmensas aguas.
16 ¡He oído y mis entrañas se estremecen, a esa voz titubean mis labios,
penetra la caries en mis huesos, bajo mí tiemblan mis pasos! Tranquilo
espero el día de la angustia, que va a subir sobre el pueblo que nos
asalta.
17 (Pues la higuera no volverá a echar brotes, ni habrá que recoger en
las viñas. Fallará la cosecha del olivo, los campos no darán alimento,
faltará el ganado menor en el aprisco, no habrá ganado mayor en los
establos.)
18 ¡Mas yo en Yahveh exultaré, jubilaré en el Dios de mi salvación!
19 Yahveh mi señor es mi fuerza, él me da pies como los de ciervas, y
por las alturas me hace caminar. Del maestro de coro. Para instrumentos
de cuerda.
- 1:1
- LA carga que vió Habacuc profeta.
- 1:2
- ¿Hasta cuándo, oh el Altísimo, clamaré, y no oirás; y daré voces á ti á causa de la violencia, y no salvarás?
- 1:3
- ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que mire molestia, y saco y violencia delante de mí, habiendo además quien levante pleito y contienda?
- 1:4
- Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale verdadero: por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcido el juicio.
- 1:5
- Mirad en las gentes, y ved, y maravillaos pasmosamente; porque obra será hecha en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis.
- 1:6
- Porque he aquí, yo levanto los Caldeos, gente amarga y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las habitaciones ajenas.
- 1:7
- Espantosa es y terrible: de ella misma saldrá su derecho y su grandeza.
- 1:8
- Y serán sus caballos más ligeros que tigres, y más agudos que lobos de tarde; y sus jinetes se multiplicarán: vendrán de lejos sus caballeros, y volarán como águilas que se apresuran á la comida.
- 1:9
- Toda ella vendrá á la presa: delante su sus caras viento solano; y juntará cautivos como arena.
- 1:10
- Y escarnecerá de los reyes, y de los príncipes hará burla: reiráse de toda fortaleza, y amontonará polvo, y la tomará.
- 1:11
- Luego mudará espíritu, y pasará adelante, y ofenderá atribuyendo esta su potencia á su dios.
- 1:12
- ¿No eres tú desde el principio, oh el Altísimo, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh el Altísimo, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca, lo fundaste para castigar.
- 1:13
- Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio: ¿por qué ves los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él.
- 1:14
- Y haces que sean los hombres como los peces de la mar, como reptiles que no tienen señor?
- 1:15
- Sacará á todos con anzuelo, cogerálos con su red, y juntarálos en su aljerife: por lo cual se holgará y hará alegrías.
- 1:16
- Por esto hará sacrificios á su red, y ofrecerá sahumerios á su aljerife: porque con ellos engordó su porción, y engrasó su comida.
- 1:17
- ¿Vaciará por eso su red, ó tendrá piedad de matar gentes continuamente?
- 2:1
- SOBRE mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y atalayaré para ver qué hablará en mí, y qué tengo de responder á mi pregunta.
- 2:2
- Y el Altísimo me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.
- 2:3
- Aunque la visión tardará aún por tiempo, mas al fin hablará, y no mentirá: aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; no tardará.
- 2:4
- He aquí se enorgullece aquel cuya alma no es derecha en él: mas el justo en su fe vivirá.
- 2:5
- Y también, por cuanto peca por el vino, es un hombre soberbio, y no permanecerá: que ensanchó como el infierno su alma, y es como la muerte, que no se hartará: antes reunió á sí todas las gentes, y amontonó á sí todos los pueblos.
- 2:6
- ¿No han de levantar todos estos sobre él parábola, y sarcasmos contra él? Y dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Y hasta cuándo había de amontonar sobre sí espeso lodo?
- 2:7
- ¿No se levantarán de repente los que te han de morder, y se despertarán los que te han de quitar de tu lugar, y serás á ellos por rapiña?
- 2:8
- Porque tú has despojado muchas gentes, todos los otros pueblos te despojarán; á causa de las sangres humanas, y robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que moraban en ellas.
- 2:9
- ¡Ay del que codicia maligna codicia para su casa, por poner en alto su nido, por escaparse del poder del mal!
- 2:10
- Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida.
- 2:11
- Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.
- 2:12
- ¡Ay del que edifica la ciudad con sangres, y del que funda la villa con iniquidad!
- 2:13
- ¿No es esto de el Altísimo de los ejércitos? Los pueblos pues trabajarán para el fuego, y las gentes se fatigarán en vano.
- 2:14
- Porque la tierra será llena de conocimiento de la gloria de el Altísimo, como las aguas cubren la mar.
- 2:15
- ¡Ay del que da de beber á sus compañeros, que les acercas tu hiel y embriagas, para mirar sus desnudeces!
- 2:16
- Haste llenado de deshonra más que de honra: bebe tú también, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de el Altísimo volverá sobre ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria.
- 2:17
- Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las fieras lo quebrantará; á causa de las sangres humanas, y del robo de la tierra, de las ciudades, y de todos los que en ellas moraban.
- 2:18
- ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿la estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?
- 2:19
- ¡Ay del que dice al palo; Despiértate; y á la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí él está cubierto de oro y plata, y no hay dentro de él espíritu.
- 2:20
- Mas el Altísimo está en su santo templo: calle delante de él toda la tierra.
- 3:1
- ORACIÓN de Habacuc profeta, sobre Sigionoth.
- 3:2
- Oh el Altísimo, oído he tu palabra, y temí: Oh el Altísimo, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia.
