Jim Caviezel, el Jesús de ‘La Pasión’ de Mel Gibson, adopta a dos niños con tumores
“No tenemos ni idea de las bendiciones que nos vienen si le damos una oportunidad a la fe”, así se ha expresado el actor de Hollywood Jim Caviezel al ser interrogado en una reciente entrevista del canal estadounidense CBS 19 sobre la decisión de él y de su esposa Kerri de adoptar a dos niños con necesidades especiales.
Movido por la fe
El intérprete de La Pasión de Cristo de Mel Gibson vuelve a mostrar sus profundas convicciones católicas. Jim Caviezel y su esposa Kerri habían pasado dos veces por el drama del aborto espontáneo y no lograban tener una familia propia. A Jim le “aterrorizaba” la idea de adoptar, y más aún a un niño con discapacidad, según ha admitido ante las cámaras, pero ahora afirma que “No pensaba que pudiese amar a un niño así”.
“Una amiga nuestra, Susan McEveety, nos mostró una imagen de un pequeño con un tumor cerebral, que podía verse dentro y fuera de la cabeza. Había algo en sus ojos... Y me quedé como escuchándole: “¿Me amarás?”. Yo dije: “Sí, te amaré””. Lo adoptaron en 2007. El pequeño Bo había sido abandonado en un tren, y había vivido hasta los cinco años en un orfanato chino, hasta que le hicieron el terrible diagnóstico.
Un amor “instantáneo y definitivo”
“El amor fue instantáneo y definitivo, a un nivel que nunca había experimentado”, afirma el actor de películas como Frequency que, entonces, propuso a su esposa adoptar de nuevo. Les ofrecieron una niña en perfecto estado de salud, pero pensaron que sería más fácil que la adoptaran otra familia, mientras que a LeLe, también con un tumor, tenía mayor necesidad de una familia.
“Sí, cuando les vi a ambos, mis ojos vieron sus deformidades, pero mi corazón no. Mi corazón vio que eran hermosos, y no sólo que eran hermosos, sino que me embellecían a mí, porque me hacían querer ser un hombre mejor”.
Viendo más allá
Cuando eres padre, según Caviezel “Tus prioridades son completamente distintas. Dejas de pensar en ti mismo para pensar sólo en ellos. El amor es una decisión... Cada mañana al despertar me arrodillo para dar gracias a Dios por tenerles conmigo”. Que añade: “Cuando muera, probablemente se me recuerde como un actor de Hollywood que interpretó muchos papeles, y ninguno habrá recibido tanta atención como el de Jesús en La Pasión de Cristo. Pero más allá de las películas y de mi carrera como actor hay algo más importante: mi papel como marido de mi mujer, Kerri, y como padre de mis dos hijos adoptivos, Bo y LeLe”.