- 3:3
- Dios vendrá de Temán, Y el Santo del monte de Parán, (Selah.) Su gloria cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza.
- 3:4
- Y el resplandor fué como la luz; Rayos brillantes salían de su mano; Y allí estaba escondida su fortaleza.
- 3:5
- Delante de su rostro iba mortandad, Y á sus pies salían carbones encendidos.
- 3:6
- Paróse, y midió la tierra: Miró, é hizo temblar las gentes; Y los montes antiguos fueron desmenuzados, Los collados antiguos se humillaron á él. Sus caminos son eternos.
- 3:7
- He visto las tiendas de Cushán en aflicción; Las tiendas de la tierra de Madián temblaron.
- 3:8
- ¿Airóse el Altísimo contra los ríos? ¿Contra los ríos fué tu enojo? ¿Tu ira contra la mar, Cuando subiste sobre tus caballos, Y sobre tus carros de salud?
- 3:9
- Descubrióse enteramente tu arco, Los juramentos á las tribus, palabra segura. (Selah.) Hendiste la tierra con ríos.
- 3:10
- Viéronte, y tuvieron temor los montes: Pasó la inundación de las aguas: El abismo dió su voz, La hondura alzó sus manos.
- 3:11
- El sol y la luna se pararon en su estancia: A la luz de tus saetas anduvieron, Y al resplandor de tu fulgente lanza.
- 3:12
- Con ira hollaste la tierra, Con furor trillaste las gentes.
- 3:13
- Saliste para salvar tu pueblo, Para salvar con tu ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, Desnudando el cimiento hasta el cuello. (Selah.)
- 3:14
- Horadaste con sus báculos las cabezas de sus villas, Que como tempestad acometieron para derramarme: Su orgullo era como para devorar al pobre encubiertamente.
- 3:15
- Hiciste camino en la mar á tu caballos, Por montón de grandes aguas.
- 3:16
- Oí, y tembló mi vientre; A la voz se batieron mis labios; Pudrición se entró en mis huesos, y en mi asiento me estremecí; Si bien estaré quieto en el día de la angustia, Cuando suba al pueblo el que lo invadirá con sus tropas.
- 3:17
- Aunque la higuera no florecerá, Ni en las vides habrá frutos; Mentirá la obra de la oliva, Y los labrados no darán mantenimiento. Y las ovejas serán quitadas de la majada, Y no habrá vacas en los corrales;
- 3:18
- Con todo yo me alegraré en el Altísimo, Y me gozaré en el Dios de mi salud.
- 3:19
- el Altísimo el Señor es mi fortaleza, El cual pondrá mis pies como de ciervas, Y me hará andar sobre mis alturas. Al jefe de los cantores sobre mis instrumentos de cuerdas.
Capítulo 3
1 Oración del profeta Habacuc, en el tono de las lamentaciones.
2 ¡Yahveh, he oído tu fama, tu obra venero, Yahveh! ¡En medio de los
años hazla revivir en medio de los años dala a conocer, aun en la ira
acuérdate de tener compasión!
3 Viene Dios de Temán, el Santo, del monte Parán. = Pausa. = Su majestad
cubre los cielos, de su gloria está llena la tierra.
4 Su fulgor es como la luz, rayos tiene que saltan de su mano, allí se
oculta su poder.
5 Delante de él marcha la peste, sale la fiebre tras sus pasos.
6 Se planta él y hace temblar la tierra, mira y hace estremecerse a las
naciones; se desmoronan los montes eternos, se hunden los collados
antiguos, ¡sus caminos de siempre!
7 En desgracia he visto las tiendas de Kusán, se estremecen los
pabellones de Madián.
8 ¿Contra los ríos arde tu cólera, Yahveh, contra el mar tu furor, para
que montes en tus caballos, en tus carros de victoria?
9 Tú desnudas tu arco, sacias su cuerda de saetas. = Pausa. = De ríos
surcas tú la tierra;
10 te ven y se espantan los montes, un diluvio de agua pasa, el abismo
deja oír su voz. En alto levanta sus manos
11 el sol, la luna se detiene en su sitio, a la luz de tus saetas que
parten, al fulgor del centellear de tu lanza.
12 Con furia atraviesas la tierra, con cólera pisoteas las naciones.
13 Tú sales a salvar a tu pueblo, a salvar a tu ungido. Estrellas la
cabeza de la casa del impío, desnudas sus cimientos hasta el cuello. =
Pausa. =
14 Traspasas con tus dardos la cabeza de sus nobles que se lanzaban para
dispersarnos con su estrépito, como si fuesen a devorar al desdichado en
su escondrijo.
15 Tú surcas el mar con tus caballos, el borbotar de las inmensas aguas.
16 ¡He oído y mis entrañas se estremecen, a esa voz titubean mis labios,
penetra la caries en mis huesos, bajo mí tiemblan mis pasos! Tranquilo
espero el día de la angustia, que va a subir sobre el pueblo que nos
asalta.
17 (Pues la higuera no volverá a echar brotes, ni habrá que recoger en
las viñas. Fallará la cosecha del olivo, los campos no darán alimento,
faltará el ganado menor en el aprisco, no habrá ganado mayor en los
establos.)
18 ¡Mas yo en Yahveh exultaré, jubilaré en el Dios de mi salvación!
19 Yahveh mi señor es mi fuerza, él me da pies como los de ciervas, y
por las alturas me hace caminar. Del maestro de coro. Para instrumentos
de cuerda.